ENTRETENIMIENTO

El Puma confiesa no sentir rencor por Liliana y Lilibeth

por Avatar GDA | El Nuevo Día | Puerto Rico

En la actual etapa de vida en la que se encuentra el cantante José Luis Rodríguez «El Puma» su prioridad es vivir el aquí y ahora.

Lo dice sin reparos y sin preocuparse por el futuro porque prefiere disfrutar el presente. No hay tiempo para anticipar situaciones, luego de dos grandes lecciones recibidas en los últimos tres años.

La primera sucedió al someterse a un doble trasplante de pulmón en 2017 a raíz de la fibrosis pulmonar idiopática que padecía desde 2000. La segunda: la pandemia y la pausa obligada de los escenarios.

«Estoy viviendo el aquí y el ahora. La vida se ve a diario. No hay que hacer planes de mucho tiempo, sino programarse cada día. No se piensa en el futuro ni se traen cosas del pasado, sino que se vive en un eterno presente desde que el sol sale y se mete. Es un aquí y ahora», aseguró el artista venezolano en entrevista a través de Zoom.

De ambos procesos (la enfermedad y la pandemia), el artista afirmó que aprendió a no tener prisa y a salvaguardar el presente en vías de ser un mejor ser humano. También a tener humildad, bondad y evitar los rencores. En esa reflexión de vida se ubica, además, la maltrecha relación con sus hijas Liliana y Lilibeth Rodríguez Morillo, quienes han sido objeto de controversias por casi tres décadas.

El cantante y actor confesó que de su parte no hay rencores y que el reencuentro se dará en el momento que «Dios permita que fluyan las cosas».

El Puma admitió que mientras estuvo convaleciente por el doble trasplante de pulmón nunca pensó en la muerte. Por otra parte, se describió como un hombre de fe que le pidió tiempo a Dios para completar su propósito. Gracias a ese tiempo, dijo, hoy ha podido reestructurarse a sí mismo y concluir cada uno de sus planes.

«Dios me escuchó y escuchó las oraciones de muchos en otros países y me concedió el milagro para situarme en el para qué. Uno siempre se hace las preguntas de cómo, cuándo dónde, por qué y para qué cuando le pasa algo y estoy en el para qué. Tratar de no pelearme con nadie, en lo posible, aunque es difícil. Ser humilde, amable, cariñoso y bondadoso… cosas que uno va escondiendo con el tiempo porque hay golpes que te marcan, no para siempre, pero dejan huellas fuertes y te ponen a la defensiva. Después de esto que me pasó, aprendí a decir no. Es complicado decirlo, porque a las personas que tú le dices que no se molestan mucho. El sí complace a todo el mundo menos a ti”, reflexionó al artista.

¿Al escucharlo reflexionar debo pensar que la reconciliación con sus hijas mayores está cerca?, preguntó El Nuevo Día.

«Es que yo no siento que estamos peleados. Son mis hijas. No tengo nada guardado dentro de mí. Dios y el tiempo decidirán eso. Cada vez que ha habido ofensas del otro lado sigo quedándome callado. Estoy tranquilo porque no tengo nada que esconder ni ocultar. Todo fluye cuando Dios permita que fluyan las cosas», manifestó el artista, quien no tiene ningún tipo de relación con las hijas que tuvo en su pasado matrimonio con la cantante Lila Morillo.

Sobre la pandemia, además, de bromear con que vio todo Netflix sostuvo que le permitió visibilizar cuán importante es el entorno social y las relaciones de familia, amigos y el público. El dejar de pensar en el individuo para pensar en el colectivo.