Como una mirada a su vida psíquica, Dulce Gómez expone 25 obras en la sala TAC del Trasnocho Cultural. Pulso es la nueva exhibición de la artista caraqueña: una recopilación de pinturas realizadas entre 1999 y 2019, bajo la curaduría de Yuri Liscano.
El espectador encontrará en cada pared una serie de pinturas que lo llevará a indagar y reflexionar sobre su propia vida. Los colores y las formas invitan a hallar un punto común entre ellos, pero la artista asegura que cada quien descubrirá una parte suya en sus pinturas.
“Pulso significa para mí llevar todo con precisión, orden y tesón. Ese pensamiento me ha guiado desde 2002 hasta el presente. Son formas, colores, gestos y trazos que buscan estar en equilibrio”, destaca.
La artista recién había realizado una exhibición privada en su casa-taller en Caracas cuando Liscano la invitó a presentarse en la Sala TAC. Gómez reunió entonces sus más queridas piezas para mostrar los elementos que se mantienen constantes y vigentes entre las obras, a pesar de que fueron pintadas en distintos momentos de su vida.
“Busco en la heterogeneidad de la vida el sentido implícito. Lo plasmo en el lienzo y espero que, quien lo vea, sea capaz de percibirlo. Pienso que, a través de la estética visual, resuelvo conflictos míos”, manifestó la artista. Este proceso de abstracción y creación pictórica proviene de años de psicoanálisis que la ayudaron a profundizar sobre sí misma y a obtener mayores niveles de concentración a la hora de trabajar.
Gran parte de sus obras nació de una idea particular que quedó fijada en la mente de Gómez; otras son el resultado de relacionar el mundo interior con aspectos cotidianos que luego son transformados en figuras abstractas sobre el lienzo, y otro grupo proviene de su mundo onírico. “Escucho mucho lo que me dice mi conciencia pictórica al momento de trabajar. Es un diálogo íntimo entre el objeto, el lienzo y yo”, reconoce la artista.
Desde el primer momento, Gómez sabía exactamente qué quería transmitir en esta exhibición integrada por obras inéditas y otras ya exhibidas. “Lo que yo quise mostrar no se ve de inmediato. Se percibe luego de observar con detalle cada pieza y descubrir las suspensiones, los contrastes de color y las formas que hay en cada una. Se debe estar muy atento y ver con calma cada cuadro para seguir el concepto”.
Asegura que disfruta la pintura porque le permite jugar con el tiempo y calcular todos los movimientos de su proceso creativo. Este último lo considera un intercambio entre lo artesanal y lo mental, ya que puede conjugar los aspectos intangibles como intuiciones, sensaciones, ideas y sentimientos con el mundo visible.
Luego de años trabajando con galerías de arte, Gómez decidió apostar por una labor independiente. “Estoy en un momento en mi vida en el que quiero trabajar de manera autónoma. Así puedo ejercer mi libertad de inicio a fin. He vuelto a mis inicios. Llevo personas a mi estudio, pero también estoy probando con la tecnología, porque gran parte de mis obras están en mi cuenta de Instagram y en mi página web. Sin embargo, si una galería o algún representante me invita a exponer, lo considero”.
“Quiero que el espectador salga de la exposición y se lleve la sensación de que alguien trabajó y ejerció su libre albedrío. Que aprecie el trabajo de una mujer que, a pesar de las dificultades del país, ha podido mantenerse como una artista independiente que trabaja con sus propios medios y produce constantemente”, concluye Gómez.
Pulso
Sala TAC
Trasnocho Cultural
Miércoles a sábado, 10:00 am a 9:00 pm
Martes, domingo y feriados, 1:00 pm a 9:00 pm
Entrada libre
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