Michelle Yeoh

La actriz malasia Michelle Yeoh, ganadora del primer Oscar concedido a una mujer asiática por su papel en Todo a la vez en todas partes, fue elegida este martes miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), un nuevo hito para la intérprete en el que se corona como el año de su carrera.

Yeoh forma parte de una lista de ocho nuevos integrantes votada durante la 141 Sesión del COI que se celebra en Bombay (India), y en la que también se encuentra la exvoleibolista peruana Cecilia Tait.

La intérprete, verso suelto en un palmarés con un perfil esencialmente deportivo, fue campeona júnior de squash en su Malasia natal y ha hecho gala de sus aptitudes para las artes marciales y otras disciplinas en el desempeño de papeles cinematográficos con altas exigencias físicas, gracias en parte a su pasado en el mundo de la danza.

El deporte también forma parte de la vida personal de la malasia, casada con Jean Todt, exdirector de la Federación Internacional del Automóvil, órgano rector del deporte automovilístico mundial .

Nacida en Malasia hace 61 años, Yeoh se convirtió este año en la primera mujer asiática en ganar un Oscar por su papel en Todo a la vez en todas partes, después de que Merle Oberon, de origen indio, se quedara a las puertas en 1935 por su rol en El ángel de las tinieblas (The Dark Angel).

Se trataba del clímax profesional para la actriz tras décadas tratando de abrirse hueco en la primera industria cinematográfica mundial, desde que comenzó a actuar a los veinte años.

Antes, Yeoh se había formado como bailarina desde la infancia, estudiando la disciplina tanto en Malasia como en Reino Unido, adonde se mudó con sus padres a los 15 años, para acabar inscrita en el programa de ballet de la Real Academia de Danza de Londres.

Una lesión espinal truncó su carrera como bailarina profesional, desviando su atención hacia el mundo de la coreografía, las artes y la moda, y se alzó con el título de Miss Malasia en 1983, a los 20 años.

El concurso de belleza le abrió las puertas del sector publicitario y cinematográfico, y un comercial junto a Jackie Chan sirvió de plataforma para que acabara convirtiéndose en una estrella habitual de las cintas de acción hongkonesas.

Su primer reconocimiento internacional llegó tras su participación en el filme de James Bond El mañana nunca muere (1997), donde se asegura que realizó todas sus escenas de lucha, entrenamiento que le serviría después para la cinta de artes marciales de Ang Lee El tigre y el dragón (2000), que le valió una nominación a los BAFTA.

Yeoh, quien asegura haber estado tentada más de una vez en abandonar la actuación, admitió el pasado año en una entrevista a la revista Time -que la eligió en 2022 «icono» del año- que siempre acabó encontrado razones para no hacerlo.

Así, consolidó una carrera con títulos variados y películas de carga histórica como Memorias de una Geisha (2005) o La Dama (2011), en la que encarnó a la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, la exlíder democrática birmana ahora encarcelada por los militares.

También ha participado en películas de entretenimiento para todos los públicos, como Kung Fu Panda, Transformers o Minions-Avatar.

Tras su victoria en la última edición de los Oscar, Yeoh, quien es asimismo productora y embajadora de buena voluntad de la ONU, afirmó durante una visita a su Malasia natal que ha sido «un viaje increíble, una montaña rusa» desde que se rodó el año pasado la película hasta la ceremonia de premios.

«Damas: nunca dejen que nadie les diga que se les pasó el momento», dijo al recibir el galardón la actriz, quien se ha dedicado en entrevistas a hacer un alegato por la diversidad racial en el cine y por defender papeles para mujeres de mediana edad.


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