ENTRETENIMIENTO

El reto de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos es recuperar la confianza de la comunidad cinematográfica

por Avatar Ariany Brizuela

La sombra del sol, de Miguel Ángel Ferrer, representará a Venezuela en los Premios Oscar. El filme, una historia de superación de dos hermanos que, contra viento y marea, luchan por cumplir un sueño que parece inalcanzable, fue seleccionado por la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC) para intentar hacerse con una nominación en la categoría Mejor Película Internacional de los galardones que concede la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Una elección que generó incomodidad y desconfianza entre un sector del gremio y, sobre todo, en el equipo de Simón, la otra película que también competía por representar al país, que alegó irregularidades en el proceso de selección.

La noticia se conoció el 26 de septiembre, cuando la ANAC, que convoca a representantes de distintos gremios de la comunidad cinematográfica venezolana, anunció, a través de un comunicado, la elección de La sombra del sol como representante de Venezuela al Oscar. La noticia, que debía ser motivo de alegría y celebración, generó una ola de críticas y cuestionamientos. Los primeros en  cuestionar el proceso de selección fueron los integrantes del equipo de Simón. Tras el anuncio, Diego Vicentini, director de la película, publicó un video en redes sociales en el que enumeró las irregularidades que detectaron: negativa a escuchar argumentos a favor del filme y personas vinculadas con las películas postuladas en el comité.

@delunesalunesve

El director de “Simón”, Diego Vicentini, denunció en su cuenta de Instagram que la selección de la cinta que representará a Venezuela en la carrera por ser nominada a la categoría Mejor Película Internacional en la venidera edición de los Premios Oscar estuvo plagada de irregularidades. “Estamos súper desilusionados. En primer lugar, porque pensamos que nuestra película tiene los argumentos y méritos para ser elegida como representante para los Oscar”, escribió el realizador del largometraje que narra la odisea de un estudiante venezolano que evalúa pedir asilo político en Estados Unidos luego de ser encarcelado y torturado en el marco de las protestas antigubernamentales contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Vicentini explicó que la selección de la película la hace un comité organizado por la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC). “Esa comisión debe deliberar, plantear argumentos de por qué una película debe ser elegida y luego se hace una votación”. El cineasta indicó que históricamente el comité ha estado conformado por personas vinculadas a la industria cinematográfica nacional como Lorenzo Vigas, quien ha sido aclamado en el Festival de Cine de Venecia. “Lo que nos han reportado es que este año no fue normal, en el comité había personas que no se sabía quienes eran y que no se sabía qué criterio tienen”. Vicentini informó que la votación concluyó con 10 votos a favor de “Simón”, 12 en contra y 2 abstenciones. “Había un grupo de personas que no estaba dispuesta a escuchar argumentos sobre Simón, hasta mandaron a callar a un miembro que quería hablar a favor de la película. Además, uno de los integrantes del comité, Ray Ugencio, trabajó en la producción de la película que al final fue seleccionada (La Sombra del Sol). Fue el primer asistente de dirección”, comentó. El también guionista de “Simón” sentenció que alguien que haya trabajado en alguna película que está en competencia no puede formar parte del comité y votar por ella. “Debe retirarse de la votación por conflicto de intereses. Consideramos que la ANAC debe responder por esto”. El director expresó que entre los argumentos que posee “Simón” para haber sido seleccionada se encuentra que la propia Academia de los Oscar contactó al equipo de producción para incluir el guion en la colección permanente de su biblioteca. Vicentini dijo además que la Academia del Cine Venezolano eligió a “Simón” para representar al país en la carrera por los premios Goya en España. Aunado a eso, ya es la película venezolana más taquillera de 2023 y se llevó los principales premios en el pasado Festival de Cine Venezolano (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Edición, Mejor Cinematografía y Mejor Actor De Reparto). “Hay quienes están en posiciones de poder que harán lo que esté en sus manos por silenciarnos. Vamos a continuar haciendo todo por llevar la película lo más lejos posible, por seguir visibilizando nuestra historia, por que este grito de libertad y este abrazo de perdón que es Simón le llegue al resto del mundo”, concluyó. #simon #cinevenezolano #oscar #irregularidades

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El filme de Miguel Ángel Ferrer fue elegido a través de un proceso de votación en el que participaron cinco títulos, de los cuales se eligieron dos finalistas que se sometieron a otra votación. La sombra del sol obtuvo 12 votos y Simón 10. Este año, el comité convocado por la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, compuesto por representantes de distintos gremios de la comunidad cinematográfica nacional, estuvo integrado por Ignacio Castillo Cottin como presidente, Alfredo Anzola, Andrés Rodríguez, Luis Rodríguez, Lorenzo Vigas, Alejandro Bellame, Román Chamorro, Eduardo Viloria, José Ernesto Martinez, Paolo Merlini, María Cristina Capriles, Antonio García, José Antonio Varela, Julio César Castro, Raymartin Ugencio Peña,, Edgar González, Pedro Morales, Inti Torres, Rita González, Marco Salaverría, Rafael Stragaz, Josué Saavedraz, Mauro Rodríguez, Marialejandra Martín, Henry Herrera y Sergio Curiel.

Para Ignacio Castillo Cottin el proceso de selección fue igual al de años anteriores. La única diferencia fue el tiempo de deliberación, no tan extenso como en otras oportunidades. El director de El Inca aseguró que en la reunión hubo espacio para que los integrantes del comité que así lo desearan expusieran sus argumentos en favor de cada una de las películas. «El debate no fue tan profundo como en otros años, en los que la discusión ha llegado a ser de seis horas. La de este año fue una discusión más corta», reconoce.

La sombra del sol

El director y productor de cine Eduardo Viloria, quien participó en el comité seleccionador, coincide en que el proceso para escoger la película que irá al Oscar por Venezuela fue como todos los años. «Esta es la tercera vez que formo parte del comité y, desde mi punto de vista, el desarrollo de la selección fue exactamente el mismo que en las otras dos oportunidades en las que participé», asegura el realizador.

Ignacio Castillo Cottin explica que ambas películas, La sombra del sol y Simón, quedaron en la selección final porque son obras que han sido premiadas en festivales, tienen reconocimiento y fortalezas desde el punto de vista cinematográfico. «Por eso el esfuerzo se cerraba a esas dos, porque se pensaba que podían ser buenas opciones», dice el cineasta, quien añade que conseguir una postulación en la categoría Mejor Película Internacional en los Oscar es difícil. «Hemos tenido años en los que mandamos muy buenas películas, que están muy bien representadas por distribuidores internacionales y no llegan porque la categoría es muy difícil. Siempre tratamos que la selección de las películas complazca a todos; a veces funciona, a veces no».

Una de las irregularidades que denunció el equipo de Simón fue la interrupción de una persona que argumentaba a favor de la película a la que, además, no se le permitió continuar con su exposición. Viloria, sin embargo, indica que los integrantes del comité que quisieron expresar sus opiniones pudieron hacerlo. «Me gustaría que el miembro que dice que su libertad de expresión o su exposición fue coartada lo manifieste porque, desde mi punto de vista, la reunión se dio en los mejores términos, no hubo atropellos en la discusión».

Sobre la persona vinculada con La sombra del sol que integró el comité, Castillo Cottin, quien no estaba enterado, considera que en este tipo de situaciones lo correcto es que la persona manifieste que no puede participar en la votación por conflicto de intereses. «Nos enteramos después de que votamos y eso, obviamente, hizo mucho ruido a varios de los que estábamos en el comité», dice y agregó que aunque se elimine ese voto, nada cambia. «Creo que igual La sombra del sol ganaba, pero nos hizo ruido porque históricamente cuando sucede eso los miembros del comité que formaron parte de alguna película, sobre todo las finalistas, lo dicen y se retiran».

A Marcel Rasquin, productor de Simón, le preocupan las irregularidades que rodearon el proceso de selección, sobre todo el hecho de que en el comité hubiese una persona vinculada con la película seleccionada. «Decir que fue un solo miembro de la película el que cometió un error es una candidez, porque estoy seguro que la producción de esa película sabía perfectamente que su asistente de dirección estaba en esa comisión y tampoco dijeron nada. Eso me parece delicado y, precisamente, abona el camino para esto que no queremos que ocurra, que es que dos películas venezolanas dignas y con sus atributos se peleen entre sí”.

Miguel Ángel Ferrer, quien ha estado un poco alejado de la discusión porque se encontraba en el Festival Internacional de Cine de Monterrey, donde La sombra del sol ganó el premio al Mejor Largometraje Latinoamericano, dice que no sabía que la situación generaría un problema. «Me di cuenta cuando vi las declaraciones de Diego Vicentini», dice el cineasta. Afirma que está dispuesto a apoyar cualquier cambio que se quiera hacer en el futuro sobre el proceso de selección. «Si en el futuro hay que cambiar algún reglamento o hay que imponer otro que diga equis cosa, estoy aquí para apoyarlo al 100% y a todos los que han venido antes de mí. Tienen mucha más experiencia y conocen el gremio cinematográfico venezolano más que yo».

Tras el anuncio y al enterarse de las irregularidades, el equipo de Simón hizo un reclamo formal a la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos; sin embargo, no han recibido respuesta. Hasta el momento, el único comunicado de la institución ha sido una carta de felicitación al comité por el trabajo realizado en la selección de la película que representará al país en los Oscar. «Esto no se trata de una película reclamando que no la eligieron. No, esto es más grande que eso. El gremio de cineastas se ha organizado y ha enviado comunicaciones oficiales sobre las irregularidades y la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos no ha dado ningún tipo de respuesta. Está invisibilizando e ignorando la situación», señala Rasquin.

Simón

 

Más allá de las irregularidades, Marcel Rasquin considera que hay un sector del país decidido a que la película, que sigue la historia de un líder estudiantil que se ve obligado a emigrar a Miami para huir de la persecución luego de participar con un grupo de compañeros en las protestas de 2017 contra el régimen de Nicolás Maduro, no representara a Venezuela en los Premios de la Academia. «La posibilidad de que esta película, con esta temática tan delicada, dolorosa y compleja, que no le tira flores ni a un lado ni a otro, pero que resulta definitivamente muy crítica del poder y las cosas que nos pasaron como país hace nada… La posibilidad de que esa fuera nuestra representante en una plataforma de tanta difusión era más delicada y siento que sí operaron influencias. La conformación de la comisión fue por lo menos llamativa y la determinación de un bloque de miembros de la comisión que no estaba dispuesta a escuchar argumentos y que no estaba en capacidad de esgrimir argumentos por otras películas fue muy evidente. Ellos estaban ahí sencillamente como un bloque de contención para decir cualquiera menos Simón«, indica.

Jurado calificado y debate de altura

Este año, Lorenzo Vigas formó parte del comité por primera vez. Tras su experiencia, el director ganador del León de Oro de la Mostra de Venecia con Desde allá, publicó una carta, firmada por varios cineastas y productores venezolanos, en la que expresó que es necesario reevaluar cuáles son los criterios establecidos para conformar el comité seleccionador. Considera que el debate de este año para escoger la película no estuvo a la altura.

«La razón por la que he decidido pronunciarme es por el bajísimo nivel de discusión de algunos de los integrantes del comité. ¿Por qué el nivel de discusión de algunos de los miembros fue tan lamentablemente bajo? ¿Cómo hacer para elevarlo? Nuevamente, no quiero asumir una postura sobre si se favoreció a una película sobre la otra. La mayoría de los miembros defendieron de forma competente cada una de las dos obras finalistas (La sombra del sol y Simón). Pero algunos otros, sin esgrimir ningún argumento profesional, con opiniones personales y sin ningún valor argumental, bajaron lamentablemente el nivel del debate», indica Vigas en su comunicado, en cuál agrega que hay cineastas venezolanos que deberían tener un lugar garantizado en el comité convocado por la ANAC. «Es inadmisible que autores como Mariana Rondón, Solveig Hoogesteijn, Fina Torres o Luis Alberto Lamata, por nombrar solo algunos, no tengan un lugar asegurado cada año en el comité».

Para Thaelman Urgelles, expresidente de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, el debate no fue de altura porque no todas las personas que integraron el comité estaban calificadas para estar ahí. «Hubo personas, no todas, inyectadas a ese jurado que ni siquiera sabemos quiénes son. En el proceso de selección siempre ha habido controversia, pero siempre la gente ha aceptado las decisiones porque conocen a quienes están ahí y sus méritos. Pero, esta vez, hubo cuatro o cinco personas que no tienen la calificación, que son asistentes de producción, que no tienen una película hecha», dice el director de La boda (1982).

La sombra del sol Asociación Nacional de Autores Cinematográficos

 

Aunque Marcel Rasquin está de acuerdo con un comité variado, conformado por representantes del quehacer cinematográfico, le preocupa que algunas de las personas convocadas por la ANAC no cuenten con una trayectoria reconocida o con suficiente experiencia. «Algunos miembros de esa comisión, que tienen todas estas credenciales para estar allí, me decían ‘yo no sé quién era esta persona’ y está bien que la comisión sea variada, plural. Me parece fabuloso, pero que no sea conformada por personas que sólo han hecho un cortometraje o que han hecho un sonido acá y allá, o que todavía no han hecho cosas que les den un puesto en la mesa. Un puesto en esa mesa es algo muy importante, por eso la deliberación debe ser de altura», dice el director de Hermano (2010).

Aunque lo ideal es que este tipo de espacios sirvan para generar debates sobre las películas postuladas y así escoger la mejor opción, no es obligatorio. «En otras oportunidades ha habido personas que votan por una película y ya, sin decir nada. Estoy hablando de personas con mucha trayectoria y a las que se les respeta mucho en el gremio», dice Eduardo Viloria.

No hay enfrentamiento

Tras la discusión que generó la selección de la película que representará a Venezuela en los Oscar, para algunos podría parecer que se trata de un enfrentamiento entre ambas películas, pero no lo es. Así lo han expresado sus realizadores y demás miembros de la comunidad cinematográfica venezolana.

Aunque para Marcel Rasquin Simón cuenta con las credenciales y reconocimientos para representar al cine venezolano en la carrera al Oscar, asegura que la intención de la discusión jamás ha sido enfrentar a las películas. «Estas son situaciones muy delicadas porque no se trata de enfrentar una película contra otra. Esa es una discusión que no tiene sentido, una discusión inútil. Lo que es evidente para todo el mundo es que lo que trasciende es que hubo una maquinación exitosa para instaurar un bloque en esa comisión que no estuvo ni dispuesto a escuchar argumentos y ni dispuesto a esgrimir argumentos», dice.

Simón - CNAC Festival

Y añade: «El acto de silenciar una voz disidente, que expone cosas incómodas que al gobierno no le interesa que se expongan, empuja a la película a una confrontación política en la que hemos tratado de no caer. Hemos luchado por preservar la película como un artefacto de nuestro arte, de nuestra historia y como una invitación a la reflexión, a la reconciliación y al perdón. Es un reconocimiento de nuestra culpa y nuestro dolor que trasciende las menudencias de nuestra confrontación política que lleva tantos años. Simón se ha convertido en un artefacto palpable de nuestra historia, de nuestro dolor y de nuestra lucha. El hecho de que haya habido manejo sospechoso para que ese artefacto no pudiera llegar todo lo lejos que podía llegar nos entristece, nos da mucho dolor y nos genera mucha frustración».

Para Miguel Ángel Ferrer el debate que se ha generado tras la selección tampoco busca enfrentar a ambas películas. «Jamás se me ha pasado por la cabeza que esto es un debate de una película como Simón contra una película llamada La sombra del sol. Esto no es una competencia entre nosotros. Sí, claro, competimos en la opinión popular y también dentro de los gremios para ser seleccionados en distintas cosas, pero que es una competencia de ellos contra nosotros, no. Yo soy un cineasta venezolano y yo apoyo a Diego Vicentini, un cineasta venezolano, y a su equipo, muchos de los cuales con los que he trabajado y son excelentes técnicos, excelentes artistas y con los que espero poder seguir trabajando en el futuro», dice el cineasta.

Ser más cuidadosos

Ignacio Castillo Cottin considera que lo que ocurrió este año con los integrantes del comité podría sentar un precedente para ser más cuidadosos con la selección. «Siempre hay que estar muy pendiente. Además, me parece buenisimo todo el debate que está ocurriendo para que los próximos años podamos ser más cuidadosos con esta selección. Es clave».

Para Marcel Rasquin es una valiosa oportunidad para reconocer lo que está bien y corregir errores. «Es un buen momento para que el gremio se vuelva a reunir para repensar cómo funcionan estas deliberaciones y en manos de quién estamos dejando estas pequeñas cuotas de poder. También es una oportunidad para alzar la voz, para rectificar y trabajar en pro de nuestro cine porque al final de cuentas la sensación generalizada es que el cine venezolano, en una comisión enrarecida, se dio un tiro en el pie por razones políticas que trascienden lo cinematográfico y los méritos artísticos de una película. El cine venezolano permitió,  una vez más, que no se difundiera la historia más potente que tenía para contar este año».

Thaelman Urgelles considera que la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos debería dejar de encargarse del proceso de selección de la película que representará a Venezuela en los Oscar. «Creo que por esto (las irregularidades en la selección de este año) y otras decisiones un poquito cuestionables en el pasado, la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos ha demostrado que no tiene carácter para enfrentar las presiones del gobierno y que perdió el carácter que una vez tuvo como interlocutor de los cineastas frente a los gobiernos», afirma el director de cine.