Después de aplazar el estreno global de Mulán y de cerrar sus parques temáticos, Disney tomó otra decisión drástica para frenar la crisis por el coronavirus: suspender la producción de todas sus películas, con la animación como excepción.
De esta manera, la nueva versión con actores reales de The Little Mermaid retrasará su rodaje. Esta filmación comenzaría en nueve días en Londres, lo mismo que el thriller de Guillermo del Toro Nightmare Alley, el drama de Ridley Scott The Last Duel y la siguiente entrega de Home Alone.
“Si bien no se confirmaron casos de covid-19 en nuestras producciones, tomamos la decisión de detener la producción de algunas de nuestras películas de acción en vivo por un corto tiempo”, dijo un portavoz de Disney en un comunicado.
La medida se tomó después de considerar el entorno actual y de buscar el interés de los elencos y equipos.
La nueva Peter Pan y Wendy, así como Shrunk, una secuela del clásico de los años 80 Honey, I Shrunk the Kids, también se retrasan. Ambas estaban en una fase temprana de preproducción.
“Continuaremos evaluando la situación y regresaremos al trabajo tan pronto como sea posible”, aclaró el gigante del entretenimiento.
La decisión de Disney afecta a un gran número de estudios de los que la compañía es propietaria, como Fox o Searchlight.
Marvel, también bajo el control de Disney, ya suspendió el rodaje de Shang-Chi and The Legend of the Ten Rings, después de que su director, Destin Daniel Cretton, se aisló por decisión propia.
Disney también suspendió casi 16 pilotos de televisión por las mismas razones, informaron medios de comunicación especializados.
Asimismo, ya se interrumpieron rodajes de otros estudios diferentes como Mission Impossible en Italia, Competencia Oficial -protagonizada por Penélope Cruz, Antonio Banderas- en España, y del concurso The Amazing Race por todo el mundo.
Y los preparativos para filmar la cinta biográfica sobre Elvis Presley quedan pausados después de que uno de sus protagonistas, Tom Hanks, se contagió con el coronavirus en Australia.