Desde hace 34 años, el cine francés ha sido uno de los más esperados por la cinéfilos caraqueños, aunque también ha llegado a algunas ciudades del interior del país. Drama, comedia, documentales, entre otros géneros, han tratado temas importantes para la sociedad francesa. Y este año, a pesar de la pandemia, llega una nueva edición del festival, en modalidad virtual.
A partir de este viernes 2 de octubre hasta el lunes 12, 11 filmes serán presentados de manera gratuita en la web del Trasnocho Cultural. Los temas son variados y todas las películas tienen subtítulos en español. El embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal, asegura que esta edición complacerá todos los gustos. «Seleccionamos lo último del cine francés. Lo más exitoso, no sólo en Francia, sino en el mundo y en festivales. La propuesta abarca distintos géneros como el romántico, policial, comedia y documental», señala.
En este año pandémico la embajada francesa buscó alternativas para continuar con su nutrida agenda. «Estamos en un contexto sanitario global inédito que ha impactado las actividades sociales, la economía y la vida cultural. Frente a esta situación, no quisimos parar la programación cultural: reorganizamos y transformamos. No quisimos interrumpir el Festival de Cine Francés. Aunque sabemos que una sala de cine es un disfrute colectivo. Reímos y lloramos juntos, expresamos emociones juntos y eso es irremplazable», dice Nadal.
De los más de 200 largometrajes que la industria cinematográfica francesa produce al año, 11 cintas son las protagonistas de esta edición del festival: las comedias Feliz cumpleaños del director Cédric Kahn, que aborda un drama familiar con humor; Al agua gambas, una película sobre inclusión en el mundo deportivo, escrita y dirigida por Cédric Le Gallo y Maxime Govare; y Habitación 212, sobre una crisis conyugal de Christophe Honoré. En el género de terror y suspenso destacan Una íntima convicción de Antoine Raimbault, inspirada en hechos reales, y el thriller policial Sin dejar huellas, dirigido por Erick Zonca.
La directora Céline Sciamma dirige el filme Retrato de una mujer en llamas, ambientado en el siglo XVIII, un filme aclamado por la crítica el año pasado y de lo más esperado del festival. Los miserables de Ladj Ly, un retrato de la violencia policial en Francia, fue la candidata al Oscar por ese país el año pasado. Las invisibles es un drama sobre trabajadoras sociales realizado por Louis-Julien Petit. Fahim, una cinta biográfica del director Pierre-François Martin-Laval que presenta la historia de un niño prodigio en ajedrez que emigró junto con su padre de Bangladesh, completa la programación.
En la categoría documental se presentará Free color del director venezolano Alberto Arvelo, Finalmente, los espectadores tendrán la oportunidad de ver el preestreno de Un triunfo, cinta basada en un hecho real sobre un actor que trabaja con un grupo teatral en una prisión.
La película más esperada por Romain Nadal es Free color, un homenaje al maestro Carlos Cruz-Diez, quien falleció el año pasado en su residencia en París, a los 94 años de edad. Se trata de un documental que sigue al artista por diferentes ciudades del mundo. Además, muestra parte de su archivo fotográfico privado, entrevistas y una mirada al proceso creativo de un hombre reconocido mundialmente por sus obras, todo un estudio e interpretación sobre el color.
«Es un filme extraordinario por sus efectos visuales y testimonios del maestro. Da acceso a su vida familiar, momentos íntimos, incluso bastante remotos, que permiten ver como un venezolano vivía su venezolanidad en Francia. Nos habla de su aspecto de humano universal y demuestra que Venezuela es un foco de cultura capaz de conquistar al mundo. Estoy seguro de que muchos venezolanos tendrán muchas emociones al ver este filme», dice Nadal.
A pesar de las dificultades con la conexión a Internet, el embajador destaca que el festival permitirá disfrutar del cine sin importar en qué región del país se encuentre. «Esperamos que un gran grupo pueda acceder a estas películas. Antes, habíamos tratado de deslocalizar el festival de Caracas, pero no era fácil porque necesitábamos socios: la Alianza francesa, por ejemplo, o cines y cine clubes. Con la plataforma del Trasnocho cada ciudadano tendrá acceso a ellas si tiene buen Internet».
Otro aspecto que resalta de esta edición del Festival de Cine Francés es su carácter gratuito. «La cultura debe ser asequible a la mayoría. En nuestra política, la cultura debe de ser un encuentro entre países y llegar al mayor número de personas posible; que se pueda disfrutar en los barrios como en las zonas más desarrolladas del país. Es importante para nosotros que la cultura esté al alcance de todos», afirma el embajador.
El representante del gobierno francés en Venezuela no se considera un cinéfilo, pues sería pretencioso, se reconoce como un aficionado. Su director francés favorito es Jacques Audiar y, antes de la pandemia, frecuentaba salas de cine para ver producciones nacionales e internacionales. Mientras tanto, disfruta del variado contenido que ofrece Netflix.
Durante los meses de confinamiento, Romain Nadal ha continuado con su agenda. Trabaja desde su residencia en Caracas a través de videoconferencias y eventos a distancia; continúa con los programas de apoyo a organizaciones venezolanas y el patrocinio a proyectos en los ámbitos de derechos humanos, igualdad de género e inclusión social. El acercamiento con la gente, comenta Nadal, no sufrió cambios sino que buscó alternativas de adaptarse a la realidad.
Actualmente, a un año del estreno del musical Los miserables, la embajada francesa se encuentra trabajando en proyectos junto con el elenco y producción de la obra. El embajador recuerda que esta puesta en escena ha sido el proyecto cultural más exitoso en que ha participado. Se estima que unas 20.000 personas asistieron a las funciones en el Teatro Teresa Carreño. Sin embargo, no es el único que Romain Nadal guarda con estima particular: «Hemos hecho muchas cosas con otros artistas, por ejemplo, exposiciones y conciertos. Han sido tres años dinámicos gracias a los creadores venezolanos en todos los ámbitos», puntualiza.
Desde el año 2017 Romain Nadal ejerce funciones diplomáticas en Venezuela y su cargo ha sido renovado hasta el verano de 2021. El embajador señala que esto ha sido posible gracias a la confianza que el gobierno francés ha depositado en él y su cuerpo diplomático en Caracas. Además, luego de tres años en el país, asegura que la acogida ha sido excepcional. «El intercambio permanente que he tenido con todos los sectores me ha permitido tejer amistades, participar en iniciativas en todo el territorio y compartir emociones. Los venezolanos son muy humanos y cariñosos. Aquí me siento en familia», confiesa.
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