Dinamarca inaugura este miércoles un nuevo museo dedicado a los exiliados, situado donde hubo un campo de refugiados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de contar mejor las historias personales de la migración forzada.
Llamado Flugt -huída, en danés- el museo fue inaugurado en Oksbøl, una pequeña ciudad de la costa occidental del país escandinavo, uno de los estados europeos más duros con la inmigración.
Está situado en lo que fue el hospital del campo de refugiados, al que se le ha añadido un ala moderna.
Con la ayuda de efectos personales -desde una tienda de campaña hasta un oso de peluche- la exposición cuenta, las historias de las personas que tuvieron que huir.
Entre ellas los refugiados alemanes a la caída del nazismo pero también los que encontraron refugio en Dinamarca para escapar de la guerra y la opresión.
«Queremos contar la historia que hay detrás de los números, las personas reales», dijo a la AFP el director del museo, Claus Kjeld Jensen.
Fue en estos terrenos militares y en playas del Mar del Norte donde se refugiaron, al final de la guerra de 1939-1945, decenas de miles de alemanes que huían del avance del Ejército Rojo.
Oksbøl se convirtió en pocas semanas en la quinta ciudad más grande de Dinamarca por población.
En el campo de refugiados, que funcionó de 1945 a 1949, había escuelas, un teatro y un taller, todo detrás de las alambradas.
Excepto dos casas del hospital y un cementerio, oculto por un denso bosque, quedaban pocos rastros de este pasado, que el museo quiere ahora revivir.
«Tenemos muchos más refugiados en el mundo que al final de la Segunda Guerra Mundial. Así que supongo que el tema es más relevante que nunca», dice Kjeld Jensen.
«Santuario»
El museo fue inaugurado el sábado por la reina Margarita II de Dinamarca y el vicecanciller alemán Robert Habeck.
Ha costado un total de 16 millones de euros (16,8 millones de dólares), de los cuales Alemania aportó 1,5 millones.
«Nadie hubiera pensado que sería de tan triste actualidad hablar de los refugiados y del exilio», dijo la monarca de 82 años.
Según el ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, casi 60 millones de personas en todo el mundo estaban desplazadas a finales de 2021.
La invasión rusa de Ucrania ha desencadenado un nuevo movimiento en el continente, con al menos 12 millones de personas que han abandonado sus hogares, según la ONU.
El nuevo museo fue diseñado por el mundialmente conocido arquitecto danés Bjarke Ingels, que recientemente diseñó la nueva sede de Google en Silicon Valley.
«Cuando empezamos este proyecto, pensábamos que era algo del pasado para Europa Occidental», dijo en la inauguración.
En el interior hay un gran vestíbulo abierto desde el que los visitantes exploran las exposiciones. Un lugar concebido como «un oasis o santuario que se abre al bosque», según su creador.
Algunos piensan que la actual política de refugiados de Dinamarca está en contradicción con la filosofía de acogida del museo.
En los últimos años, los gobiernos, tanto de derecha como de izquierda, han aplicado una de las políticas migratorias más estrictas de Europa.
Dinamarca se convirtió en el primer país de la Unión Europea en revisar los casos de varios centenares de sirios de Damasco a los que se les había concedido asilo, juzgando que la situación les permitía regresar a su país.