Los 12 jurados que tienen en sus manos el destino de Harvey Weinstein comienzan a deliberar este martes, tras cuatro semanas de un juicio histórico para el movimiento #MeToo.
La fiscalía de Nueva York acusa al productor de cine cuyas películas ganaron 80 premios Oscar de agresión sexual y violación. Si se le halla culpable enfrentaría una pena máxima de cadena perpetua.
A Weinstein, de 67 años de edad, se le acusa de acoso, agresión sexual o violación por más de 80 mujeres desde que estalló el escándalo en octubre de 2017. Entre las denunciantes figuran la actriz mexicana Salma Hayek y Gwyneth Paltrow.
Pero solo se le juzga en la corte penal estatal de Manhattan por dos casos: la presunta agresión sexual contra la ex asistente de producción Mimi Haleyi, que le acusa de haberle practicado sexo oral contra su voluntad en 2006, y la supuesta violación de la ex actriz Jessica Mann en marzo de 2013. La mayoría de los otros delitos han prescrito.
El productor de Pulp Fiction y Shakespeare enamorado es el primer hombre al que se le acusa de agresión sexual en el marco del #MeToo en un juicio penal.
El consentimiento, un tema clave
El caso, no obstante, es complicado y la fiscalía enfrentó dificultades a la hora de demostrar ante el jurado que Weinstein es culpable más allá de toda duda razonable.
La acusación asegura que Weinstein se aprovechó de su poder en la industria del cine para agredir sexualmente durante años a aspirantes a actriz y empleadas del sector.
Pero la defensa mostró al jurado decenas de correos electrónicos que demuestran que ambas acusadoras mantuvieron relaciones cariñosas con el productor de cine años después de las supuestas agresiones, incluidas relaciones sexuales consentidas.
La fiscal Joan Illuzzi-Orbon aseguró el viernes al jurado que las acusadoras no tienen ninguna razón para mentir.
«¿Por qué someterse a todo este estrés de venir a atestiguar si no están diciendo la verdad?», preguntó. «Sacrificaron su dignidad, su intimidad, su calma con la esperanza de hacer escuchar su voz».
La abogada jefa de la defensa, Donna Rotunno, aseguró que las acusadoras manipularon a Weinstein para avanzar en sus carreras, y urgió al jurado a tener la valentía de tomar una decisión que admitió es impopular: absolver a su cliente.
«La fiscalía creó para el jurado una suerte de universo alternativo donde las mujeres no son responsables de las fiestas a las cuales van, ni de los hombres con los cuales coquetean o de la ayuda que piden para obtener empleo», dijo Rotunno al jurado en su alegato final, responsabilizando a las mujeres de lo sucedido.
Rotunno recordó al jurado que para condenar al acusado deben estar seguros de su culpabilidad más allá de toda duda razonable, y recordó que la fiscalía no presentó evidencia forense ni llamó a ningún policía como testigo.
Veredicto unánime
Al final, todo dependerá de si los siete hombres y cinco mujeres del jurado creen o no a las dos acusadoras y a las cuatro mujeres que declararon como testigos y relataron cómo fueron agredidas por Weinstein, entre ellas la actriz de Los Soprano Annabella Sciorra.
Los jurados deben alcanzar un veredicto de forma unánime para cada uno de los cargos.
Si no lo logran, el juez James Burke puede verse obligado a declarar el juicio nulo. Es posible también que haya un veredicto mixto: es hallado culpable de algunos cargos y absuelto de otros.
Weinstein enfrenta de manera paralela una investigación por delitos sexuales en Los Angeles y también es blanco de varias demandas civiles.