Una plataforma independiente venezolana se presenta por primera vez en el Festival de Cannes, impulsada tanto por la diáspora de creadores fuera del país como por los que se quedaron dentro, todos ellos cansados de años de crisis y polarización.
«Llevamos 15 o 20 años esperando soluciones del Estado, del gobierno. Esta vez decidimos crear nuestra ventana alternativa. Es cine, pero también es una ventana para poder presentarnos de nuevo como país», explicó este sábado a la AFP una de las impulsoras de Venezuelan Hub, Valeska Hernández.
Su agencia, The Visionist Advisers, basada en Nueva York, hizo un llamado a todos los interesados a presentar proyectos, entre guiones y películas que necesitaban fondos para ser concluidas.
A todos ellos se les dio cita en el Mercado del Cine de Cannes.
«Esperábamos tener entre 5 y 15 proyectos. Entre todos tuvimos [propuestas de] 140 profesionales», añadió otra de las impulsoras del proyecto, Diana Lichy.
El cine venezolano era uno de los más importantes en términos de volumen de negocios de América Latina en los años 1970, recuerda Atahualpa Lichy, realizador y que vive entre Venezuela y Francia.
Actualmente «está un poco como el cine chileno en la época de Pinochet, está muy disperso», comentó a la AFP este veterano director, que fue uno de los fundadores de la Quincena de Realizadores en Cannes, hace más de cinco décadas.
«El milagro es que muchos han venido hasta aquí, unos 40», añadió.
«Ha sido como una reunión de gente que no se conoce o que vuelven a verse después de muchos años», comentó.
«Mi país cambia todos los meses»
Uno de ellos es Alfredo Hueck, autor de largometrajes y series de televisión, afincado en Miami desde hace 11 años.
En 2013 rodó junto a su hermano Luis Papita, maní, tostón, que se convirtió en una de las cintas más taquilleras del cine venezolano.
Hace cuatro años ambos regresaron al país para rodar Vuelve a la vida, una película finalizada «en 90%», y que quedó varada a causa de la pandemia.
Hueck aseguró a AFP que el parón afectó a todos los mercados, incluido Estados Unidos. Viajó a Cannes en búsqueda de unos 150.000 euros (158.000 dólares) que necesita para acabar su proyecto.
«Mi país cambia todos los meses. Cuando fui a filmar mi película, pues esa Venezuela ya no existe. Ahora se ha dolarizado, la gente está un poquito más abierta a los negocios, pero lamentablemente el gobierno está clavado», declaró a AFP.
Venezuela Hub nace con ánimo independiente, asegura Hernández. Tiene contactos con el oficial Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, y está dispuesto a promover el país como lugar de localizaciones para películas extranjeras.
«Yo estaba caminando en 2019 por estos pasillos (del Mercado del Cine) y veía alrededor mío a Brasil, Chile, Colombia… y nosotros teníamos esa nostalgia de que ojalá estuviera Venezuela», recordó Hernández, para explicar el momento en que decidió lanzar la aventura.