Con dos horas y un par de minutos de retraso, finalmente, el cantante José Luis Rodríguez «El Puma» y su banda se presentaron en tarima para comenzar el concierto que estuvo cerca de no celebrarse luego que el Departamento de Salud, en una inspección sin avisar, descubrió que tres de los músicos del artista no tenían las dos dosis de la vacuna.
En su lugar, los músicos presentaron una prueba negativa de covid-19, lo que, en principio, no fue aceptado por la gerencia del coliseo, por lo que se consultó la situación con el Secretario de Salud, Carlos Mellado, quien, tras unos requerimientos, permitió que se diera paso al concierto.
Esto ocurrió alrededor de las 5:00 pm, una hora antes de la pautada para el concierto. En el exterior del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, entretanto, cientos de personas esperaban en fila.
El concierto, ideado para la modalidad más reducida del coliseo, pareció comenzar con la entrada de los músicos al escenario cerca de las 8:00 pm. Minutos después se apagaron las luces del coliseo y unos destellos de luz se proyectaron al fondo de la tarima lo que avivó al público. «¡Agárrense de las manos!», gritó un hombre desde algún punto en el nivel principal, impartiéndole un poco de humor a la tardanza.
Aparecieron entonces los locutores Deddie Romero y Red Shadow para hacer la presentación. Irónicamente, Romero preguntó a la audiencia, «¿cuántos de ustedes están vacunados?».
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Una secuencia de imágenes de distintos momentos en la trayectoria del intérprete, por fin, introdujo al Puma en el escenario. Eran entonces las 8:13 pm, y de inmediato, se disculpó con sus seguidores.
«Amigas y amigos, buenas noches. Ustedes no saben la alegría que tengo esta noche. Sé lo que pasaron para entrar a este sitio. Cuando venía vi una fila inmensa de personas paradas con el calor, de verdad, bienvenidos a todos. Infinitas gracias por su paciencia», dijo para seguido exhortar a seguir lo que ha sido su filosofía de vida tras recibir un trasplante de pulmones en el 2017: vivir el aquí y el ahora.
Continuó saludando a varias de las personalidades que se encontraban entre el público, comenzando por Chucho Avellanet, a quien llamó «un guerrero impresionante», y luego nombró al «Caballero de la Salsa», Gilberto Santa Rosa, al actor Joffre Pérez y al cantante de El Gran Combo de Puerto Rico, Jerry Rivas. «¡Cuánto he bailado contigo!», dijo.
Tras una aparente incomodidad con el micrófono y el audífono, se sentó en una banqueta para dar la señal de inicio. «Partimos», dijo.
Vestido de elegante negro, El Puma comenzó el repertorio de 20 temas con «Agradecido», título que da nombre a esta gira, que a nivel local debió tener su parada previo al inicio de la pandemia.
El tono distintivo de la voz sigue intacto, está en su lugar, y la pasión que continúa despertando entre sus seguidoras, también. Tan pronto se escucharon las primeras notas del éxito «Culpable soy yo», varias mujeres los acompañaron cantando de pie con gran fervor.
Cuando se disponía a iniciar un medley con los temas «Silencio» y «Voy a perder la cabeza por tu amor», ordenó a la banda comenzar de nuevo. Lució molesto. «Escucha la trompeta, tienes que tener un cue», sin que se pudiera distinguir desde el nivel principal a quién se dirigía específicamente. «Vamos a hacer la vaina bien», prosiguió.
En varios momentos durante el show, hizo alusión a la nueva oportunidad de vida que disfruta después del trasplante que le permitió superar una fibrosis pulmonar idiopática que padeció por 17 años. «Dios me regaló más tiempo», comentó. «Estoy descubriendo para qué».
Pasada una hora de concierto, El Puma llamó a Gilbertito a la tarima para cantarle el «Feliz Cumpleaños» por los 69 años que celebró este sábado. Brindaron y en lo que, según ellos, fue un acto sin ensayar, interpretaron a dúo y con mucho sazón, «Amalia Rosa».
A partir del sabroso junte, el repertorio de éxitos continuaría con temas como «Dueño de nada», «Tengo derecho a ser feliz», «El peluquín», «Pavo real», «Agárrense de las manos». Para la despedida el galán del fenómeno telenovelero Cristina Bazán había separado «Baila mi rumba» y «Diosito santo».
Controversia inicial
Este concierto se promovió como uno exclusivo para personas vacunadas, pero al conocerse que algunos músicos del artista no tenían la vacunación completa, el escenario cambió.
Eran cerca de las 5:00 pm, cuando personal del Departamento de Salud llegó al coliseo sin avisar y tuvo conocimiento de que tres músicos tenían una sola dosis, más una prueba negativa de covid-19. Surgió entonces una diferencia entre la interpretación de los productores Rolando Santa y Angie García y la gerencia del coliseo, representada por Jorge Pérez, respecto a la Orden Ejecutiva vigente.
La postura del coliseo es que no se aceptan personas no vacunadas, inclusive, el Departamento de Salud se alineó inicialmente con esa política, pero luego llegó a un acuerdo con las partes para que el concierto se pudiera realizar.
Se requirió para ello que el evento tuviera un tratamiento con distanciamiento, lo que obligó a última hora a hacer una nueva distribución de los asientos en la arena y en el nivel principal. Igualmente se ordenó que se estableciera el distanciamiento entre los músicos en el escenario.
Esto provocó el retraso de dos horas.
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