ENTRETENIMIENTO

De Bond a Snowden, una muestra explora el juego de espejos entre el cine y el espionaje

por Avatar EFE

Desde Mata Hari a Carrie Mathison, de James Bond a Edward Snowden, la exposición Top Secret explora en Barcelona «el juego de espejos» entre el cine y el espionaje, los vínculos entre los oficios de actores y espías, entre la ficción y los hechos históricos.

En colaboración con la Cinemateca Francesala, la exposición organizada por CaixaForum, presentada el jueves, sigue un recorrido cronológico y temático que abarca un siglo de esa relación, con unas 270 piezas.

El visitante puede contemplar objetos procedentes tanto del mundo del cine como del espionaje, carteles originales, trajes, archivos y documentos, fotografías, instalaciones y obras artísticas y fragmentos de 90 películas.

Exposición espionaje

La comisaria de la exposición, Alexandra Midal, precisó que esos objetos demuestran al visitante «hasta qué punto ambos utilizan tecnologías de grabación de sonidos e imágenes cada vez más eficientes para poder escenificar la realidad».

La muestra incluye 16 obras de artistas como Andy Warhol, Ceryth Wyn Evans, Julien Prévieux, Jean-Luc Blanc, Nina Childress, David Lynch, Nemanja Nikolic, Simon Menner, Trevor Paglen, Heather Dewey-Hagborg o Sophie Call, de la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación «la Caixa».

La exposición aborda la historia de las técnicas desplegadas por agentes de servicios de inteligencia y el papel singular que tuvieron las espías entre 1870 y 1945, así como sus representaciones cinematográficas.

El recorrido se inicia con una suerte de «gabinete de curiosidades» como una estación de reprografía de la KGB rusa, minicámaras ocultas de la Guerra Fría, un receptor automático de la CIA estadounidense, monedas con compartimentos secretos para microfilmes de la KGB o tres falsos vinilos fabricados con radiografías que permitían transmitir música y mensajes del Este al Oeste.

Un segundo ámbito se detiene en las agentes secretas en la Primera y Segunda Guerra Mundial, encabezas por Mata Hari, cuando el sexpionaje se convirtió en motor de multitud de películas.

En esta sección destacan actrices como Greta Garbo, Marlene Dietrich, que habría espiado a los nazis en la vida real, o Hedy Lamarr, quien inventó un sistema secreto de codificación de transmisores precursor del GPS y del wifi.

Exposición espionaje

Seguidamente se detiene en la Guerra Fría, con una aproximación a los bloques del Oeste y Este, representados, respectivamente, por James Bond, el espía gentleman más pop, y por los filmes más oscuros ambientados en la Europa del Este, sobre todo Berlín y la RDA, como The Spy Who Came in from the Cold.

Para evocar ese mundo de la RDA, se exhiben maquillajes, postizos, paraguas-armas, falsos bastones utilizados por la KGB o fotografías del archivo de la Stasi.

La exposición concluye con las nuevas formas de espionaje, en las que el modelo del cinematográfico Jason Bourne tiene referentes reales en ciudadanos como Snowden, el estadounidense nacionalizado ruso que trabajó para la CIA y difundió documentos clasificados por Estados Unidos de alto secreto.