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Eduardo Mendoza ensalzó el humor al recibir el Cervantes

El jurado reconoció la obra llena de sutilezas e ironía del escritor español, autor de 15 novelas, 2 libros de relatos, ensayos y obras de teatro

Por AFP
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El escritor español Eduardo Mendoza reivindicó el género literario del humor al recibir el Premio Cervantes, el Nobel de las letras hispanas, declarándose admirador del Quijote, referente de su carrera literaria.

Afirmando nunca haberse imaginado merecedor del premio, el autor barcelonés de 74 años de edad hizo gala de la fina ironía que impregna su prolífica obra durante el discurso de aceptación del premio, entregado por el rey Felipe VI.

“En mis escritos he practicado con reincidencia el género humorístico y estaba convencido de que eso me pondría a salvo de muchas responsabilidades. Ya veo que me equivoqué”, expresó durante la ceremonia que se celebró en la Universidad de Alcalá, en las afueras de Madrid.

Autor de Sin noticias de Gurb, una novela por entregas sobre un extraterrestre en la Barcelona previa a los Juegos Olímpicos de 1992 que lo consagró como escritor de humor, considera el galardón como un reconocimiento a un género a veces denostado. El humor ha dado nombres ilustres a la literatura española, pero a menudo y de un modo tácito se considera un género menor, lamentó. “Yo no lo veo así. Y aunque fuera un género menor, igualmente habría que buscar y reconocer en él la excelencia”, afirmó.

Mendoza dedicó buena parte de su discurso a ilustrar el peso en su vida del Quijote, desde que en la escuela su lectura fuera una revelación para quien era un niño empeñado en escribir, pero que no sabía ni cómo ni sobre qué.

Aunque seguidor de otros escritores clásicos, señaló que su modelo ha sido la obra sobre las aventuras del Caballero de la Triste Figura de Miguel de Cervantes, un texto recibido como un libro cómico. “Porque, salvando todas las distancias, yo aspiraba a lo mismo que don Alonso Quijano: correr mundo, tener amores imposibles y deshacer entuertos. Algo conseguí de lo primero; en lo segundo me llevé bastantes chascos y en lugar de deshacer entuertos, causé algunos, más por irreflexión que por mala voluntad”, manifestó. “Un héroe trágico nunca deja de ser un héroe, porque es un héroe que se equivoca. Y en eso a don Quijote, como a mí, no nos ganaba nadie”, agregó.

La obra de Mendoza, un “verdadero artesano del lenguaje” que ha llegado a ser “un maestro en el manejo del idioma”, se ubica en la estela de la mejor tradición cervantina, se congratuló el rey.

El jurado del Cervantes, galardón dotado con 125.000 euros (134.000 dólares), premió la obra llena de sutilezas e ironía de Mendoza, autor de 15 novelas, 2 libros de relatos, ensayos y obras de teatro.

En el pasado el reconocimiento recayó en escritores como Jorge Luis Borges, Camilo José Cela, Juan Carlos Onetti y Álvaro Mutis, o en los también premios Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y Octavio Paz.

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