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El cuerpo infinito de Marina Abramovic

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Marina Abramovic es una personalidad medular para el devenir del arte performático y conceptual del último medio siglo. Esta mujer extraordinaria nació en Serbia, en el año 1946, apenas un año después de la consolidación del régimen comunista en la antigua Yugoslavia, de la cual Serbia formaba parte. Su familia estuvo íntimamente vinculada a este proceso, y se considera que formó parte de una suerte de «élite roja». Esta vinculación política se tradujo en una educación casi militar en su hogar, y en un estricto control sobre su educación y accionar en su primera juventud, y hasta avanzados sus 20.

Entre 1965 y 1970 estudió en la Academia de Bellas Artes de Belgrado, Serbia y posteriormente en la Academia de Bellas Artes de Zagreb en Croacia. Enseguida se decantó por la performance, antes que cualquier otra manifestación artística. El uso de su cuerpo como acto de liberación de su rígida educación filial, y como instrumento de creación, convirtieron a Marina Abramovic en una pionera en el mundo dentro de este campo, y en la actualidad se le adjudica el sobrenombre de «la abuela de la performance».

A principios de los años 70 protagonizó una serie de actuaciones nombradas Rhytms (Ritmos), en distintas galerías europeas. Estas obras poseían un componente de reflexión esencial sobre su propia persona, y también aspectos de interacción social. En 1974 realizó su obra Rhythm 0[1] en una galería napolitana. Colocó una serie de objetos, cuidadosamente seleccionados, sobre un mesón dentro de la galería. A los asistentes del público les dejó escritas las siguientes instrucciones «hay 72 objetos sobre la mesa que puede usar en mí como desee. Yo soy el objeto. Durante este tiempo yo asumo cualquier responsabilidad». Había objetos tan diversos como una pluma, aceite de oliva, una rosa, un peine, una cámara polaroid, un bolígrafo, un espejo…, así como una única bala y un revólver. Ella en el centro de la galería, como un objeto pasivo, solo se limitó a resistir impasible las acciones que el público infligió sobre ella utilizando los diversos objetos. Algunas reacciones fueron positivas y hasta graciosas, empleando objetos inofensivos. Pero también hubo actos de agresión e incluso un asistente del público llegó a apuntarle con el revólver.

Entre las múltiples ideas que motivaron esta obra de Marina estuvo la de reflexionar sobre la diversidad de reacciones que podría desencadenar en un ser humano el tener poder ilimitado y sin consecuencias sobre otro. En algunos sacó lo peor de nuestra especie, mas no de inmediato, sino a través de un proceso gradual, al principio con timidez, y después con más seguridad y hasta crueldad en ciertos casos.

Sin embargo, su obra en general llama la atención sobre algo mucho más íntimo. Esto es el enfrentamiento y resistencia del individuo ante fenómenos inevitables de la existencia, como las limitaciones del cuerpo o nuestra aceptación de la muerte como una parte inseparable de la vida.

En 1976 se marchó a Amsterdam, donde conoció a Ulay, quien sería su pareja sentimental y profesional durante más de 10 años. Junto a Ulay trabajó como una sola persona-artista, y su obra se diversificó a otros temas, tales como los componentes del ego, la individualidad, el espacio personal y la libertad. El cuerpo obviamente en una categoría protagónica, pero inmerso por aquellos años en otro tipo de búsquedas. Incluso su ruptura con Ulay en el año 1988 fue convertida por decisión de ambos en una performance. Caminaron cientos de kilómetros, cada uno desde un punto de partida opuesto, despedirse al encontrarse en el medio, y continuar su camino.

Posteriormente, Marina -quien se mantiene en activo hasta el día de hoy- ha seguido trabajando en sus teorías relacionadas con el auto-conocimiento, la espiritualidad y la meditación como actos creativos inherentes a su existencia. Esto ha dado en llamarse el «método Abramovic», a cuya divulgación y enseñanza ha contribuido el Marina Abramovic Institute, creado por ella en el año 2007.

Sobre ella y otros artistas de la performance le invito a conocer más a través de mi canal de YouTube y mi website.

[1]La obra fue documentada en su momento, y en 1994 (20 años después) se publicó una edición limitada que incluía una fotografía de la artista durante la performance, el listado mecanografiado de los 72 objetos y las instrucciones escritas al público. La propia Marina me obsequió en el 2007 una de sus pruebas de autor, que hoy forma parte de mi colección.  

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