«Me enojó mucho y todavía estoy enojado. Si hubiese sabido que iban a hacer esto probablemente no hubiera hecho la película», decía hace unos días en una entrevista con el sitio especializado Deadline David Chase, el creador de Los Soprano y de la nueva película Los santos de la mafia que regresa al universo de la mafia italiana de Nueva Jersey durante los años formativos de Tony, el inolvidable personaje de James Gandolfini. El enojo de Chase, uno de los más respetados y temidos autores del mundo de la TV, se relaciona con la decisión de los estudios Warner de lanzar el filme en las salas de cine y en la plataforma de streaming HBO Max al mismo tiempo. Un plan que no solo lo sorprendió sino que pensó y todavía piensa que es un error garrafal de los ejecutivos del estudio que tomaron el mismo camino con otras esperadas películas de su producción como Tenet de Christopher Nolan y la inédita Duna de Dennis Villeneuve.
De hecho, cuando se anunció la nueva estrategia de lanzamiento para el mercado norteamericano en diciembre pasado -en Latinoamérica la ventana entre el estreno en cines y la llegada a HBO Max es de cuatro semanas aproximadamente-, tanto Nolan como Villeneuve hicieron público su desacuerdo con el plan de estrenos. «Algunos de los cineastas más destacados y de la más importantes estrellas de cine se fueron a la cama pensando que estaban trabajando para el mejor estudio de cine y se despertaron descubriendo que estaban trabajando para la peor plataforma de streaming. Warner tiene una increíble maquinaría para conseguir que el trabajo de un director llegue a todas partes, tanto en cines como en casa, y lo está desmantelando mientras hablamos. Ni siquiera entienden lo que están perdiendo. Su decisión no tiene sentido en lo económico e incluso el inversionista más casual de Wall Street puede ver la diferencia entre disrupción y disfunción», había escrito Nolan cuando se hizo aquel anuncio. Y su pelea con Warner acaba de sumar un nuevo capítulo: la próxima película del director de El caballero de la noche, que desde hace años trabaja casi exclusivamente para ese estudio, será producida y distribuida por Paramount, su rival en la industria. Además Chase se sumó a los reclamos de sus colegas. Con el agregado de las particulares circunstancias que rodean a Los santos de la mafia, cuyo estreno local en cines está anunciado para fin de mes. Su película, a diferencia de otras, cuenta con un origen, las seis temporadas de Los Soprano que redefinieron la ficción televisiva, disponible en la misma plataforma en la que se podrá ver la precuela escrita por Chase y dirigida por Alan Taylor. Lo que algunos consideran una ventaja, para el autor es una mochila demasiado pesada de cargar.
«Si repitiera mis quejas por todo este asunto frente algún ejecutivo del estudio ya sé lo que me diría: ‘Tenemos otras 17 películas con el mismo problema. Es el covid. ¿Qué podemos hacer?’. Bueno, ya sé eso, pero esos otros 16 filmes no empezaron como programas de televisión y no tienen que esforzarse por despegarse de la imagen televisiva antes de que la gente decida ir al cine a verlas, pero nosotros sí tenemos que hacerlo. Así que así estamos. La gente debería ir a verla a las salas. Fue diseñada para ser vista en una gran pantalla. Es una hermosa película. Nunca pensé que volvería a HBO. Jamás», explicó Chase en una de las pocas entrevistas que concedió hasta ahora por el filme. Su conocida reticencia a la exposición pública esta vez puede que sea lo más beneficioso para los encargados de armar la promoción del estreno simultáneo en salas y en streaming.
Lo cierto es que Los santos de la mafia no tenía muchas posibilidades de hacer que el público olvidara su ilustre origen. O de evitar las comparaciones con la serie que terminó en 2007 con uno de los episodios de conclusión más crítica y discutida de la historia de la televisión. Pensada como una precuela que relata la adolescencia de Tony Soprano (interpretado por Michael Gandolfini, el hijo del fallecido James) y su vínculo con sus padres Johnny Boy Soprano (Jon Berthal), Livia (Vera Farmiga) y, especialmente, su “tío” Richard Dickie Moltisanti (Alessandro Nivola), el capo de la familia en Newark, Nueva Jersey, la película supondrá una oleada de nostalgia y reconocimiento para los fanáticos de Los Soprano y una invitación a descubrir la serie para aquellos que no la hayan visto.
De todos modos, la molestia de Chase es comprensible. Durante años, HBO lo había tentado con la idea de expandir el universo de Los Soprano, una historia que él inicialmente había imaginado para la pantalla grande inspirado en ciertos aspectos de su infancia y especialmente en su madre a partir de la que modeló a la complicada Livia. El autor, convencido de que ya no le quedaban cosas que contar sobre el mundo de Tony y los suyos, se dedicó a otros proyectos como el filme Not Fade Away que él mismo dirigió y el desarrollo de una serie sobre los orígenes de Hollywood que no consiguió producir. Y sin embargo finalmente encontró el camino de regreso a su Nueva Jersey natal y a los personajes de su obra maestra. Que debido a los rigores de la emergencia sanitaria global y las decisiones de negocios del estudio, su película haya quedado en medio de la controversia sobre el nuevo sistema híbrido entre el lanzamiento cinematográfico y el streaming, lógicamente lo decepcionó. Aunque seguramente los fanáticos de su trabajo estén felices de tener una nueva/vieja historia de Los Soprano para descubrir. En cines o en televisión.
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