Raymond Ayala, nombre de pila de Daddy Yankee, reapareció el domingo en una iglesia en Puerto Rico, donde ofreció por primera vez su testimonio de vida, luego de que en diciembre pasado anunciara su conversión al cristianismo.
Fue en la iglesia Refugiados en su Presencia, en Las Piedras, en el este de Puerto Rico, donde Ayala, de 47 años, admitió ante la congregación que «el orgullo» fue lo que lo separó de Dios en su carrera artística, que sobrepasó las tres décadas.
«Hoy quizás yo estuviera en una gira haciendo millones de dólares, pero yo estoy aquí completamente gratis y tengo un gozo que no me ha dado el mundo», comenzó diciendo en su testimonio «El máximo líder» del reguetón, en un video que el influencer Maikibackstage compartió en sus redes sociales.
«Veinte años me costó volver aquí, pero el orgullo fue lo que me separó de Dios… El orgullo. Por eso es bien importante cuando estamos en el camino reconocer nuestra debilidad, porque el ser humano no nace con humildad. El ser humano nace con orgullo», prosiguió diciendo Ayala en su testimonio.
Para aquellos que no creen, efectivamente pueden llegar lejos sin Dios… pero les digo algo? Su palabra dice que él es la vida y toda la creación subsiste por el poder de Cristo… Aún aquellos que rechazan a Dios, reciben su sustento. pic.twitter.com/09fdjYVGku
— Daddy Yankee 💜 (@daddy_yankee) March 11, 2024
Ayala agregó que los seres humanos tienen «la humildad a través del Espíritu Santo» y que dicha actitud «es la raíz de toda justicia».
Fue a principios de diciembre pasado, al completar su quinto concierto La Meta en el Coliseo de Puerto Rico, en San Juan, que Ayala anunció que finalizaba su carrera artística, que «se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo», el de vivir su vida para Cristo.
«Mi gente, este día para mí es el más importante de mi vida. Y se los quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito», arrancó diciendo en un mensaje de casi tres minutos, tras concluir el espectáculo ante miles de personas en la principal sala de espectáculos de la isla.
«Por mucho tiempo intenté llenar un vacío en mi vida que nadie pudo llenar. Trataba de rellenar y buscar un sentido a mi vida. En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo. Y les tengo que confesar que esos días terminaron», prosiguió diciendo Ayala.
Ante ello y frente a toda su familia, aseguró que «alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo» y reconoció «que para todos era alguien, pero yo no era nada sin Él».
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional