ENTRETENIMIENTO

Cuatro poemas de María Sánchez

por Avatar EL NACIONAL WEB

Escribo nido

no pecho no carne no cielo

I

Solo hay una forma correcta de llevar un registro

de aves:

–el sujeto que observa y anota siempre es el

mismo

–las manos que agarran son siempre las mismas

–los animales que se escriben tarde o temprano

hacen el nido

–en ningún caso se permitirá el retorno de un

animal del cuaderno enfermo al cuaderno sano

–las aves y este cuerpo siempre buscaron la

caída

–hombres y animales siempre comparten la

misma página

II

así la palabra pecho, así la palabra nido

así esta sucesión de manos que han pasado

siempre por la misma parte de mi cuerpo podría

constituir una narrativa;

no una sucesión de gritos, no una sucesión de

espacios

porque vosotros

siempre os refugiáis

en mi pecho que es isla

en mi pecho que es paraíso

en mi pecho que es cúmulo de leche invisible,

sudor y sangre

yo que os enseñé con esta parte de mi cuerpo a

tener hambre, soy incapaz de responder si me

preguntan: señorita, diga la región exacta,

concreta, única, señorita, dígame todos los

nombres correctos de vasos y venas, ganglios y

linfa, músculos y grasa, tipo de divisiones y de

células… pero señorita, ¿cómo que no lo sabe? si

estamos hablando de su propio cuerpo

no, no, y no

pero quizás puedo decirle, señor,

mientras mira atentamente esta parte de mí

esta parte de grieta y ayuno,

este sitio donde anidaron todos los hombres de

mi vida:

(sí mi abuelo, sí mi padre, sí mis hermanos, sí él

que hizo posible la caída, sí, el que ensuciaba

todas las calles con el nombre de arthur cravan)

sí todos los animales que he alimentado como

los hijos que no tengo,

porque ya sabe,

     yo soy un vientre vacío, mamá

y no soporto que escribáis sobre vísceras y venas

sin haberlas tocado:

hablo de tener las manos ardiendo y empapadas

de sangre, hablo de los últimos movimientos y

de lo caliente que está un cuerpo antes de

marcharse.

hablo de saber señalar en el mismo órgano

moribundo el dolor exacto, el agujero recién

nacido.

por eso os digo, si os preguntara:

¿qué cantaríais?

III

venid que yo os enseñaré a tener siempre

     hambre

venid que yo os enseñaré qué es la verdadera

      pureza

venid que yo os enseñaré sobre anatomía y

      animales

venid que yo os enseñaré a elegir bien entre la

     carroña

venid que yo os enseñaré a alimentar a los

     buitres hermanos

venid que yo os enseñaré a diferenciar el poema

     de la cacería

venid que yo os enseñaré qué canción hay que

     cantarle a la muerte

IV

porque vosotros con esta parte de mi cuerpo os

comportáis como pájaros

porque a todos vosotros os cobijé en la misma

región anatómica, y aunque solo sepa de cuerpos

y enfermedades de animales, podría equiparme

con cualquiera de ellos y deciros que

     tengo el corazón de vaca

     tengo los dientes de perro

     tengo la placenta de yegua

     tengo el vientre lleno de leche de gato

          para las crías que invento

porque yo los he abierto para aprender a

delimitar de manera concisa y exacta

qué trozo de carne debo tocar para que un cuerpo

de carne no se derrame

por eso os digo

que yo,

que me he quedado dormida mientras os

amamantaba,

yo que he sido ofrenda y alimento,

rastrojo y desperdicio,

sal y lágrima,

puedo deciros otra vez

la razón por la que seguís comiendo de mí

(sí profesores, sí hermanos, sí amantes)

Porque habéis aprendido como esa especie de

pájaro a construir solo el nido en árboles que se

preparan para morir.

Porque habéis elegido lo que se esconde y lo que

hace latir, el mismo fluido incansable infinito del

color de la leche.

Mientras os lloro,

mientras con mi propio cuerpo

os doy de comer.

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Cuaderno de campo

María Sánchez

La Bella Varsovia

España, 2017