Diego Boneta, el carismático joven que ha aparecido en series de televisión como Scream Queens y Pretty Little Liars, caminaba por el Palacio de Bellas Artes en Ciudad de México mientras hablaba de los majestuosos murales de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Bueno, más bien intentaba hablar de ellos. Debía detenerse más o menos cada 30 metros, cuando una admiradora –algunas adolescentes, otras de alrededor de 50 años de edad– se acercaba y le pedía tímidamente sacarse una selfie.
“Diego, ¿me regalas una foto?”.
Cada una de esas veces, el cantante y actor ponía amigablemente sus brazos sobre los hombros de las fanáticas, esbozaba una sonrisa de ídolo en portada de revista y al final del encuentro extendía un abrazo gentil; todo un héroe conquistador en su tierra natal.
Después de pasar una década en Hollywood, Boneta, ex estrella de telenovelas y cantante de pop mexicano, ha llevado su imagen de ojos de color avellana a un nuevo estatus: un rompecorazones digno de observar.
Después de su debut cinematográfico en Hollywood en La era del rock, película musical de 2012 en la que interpretó a un fanático de rock nacido en Michigan al lado de Tom Cruise, ahora Boneta, de 27 años de edad, está por aparecer en tres películas este año, entre ellas El titán, filme de suspenso de ciencia ficción protagonizado por Sam Worthington.
Pero su rol más destacado hasta ahora es el que interpreta desde el 22 de abril en Netflix y la pantalla de Telemundo, y por el que todos hablan de él: Boneta da vida a Luis Miguel en una serie que ha marcado un resurgimiento en la carrera de “El sol de México”.
Esa serie de 13 episodios –hoy se estrena el capítulo 7– es una biografía autorizada de la superestrella mexicana que presenta de manera reveladora el pasado del cantante. Entonces, ¿Boneta es una estrella de Hollywood en México o una estrella mexicana en Hollywood? ¿Y cómo es que eso aún importa? “No me considero 50-50”, dijo Boneta. “Soy ciento por ciento mexicano y ciento por ciento estadounidense”.
Para familiarizarse de nuevo con una ciudad de la que se mudó a los 16 años de edad, Boneta decidió pasar el día como turista, viendo los famosos murales que engalanan los grandiosos edificios del centro histórico. “Me encantan, me encantan, me encantan la historia y el arte”, dijo.
Es consciente de cómo se ha representado recientemente a México en el extranjero. “Ahora mismo, en los periódicos, solo lees cosas negativas sobre México”, dijo Boneta acerca de la violencia por el narcotráfico en el país. “Realmente me molesta, porque eso no es todo lo que es México”.
“Esa es una de las cosas que más me gustan de la serie; es el primer gran programa latino que no tiene nada que ver con narcos”, expresó. “Es la historia de éxito del cantante latino más importante de todos los tiempos”.
Dándose un tiempo para reflexionar, Boneta dijo que parecía algo surreal estar hablando sobre Luis Miguel en el Palacio Nacional. Recordó que apenas a unos cuantos pasos probó la fama por primera vez a los 12 años de edad, cuando interpretó “La chica del bikini azul” –una de las canciones más famosas del artista– frente a 140.000 personas en el Zócalo, en un programa mexicano de talentos, Código F.A.M.A.
“Quizá no era el mejor cantante, pero yo daba una actuación”, dijoBoneta, quien poco después ya se presentaba en estadios y le abría conciertos a Hilary Duff. “Me encantaba presentarme ante multitudes. Sentir esa inyección de adrenalina es como cuando la gente se lanza al vacío desde un avión”.
Boneta dejó la escuela cuando tenía alrededor de 10 años de edad para participar en telenovelas dirigidas a los jóvenes, incluidaAlegrijes y Rebujos y Rebelde. Durante su participación en este programa, Boneta también grabó su primer álbum, Diego, que incluía el sencillo “Responde”, todo un éxito. “Trabajaba de lunes a domingo, quizá de 17 a 18 horas al día en ocasiones”, dijo. “En Navidad tenía medio día libre”.
Cuando Boneta tenía 16 años de edad, la familia se mudó a Los Ángeles, en parte para estar más cerca de Hollywood. Aunque no le hacía falta trabajo, se dio cuenta de que no había muchos proyectos para los actores mexicanos.
Dijo que, además, los actores latinos carecen de una red de apoyo. “En Hollywood tengo muchos amigos australianos y dejan que sus amigos australianos duerman en su sillón”, dijo. “Trabajé en una película con Sam Worthington y me contaba historias sobre cómo había ayudado a los hermanos Hemsworth y, antes de eso, Russell Crowe lo ayudó a él. Lo mismo con los británicos: mientras más ancha la puerta, más cabemos. Es una mentalidad diferente”.
Aún está por verse si Luis Miguel, la serie logrará ampliar la influencia de Boneta en Hollywood al punto de que pueda jalar a otras promesas latinas en su ascenso. Para el mercado estadounidense probablemente no será un obstáculo que el programa esté en español, pues otros programas extranjeros comoNarcos (bilingüe, con subtítulos) y Dark (en alemán, disponible doblado o con subtítulos) se han convertido en favoritos de muchos para hacer maratones de series en Netflix, algo con lo que seguramente cuenta el productor de Luis Miguel, la serie, Mark Burnett ( The Voice, Survivor).
De menos, el jugoso papel promete lanzar a Boneta mucho más allá del territorio en que quedan encasillados los ídolos adolescentes.
Al visualizar su propia carrera en el futuro, Boneta piensa en Tom Cruise, que sigue siendo uno de sus mentores, una inspiración. “Uno de los mejores consejos que me dio es: ‘Ponte una meta y trabaja hacia atrás”, dijo. “Si quieres ser una gran estrella de películas de acción, tienes que aprender a andar en motocicleta, a pilotar aviones y a hacer tú mismo las escenas peligrosas”.
Si pensamos, “Diego Boneta, estrella de acción”, suena bien. Una meta a corto plazo que tengo, y sé que puede sonar cursi, es ser el primer superhéroe latino de Marvel, con un personaje que no necesariamente sea latino”, dijo.
Después de todo, Black Panther ya demostró que una película de un superhéroe que no es blanco puede ser un éxito de taquilla. “¿Qué tal Pantera Negra?”, preguntó con una sonrisa.
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