ENTRETENIMIENTO

El ataque a Rushdie engrosa la lista de intelectuales “enemigos” del islam

por Avatar EFE

El escritor anglo-indio Salman Rushdie, atacado este viernes en Nueva York, se suma a la lista de intelectuales y autores que han sufrido ataques, algunos con resultado de muerte, al ser considerados enemigos del islam.

Rushdie, atacado en un acto en el que participaba en Chautauqua (norte del estado de Nueva York), fue trasladado en helicóptero a un hospital donde fue operado. Según su agente, tiene un comprometido un ojo y el hígado.

Rushdie fue el primer escritor que desató las irás del mundo musulmán cuando en 1989 fue condenado a muerte por su libro Los versos satánicos, considerado blasfemo contra el islam. Rushdie reflexionaba sobre unos polémicos versículos que desaparecieron de El Corán porque según la propia tradición musulmana fueron inspirados por Satanás al Profeta para confundirlo.

El 14 de febrero de ese año, el ayatolá iraní Ruhola Jomeini emitió una fatwa (edicto religioso) en la que condenaba a muerte al autor, que tuvo que esconderse, e incluso ponía precio a su cabeza.

Otro de los casos más mediáticos ocurrió el 14 de octubre de 1994 cuando el escritor egipcio Naguib Mahfuz, premio Nobel de Literatura en 1988, fue apuñalado en el cuello por un integrista acompañado de otro en pleno centro de la capital egipcia, cuando se dirigía en automóvil a su tertulia semanal en un casino de la ciudad.

El 29 de marzo de 1995, los dos integristas islámicos, previamente condenados a muerte en Egipto por intentar asesinar al premio Nobel, fueron ejecutados en la horca.

En 1996, Mahfuz fue calificado de «hereje» y sentenciado a muerte por grupos de radicales islámicos. Desde entonces permaneció prácticamente recluido en su hogar, con salidas esporádicas y controladas por la policía y hasta su muerte en 2006.

Con anterioridad, en junio de 1992, el también escritor laico egipcio Farag Foda tuvo pero suerte al ser asesinado a tiros en las cercanías de su casa de El Cairo por un miembro del grupo integrista Asamblea Islámica.

El 26 febrero de 1994, el integrista Abdel Chafi Ramadán, autor de los disparos, fue ahorcado en una cárcel cairota después de haber sido declarado culpable del asesinato del escritor.

El juicio contra los miembros del grupo que también participaron en el asesinato causó gran polémica en Egipto, ya que la obra del escritor fue condenada por los ulemas (sabios musulmanes) de la Universidad de Al Azhar, máxima autoridad para los musulmanes suníes.

Los asesinos declararon ante el tribunal que actuaban conforme a la religión islámica, que según ellos pide la liquidación física de los apóstatas.

En marzo de 2018, el activista y escritor de ciencia-ficción de Bangladesh Zafar Iqbal fue apuñalado por un joven que según las investigaciones se había «radicalizado» tras acudir a varios seminarios islámicos y que consideraba al escritor un ateo del islam.

El joven, que se identificó a sí mismo como estudiante de una madrasa o escuela coránica, apuñaló por la espalda a Iqbal en el campus de la Universidad de Ciencia y Tecnología Shahjalal de Sylhet en el noroeste de Bangladesh, donde impartía clase.

El pasado 6 abril un tribunal bangladesí lo condenó a cadena perpetua.

También en noviembre de 2004 murió apuñalado el director de cine holandés Theo Van Gogh a manos de un joven marroquí radicalizado que le disparó siete veces y le degolló con un cuchillo y después de que se estrenara su cortometraje «Sumisión», en el que denunciaba la situación de la mujer en el mundo islámico.

Uno de los últimos y dramáticos casos ocurrió el 7 de enero de 2015 cuando dos yihadistas armados con kaslasnikov e identificados como los hermanos Chérif y Said Kouachi -y uno de ellos vinculado a Al Qaeda- abrieron fuego contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo en París y mataron a 12 personas, entre ellos al director y tres de sus principales dibujantes. Poco antes el semanario había publicado una viñeta sobre el líder del «Estado Islámico» Abu Bakr al Bagdadi.

El atentado de Charlie Hebdo fue uno de los más graves en la historia de Francia en décadas.