ENTRETENIMIENTO

Daniel Buren: el arte detrás del arte

por Avatar Ella Fontanals-Cisneros

Daniel Buren es un artista conceptual francés nacido en 1938. Se graduó como pintor en 1960, en la Ecole National Eupériere des Métiersd’Art, en París. A mediados de los años 1960 formó, junto con Olivier Mosset, Niel Toroni y Michel Parmentier el grupo de creación BMPT, exponente del minimalismo en Francia. Sin embargo, alrededor de 1965 su carrera derivó hacia un tipo de arte conceptual totalmente de ruptura. El arte modernista anterior a la II Guerra Mundial entendía, por lo general, que la obra de arte es única, autónoma y en sí misma encierra significados, sentimientos, memorias. Precisamente esta manera de experimentar y producir arte se convirtió en una barrera para el entonces joven Buren, quien se dio a la tarea de crear obras en las que la provocación, el factor sorpresa o incluso el coqueteo con lo prohibido fueran su principal motivación, más que la obra misma. Sus instalaciones de listones de tela, cinta vinílica o metal surgieron desde tan temprana época, y se han convertido en el aspecto más representativo de sus obras a nivel visual. Series de franjas, en cualesquiera de los materiales citados antes, ocupando paredes, puertas, cayendo de techos, arcos o flotando, para luego ser desmontados y destruidos una vez concluida la exhibición o la acción artística de la que formaron parte. Las obras creadas por Buren son de corte conceptual, no hechas para perdurar en el tiempo, aunque el artista ha sido muy meticuloso en la documentación fotográfica de sus piezas, y hasta la actualidad conserva un amplio archivo de sus instalaciones alrededor del mundo, en importantes bienales, certámenes expositivos que desde finales de 1960 le dieron relevancia a su carrera.

En 1969, por ejemplo, decidió participar, aún sin estar incluido en el programa oficial, en la exhibición When Attitudes Become Form (Cuando las actitudes toman forma), en Berna, Suiza. Su participación, lejos de estar sujeta al espacio de la galería, consistió más bien en cubrir vallas publicitarias de la ciudad con sus listones de cinta adhesiva, tal como venían de fábrica. No solo el acto en sí era provocativo, sino que además su intervención sobre el material empleado era mínima, poniendo en crisis el concepto de autor, el papel del artista en el acto creativo e incluso la función y concepto del arte mismo. La experiencia terminó con su arresto y expulsión de Suiza. Sin embargo, las reflexiones en torno al arte que sacó a relucir con su acto artístico-vandálico no pasaron inadvertidas entre la crítica y comunidad artística internacional, y se le consideró radicalmente avant-garde.

A partir de 1972 fue invitado a 3 sucesivas ediciones de Documenta en Kassel, Alemania. Allí presentó en 1972 la primera versión de la obra aquí ilustrada, Exposición de una exposición: Resurgimiento-negro. La obra consiste de un número ilimitado de listones de cinta autoadhesiva, que venía de fábrica con 8.7 cm de grosor, pegados cuidadosamente en la pared blanca de la galería, de modo tal que fuesen todos paralelos, y que ocuparan toda la superficie designada. Entre listón y listón, un margen de 8.7 cm de pared blanca. El área de pared blanca era exactamente igual al área cubierta por cinta adhesiva, otorgando intencionalmente tanto protagonismo al espacio como a la obra misma; de hecho, convirtiendo al espacio en parte intrínseca de la obra. Si bien otros artistas minimalistas como Donald Judd o Dan Flavin habían también incorporado el espacio a la obra, Buren lo llevó aún más al extremo. La pieza debía ser, y fue, el fondo sobre el que se montaron las obras de los otros artistas. Las demás obras debían colgarse haciendo caso omiso a la de Buren, con el objetivo de generar un diálogo tenso entre ellas: ¿es acaso admisible este tipo de interacción entre dos obras de arte, que una sirva de plataforma o soporte para la otra? Esto define la postura siempre reflexiva y polémica de Buren.

Esta obra histórica la adquirí años después, y fue exhibida en el año 2014 como parte de la exposición Impulso, Razón, Sentido, Conflicto. Arte Abstracto en la Colección Ella Fontanals-Cisneros en CIFO Art Space en Miami. La imagen aquí reproducida es precisamente de una de las vistas de dicha exhibición donde se aprecia, sobre la obra de Buren desplegada a lo ancho de toda la pared, un grupo de pinturas geométricas de artistas como Sarah Grilo[1], Ana Sacerdote, Mario Carreño, GuntherGerszo y Alfred Jensen, de los que ya estaremos hablando en otro momento, a través de mi canal de YouTube y mi website.

Pero volviendo a Buren, es importante señalar que tener su obra como parte de mi colección, no se trata de una posesión física, no es tangible. En este caso lo que poseemos es un grupo de instrucciones o directrices para su instalación, y el derecho de rehacerla en otras exhibiciones futuras, siempre respetando su concepto y el tipo de relación que debe entablar con otras obras.

Buren es un artista de referencia en la segunda mitad del siglo XX, aunque aún está en activo hoy en día, y forma parte de colecciones y exposiciones permanentes tales como la de la Tate en Londres, el MOMA en New York, el Guggenheim de Bilbao o el Palais-Royal en París.

[1]En el caso de Sarah Grilo se puede consultar mi reseña publicada en El Nacional