Encerrado en un sanatorio debido a una aparente enfermedad mental, L. traza un esbozo de su vida y sus recuerdos en medio de su obsesión por una colección de efigies de madera. En ese confinamiento escribe y muestra los claroscuros de su mente, sus sentimientos y su visión de las cosas.
Es la historia de Eran de madera, el debut como novelista de la escritora venezolana María Pérez-Talavera, quien se convirtió en la primera extranjera en ganar el Premio Sagitario Ediciones de Novela Corta, que se entregó en agosto en la Feria Internacional del Libro de Panamá, donde vive desde 2010 con su esposo y su hijo.
El jurado, integrado por los escritores Irina de Ardila, Rogelio Guerra Ávila y Salvador Medina Barahona, premiaron la obra al considerar que posee una narración inscrita en una trama de corte faulkneriano. Es decir, no lineal, deliberada y aparentemente caótica, pero eficaz.
“Historia que invita a ser leída con malicia, la novela es un diario-bitácora donde el protagonista (con una trastocada noción del tiempo) hace esbozo de sus recuerdos ¿reales, imaginarios? desde la confinación de un sanatorio”, señaló el veredicto.
Esta sexta edición del galardón otorga a Pérez-Talavera, valenciana nacida en 1985, 2.000 dólares, un diploma de honor y la publicación de Eran de madera, que se presentará este sábado 19 de octubre en la librería El Hombre de la Mancha en el Multiplaza, en Ciudad de Panamá.
“Lo recibo (el galardón) con emoción, pues es mi primer premio literario. También muy feliz y honrada de tener un lugar dentro de la literatura panameña, país donde empecé formalmente mi carrera literaria”, expresó Pérez-Talavera, también autora del libro de cuentos Umbrales líquidos. Estos y sus otros relatos tienen como hilo conductor la “transformación dramática” (física, mental y espiritual), indica. Y en ellos explora lo fantástico, lo erótico y el suspenso. A estas historias, dice, las une también un estilo que denomina como “ultrasensorial”.
“Me gusta experimentar y crear imágenes sensoriales intensas a través del lenguaje. Me pasa con los cuentos en los que me cautiva más cómo contar la historia, que la historia en sí”, señala.
La escritora venezolana cuenta que durante la narración el lector es parte activa de la obra. “Es él quien decide qué pasa en realidad y qué pasa en la cabeza de L., el narrador protagonista”.
Considera que es una historia que rompe con el estilo novelístico contemporáneo local. Argumenta que, en su mayoría, las novelas ganadoras del Premio Sagitario dialogan con la historia reciente de Panamá. “Y tiene sentido que esa sea una temática que mueva a los escritores locales. Pongo este ejemplo solo como referencia pues en el país hay publicadas, como es natural, novelas con otras temáticas y estilos”.
“La construcción del andamiaje narrativo fue definitivamente un proceso complejo. Pero el producto final es fácil de leer. En mi opinión, Eran de madera es una novela psicológica que engancha al lector, sin sacrificar su nivel de lenguaje o densidad. ¡Por lo menos esa fue mi intención!”, añadió.
De gerente de compras a narradora
Pérez-Talavera se define más como lectora que como escritora. Cuenta que empezó a leer a los 3 años de edad y que su interés por escribir ha madurado con el tiempo. “Escribí desde cuentos y poemas secretos hasta cosas sueltas que ganaron concursos escolares, pasando por un blog (ya fuera de circulación)”.
Aunque, primero, en búsqueda de un trabajo estable y que le generara recursos, estudió Ciencias Administrativas y Gerenciales en la Universidad Tecnológica del Centro. Además es especialista en Ciencias de la Información, tiene un diplomado en Comunicación Social por la Universidad de Carabobo y otro en Creación Literaria por la Universidad Tecnológica de Panamá. Actualmente es bibliotecaria del Colegio Internacional de Panamá.
Antes se desempeñó como gerente de Compras en Procter & Gamble y luego como gerente de Comunicaciones para marcas de belleza de América Latina. En 2015 decidió cerrar su etapa en el ámbito corporativo para dedicarse a la literatura y la investigación.
“De haber podido elegir, hubiese querido estudiar Letras, Actuación o Comunicación Social. Sin embargo, el río siempre vuelve a su cauce. Después de varios años ejerciendo, debo reconocer que con mucha satisfacción, reconecté con mi deseo de escribir y me integré a la comunidad local de escritores a través de los talleres de cuento del profesor Jaramillo Levi”, contó.
Ahora trabaja rodeada de libros, coordina proyectos de investigación y sigue escribiendo.
Los próximos proyectos son, en este orden, novela, poesía y ensayo. “Estoy trabajando muy emocionada en una novela que espero terminar en los próximos meses y, con suerte, publicarla pronto. Uno de sus temas, pero no el central, es, justamente, la migración. Al igual que Eran de madera, exploro la naturaleza humana desde un ángulo poco común”.
@Sasamendoz