Los museos de París desempolvan ya su lado más deportivo con programaciones que anticipan la llegada de los Juegos Olímpicos. La capital francesa dará el pistoletazo de salida en apenas tres meses, el próximo 26 de julio.
El Museo de la Historia de la Migración fue de los últimos en adherirse este viernes a la denominada Olimpiada Cultural. En el recinto se llevó a cabo la inauguración de la exposición Olimpismo, una historia del mundo. La muestra revisita los escenarios olímpicos como amplificadores del poder de las naciones y de los problemas sociales del momento.
«Si se profundiza en la historia de los Juegos, uno se da cuenta de que es un extraordinario analizador de nuestra historia y de todos los problemas que nos preocupan hoy en día», señaló a EFE uno de los comisarios de esta exposición y profesor de historia de la Universidad de Lausanne (Suiza), Nicolas Bancel.
En el caso de los Juegos de Barcelona, ejemplificó Bancel, «España se afirmó como nación democrática postfranquista«. El país quería brillar en el plano deportivo y demostrar que era un país europeo equivalente a los demás en cuanto a libertades democráticas.
Con un enfoque más social, esa misma muestra recoge también preocupaciones del deporte menos conocidas. Entre ellos, la existencia de unos Juegos Olímpicos para sordos, de los llamados Juegos Olímpicos Gay o del debate cada vez más importante sobre la sostenibilidad.
Clases de yoga en el Louvre
Unos días antes que el Museo de la Historia de la Migración, la pinacoteca por excelencia de París, el Louvre, presentó igualmente su programa para el verano de París 2024. El programa está liderado por la muestra El Olimpismo. Una invención moderna, una herencia antigua.
En ella, el Louvre -que permanecerá abierto durante los Juegos al igual que el resto de los grandes museos de París- rescata las figuras del pintor suizo Émile Gilliéron y del filólogo francés Michel Bréal.
El primero fue esencial para el desarrollo de la iconografia olímpica y a Bréal se lo considera el padre de la maratón. Además, junto a esa exposición, el Louvre propondrá también otras actividades en torno al deporte. Entre ellas, clases de yoga o de música disco en sus salas llenas de obras maestras.
El Museo de la Shoáh apuesta, por su parte, por la búsqueda de contrapuntos históricos con la muestra París 1924-2024: Los Juegos Olímpicos, espejo de las sociedades.
En ella 250 piezas recuerdan la exclusión a la que mujeres y judíos, entre otros, se sometieron en la historia olímpica, pero también la apropiación del deporte como lugar de reivindicación.
Sobre ese último aspecto, por ejemplo, la muestra recuerda el momento de México 68 en el que los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos reivindicaron derechos humanos para las personas negras con el puño enguantado alzado, haciendo el saludo del Poder Negro.
Historia de las medallas
En el terreno de las curiosidades, a través de 152 preseas olímpicas, la Casa de la Moneda de París propone De oro, de plata, de bronce. La exhibición repasa la historia de las medallas: sin anillos en sus orígenes modernos en Atenas 1896, rectangulares en París 1900 y nunca uniforme en su diseño para los Juegos Olímpicos de invierno.
Pero si lo que se quiere es viajar en el tiempo, antes incluso de la invención de los JJ.OO., el Museo Marmottan Monet apuesta por mostrar con ¡En juego! Los artistas y el deporte 1870-1930. La muestra expone cómo el despertar deportivo en la sociedad de ese periodo inspiró las obras de los impresionistas.
Esas obras cautivaron a pintores y a fotógrafos, como Paul Richer y Georges Demeney, que congelaron los movimientos del cuerpo humano al ejercitarse. O al caricaturista francés Honoré Daumier, que plasmó en sus láminas el carácter de quienes practicaban deporte.
Desde la antigüedad a principios del siglo XX también viaja la exposición del Petit Palais El cuerpo en movimiento. La muestra utiliza la anatomía humana como hilo conductor del olimpismo.
En una vertiente más contemporánea, SPOT24 – Exposición Olímpica, deportes y culturas urbanas exhibirá en mayo en el Campo de Marte el impacto de las culturas urbanas en los Juegos. Lo hará a través de deportes como el patinaje, la escalada, el BMX estilo libre, el surf, el baloncesto 3×3 o el break dance.