Eran las 4:15 pm del sábado 20 de noviembre y la sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música estaba en penumbra. Músicos, medios de comunicación e invitados especiales guardaban silencio en el lugar y dirigían su atención a la pantalla: se estaba establecía conexión con las autoridades del Guinness World Records. En segundos se sabría si el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela logró romper el récord como la orquesta más grande del mundo. Pasaron los segundos y, finalmente, apareció en pantalla la adjudicadora oficial de Guinness, la mexicana Susana Reyes. Los presentes en la sala se sentaron en el borde de sus sillas con sus celulares en mano, listos para grabar el histórico anuncio.
«Ahora es el momento de revelar el resultado de su intento oficial. Hemos recibido su evidencia del Guinness como la orquesta más grande. Nuestro equipo de gestión de retos ya tiene el resultado final. El reto para superar es de 8.097 personas y este intento ha sido exitoso», informó Reyes. Estallan los aplausos, suenan gritos de júbilo y los vítores de felicidad no dejan escuchar sus palabras. «Esperamos que intenten romper más récords en el futuro», dijo la adjudicadora. Pero nadie la escucha: El Sistema lo logró.
De los músicos venezolanos que interpretaron el pasado 13 de noviembre la Marcha eslava, del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky, 8.573 fueron acreditados por Guinness World Records como la orquesta más grande del mundo. La cifra logró superar la marca anterior registrada por músicos rusos en 2019. Hay que aclarar que los 12.000 músicos convocados en el Patio de Honor de la Academia Militar el sábado 13 de noviembre no calificaban para el récord: sólo participaban los músicos que ejecutaran la obra sinfónica.
El esperado certificado
Se encendieron las luces en la sala Simón Bolívar y en el centro del escenario estaba el certificado en un caballete, cubierto por un manto azul. Al estrado subieron las hermanas del maestro José Antonio Abreu, Ana y Betty Abreu, acompañadas de dos niños miembros del Sistema, José Púa, de 8 años y Fabiana Villegas, de 9, ambos encargados de levantar el manto. También estuvieron presentes cinco de los seis directores que dirigieron a la orquesta más grande del mudno: Andrés David Ascanio, Urielis Valentina Arroyo, María Gabriela Hernández, Diego Alfonso Luzardo y Naileth Alejandra Castro.
Por último, subieron al escenario Freddy Náñez, vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, el embajador ruso en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov y Eduardo Méndez, director ejecutivo de El Sistema. El primero en tomar la palabra fue Náñez, en representación del gobierno.
«No es un discurso lo que vengo a darles. Es algo más sencillo. Vengo a entonar la única palabra que nos sobra en este lugar. La palabra que sin producir las siete notas musicales también es capaz de producir sinfonías en el alma. En nombre del presidente de la República, Nicolás Maduro, en nombre de los venezolanos, vengo a decirles: Gracias. Somos la orquesta más grande del mundo», dijo Freddy Náñez.
Acto seguido, el pequeño percusionista del núcleo del 23 de enero, José Púa, nervioso y alegre, en compañía con la oboísta Fabiana Villegas, igual de nerviosa que él, levantaron el manto para descubrir el certificado del récord Guinness. El público aplaudió y celebró. El el micrófono pasó a manos del invitado especial del gobierno, Sergey Mélik-Bagdasárov.
«Venezuela acaba de tomar el lugar de Rusia elevando a nuevas alturas su gran misión de mostrar la música como cultura de paz. Mi más sinceras felicitaciones por este éxito», comentó el embajador ruso en Venezuela.
Para finalizar tomó la palabra Eduardo Méndez: «Para nosotros es un gran honor este merecido reconocimiento. Es una hazaña esto que se pudo hacer. Por supuesto, gracias al apoyo recibido, al presidente de la República, a todo el equipo del Estado que se sumó a esta difícil, ardua, complicada, pero hermosa tarea. Hoy Venezuela debe sentirse orgullosa por ese millón de niños que forman parte del Sistema. Esto es para ti maestro Abreu», señaló el director ejecutivo mientras el público volvía a aplaudir.
We Are The Champions
Tras el gran anuncio del récord Guinness, los músicos de la Orquesta Simón Bolívar se prepararon nuevamente. Era el momento de interpretar el emblemático tema «We Are The Champions» de Queen bajo serpentinas plateadas. El evento cerró con la interpretación del tema «Venezuela» y la fotografía oficial con el certificado. Para ello, posaron los músicos, representantes de El Sistema, directores, las hermanas del maestro Abreu y los dos pequeños niños con el récord Guinness.
A las 3:43 de la tarde, y tras una presentación del grupo Venezuelan Sound System, los músicos del Venezuelan Brass Ensemble dieron inicio al concierto con la interpretación de «Amalia» de Francisco de Paula Aguirre. Seguidamente, se dio entrada a la Orquesta Simón Bolívar para interpretar el Danzón Número 2 de Arturo Márquez, «Alma Llanera» de Pedro Elías Gutiérrez y la Marcha Eslava de Piotr Ilich Tchaikovsky bajo la dirección de Andrés David Ascanio.
Una lluvia repentina y algunos retrasos en la llegada de invitados especiales, en su mayoría representantes del gobierno y cuerpo diplomático, impidieron el desfile por la alfombra azul destinada para la celebración.
Tras culminar el concierto, la Orquesta Latino Caribeña Simón Bolívar, en la entrada del Centro Nacional de Acción Social por la Música, interpretó varios temas de su repertorio. Los músicos e invitados se congregaron en los alrededores a escuchar, tomarse fotos y conversar. La euforia por alcanzar el récord Guinness se sumó a los ritmos caribeños de la orquesta y lo que comenzó con una persona entre los presentes bailando, terminó por convertirse en una improvisada pista de baile.
A las 2:00 pm un autobús del Sistema Nacional de Orquestas llegó al Centro Nacional de Acción Social por la Música para recoger a un grupo de músicos que tocarían en el Palacio de Miraflores. Una delegación de los integrantes de la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta, dirigida por Jesús Uzcátegui, interpretó las piezas «Venezuela» y el joropo perteneciente a «Aires de Venezuela”.
En Miraflores,, Eduardo Méndez compartió el récord Guinness con Nicolás Maduro, una vez finalizado el concierto en la sede de El Sistema. En el acto, además, el director ejecutivo recibió una réplica de la espada de Bolívar para la institución, informó Venezolana de Televisión.