El Festival de Artes Escénicas Franco Venezolano regresa. La tercera edición el evento cultural celebrará la danza y el movimiento del cuerpo en homenaje a la bailarina venezolana Sonia Sanoja. Durante dos semanas, del sábado 16 de septiembre al 1 de octubre, el circo, la música, el ballet y el teatro, convencional y no convencional, tomarán Caracas para festejar las artes escénicas en sus distintas expresiones.
El festival, organizado por la Embajada de Francia en Venezuela, el Centro de Creación Artística TET y la Alianza Francesa de Caracas, en coproducción con el Teatro Teresa Carreño, comenzará con Giselle, de Adolphe Adam, a cargo del Ballet Teresa Carreño y la Orquesta Juan José Landaeta, dirigida por Christian Vásquez, en la Sala Ríos Reyna del complejo cultural.
Durante las dos semanas de festival, el público podrá disfrutar de muestras teatrales, como El observador silencioso, de Thot Danza Butoh; Terapia, humor y circo, de Circo de Venezuela; Energía etérea, de Teresa DanzaKalle; Susurros, de Ubuntu; Quattuor, de Espacio Alterno; Cuerpo sonoro: Agrestes, de Sarta de Cuentas, Credo, de Rajatabla, entre muchas más actividades.
En total, 40 actividades le darán forma al festival, entre ellas conversatorios, exposiciones, proyección de películas, talleres, conciertos y muestras teatrales. Todas a celebrarse en distintos lugares de la ciudad, desde teatros y centros culturales, como el Teatro Teresa Carreño y Centro Cultural Chacao, hasta comunidades de la ciudad, como Petare y Catia. Algunos espectáculos serán gratuitos, mientras que otros requerirán entradas, cuyo precio varía dependiendo del evento y el lugar. El costo de los boletos va desde los 3 hasta los 30 dólares.
El Festival de Artes Escénicas también ofrecerá una serie de espectáculos dedicados a la maestra Sonia Sanoja, organizados por la Fundación Sonia Sanoja – Alfredo Silva Estrada: Cuerpos performativos: tributo a Sonia Sanoja, con las bailarinas Carmen Ortiz y Daniela González; Vértigo consciente, laboratorio coreográfico a cargo de la Compañía Nacional de Danza; y la acción poética El vuelo del alma, de Sarta de Cuentas. Además, se realizará una exposición, conferencias, conversatorios, cine foros y la inauguración de un centro online de investigación y documentación para la danza contemporánea.
Desde su primera edición en 2019, el festival ha buscado homenajear a un maestro de las artes escénicas con la intención de motivar a las nuevas generaciones a ser disciplinados en las áreas artísticas que desarrollan o acercarse a ellas. «El año pasado, luego que finalizamos la segunda edición, pensamos a quién podríamos rendir homenaje y surgió la idea de una de nuestras compañeras del comité organizador, Ariany Rondón, que dijo: ‘Sonia Sanoja es una maestra que ha tenido en su trayectoria vinculo con Francia e incidió muchísimo en la danza contemporánea de todos los países’. Entonces, al ser venezolana también es importante dar a conocer su historia, el valor que tenemos en el país y cómo reforzarlo», dijo Yariana Armas, productora general del Centro de Creación Artística TET y del festival.
Aunque esta edición del Festival de Artes Escénicas solo se celebrará en Caracas, se considerará para los próximos años llevar algunas actividades a otras ciudades del país a través de las alianzas francesas. «Es un sueño por el momento. Esperamos para el año que viene poder hacerlo a través de las redes de Alianzas Francesas. Llevar, por lo menos, parte del festival a provincia y permitirle a compañías locales presentarse en Caracas», dijo Patrick Riba, consejero de cooperación y de acción cultural de la Embajada de Francia en Venezuela.
En sus próximas ediciones el Festival de Artes Escénicas Franco Venezolano tiene como propósito llegar a más público y actividades al alcance de todos. «El festival desde su primera edición está enfocado en el propósito y la acción de reunificar agrupaciones y espacios culturales, decir: el espacio está presente y no importa las distinciones políticas, económicas o, incluso, regionales’ porque también pasa que las personas de algunas comunidades no suelen acercarse a los centros culturales. Entonces, la idea es, precisamente, que la motivación del festival movilice y haga un circuito de públicos para poder tener un público diverso como la programación que se ofrece», explica Armas.