Hasta hace poco, en Venezuela sólo se presentaban artistas nacionales que ofrecían los mejores espectáculos. Las giras de destacadas estrellas internacionales, que en su momento pasaban por el país con entradas agotadas, descartaron pisar suelo venezolano por la crisis que vivía (y vive) el país. Pero la realidad de 2022, para algunos, pareciera ser distinta. Al menos desde el punto de vista económico. Un año de concierto tras concierto.
El ciclo de espectáculos comenzó el pasado 3 de marzo, con el show de Alejandro Fernández en la terraza del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT). Al del Potrillo le siguió el gran debut de la banda colombiana Morat, el 26 y 27 de marzo, una agrupación que agotó la primera fecha en un solo día. A ese show le siguió el de Servando y Florentino, el 2 de abril también en el CCCT.
La terraza del CCCT, el remozado Teatro Teresa Carreño (TTC), el Hotel Tamanaco, la Concha Acústica de Bello Monte, un reacondicionado Poliedro de Caracas fueron algunos de los recintos en los que tuvieron lugar los conciertos más esperados de 2022. C4 Trío, Desorden Público, Caramelos de Cianuro, Joan Manuel Serrat, CNCO, Fonseca, José Luis Rodríguez, Eros Ramazzotti, Yordano, San Luis, Emmanuel, Jerry Rivera, Mon Laferte, Paloma San Basilio, Buika, el Festival Sunset Roll o la segunda edición del Cusica Fest fueron algunos de los espectáculos que marcaron la escena musical.
La oferta fue exagerada. Hubo días en los que había hasta tres conciertos en Caracas. Personas vinculadas a la industria afirman que, en algunos casos, no se venden las entradas esperadas y, para simular un lleno total, entregan cortesías.
Hubo también cancelaciones. Las más notables aquellas en las que Diosdado Cabello alzó su voz, en su programa Con el mazo dando, para cuestionar la visita de artistas nacionales e internacionales. Artistas que habían sido críticos con el régimen de Chávez y con el de su sucesor, Nicolás Maduro.
Fue el caso de Carlos Baute, quien canceló su presentación en el Hotel Eurobuilding por no haber podido renovar su pasaporte, dijo. Diosdado Cabello criticó su interés de presentarse tras 12 años de ausencia. Dijo que solo regresaba al país por la plata.
Luis Fonsi también declinó cantar en Venezuela tras ser llamado «inmoral» por el segundo hombre del chavismo. Lo mismo sucedió con el colombiano Juanes y la puertorriqueña Olga Tañón. Sin embargo, esta última sí cumplió su objetivo de presentarse en el Poliedro de Caracas.
El costo más bajo de una entrada para las presentaciones de este año se promedió, aproximadamente, entre los 35 y los 40 dólares. Sin embargo, hubo conciertos donde el área más cercana a la tarima superó los 200 dólares, llegó incluso a los 600 dólares. En el caso del concierto de Sin Bandera y Camila, por ejemplo, el box (mesa de 10 sillas) costaba 5000 dólares: se agotaron en menos de 24 horas.
El último gran concierto del año fue el del italiano Eros Ramazzotti, que tuvo lugar el domingo 11 de diciembre, una semana antes del fin de semana en el que se celebró la segunda edición del Cusica Fest.
Pero, ¿cuál fue el mejor concierto del año? Los periodistas Carmela Longo, Aquilino José Mata, Simón Villamizar y Humberto Sánchez comparte una lista con los cinco espectáculos que consideraron los grandes de la temporada y se animaron a decir cuál no cumplió con sus expectativas. Para todos, el mejor show fue el de Oscar D’León.
Longo, periodista de Últimas Noticias e Hispano Post, dice que el del Sonero del Mundo acompañado por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar dirigida por Christian Vásquez, celebrado el 16 y 17 de septiembre en la Sala Ríos Reyna del TTC, fue lo mejor que presenció este año. «No solo porque es uno de los más grandes artistas venezolanos, sino porque su puesta en escena fue excelente de principio a fin. Una estrella en el escenario a sus casi 80 años. En la primera función de su Sinfónico cantó casi cuatro horas sin parar y en el segundo más de cuatro horas y media. Solo, acompañado por su orquesta y la sinfónica y coros. No necesito nada para llenar el escenario del Teresa Carreño».
Le siguen en su lista:
Cristian Castro: «En un concierto al aire libre uno de los desafíos es el sonido. Y él no solo tuvo uno excelente, sino que solito se bastó. Con un peluquín que le criticaron, pero que para nada hizo mella en su voz. Un repertorio formado por puros temas exitosos. El CCCT no estuvo a reventar de gente, pero tampoco hizo falta».
Nelson Arrieta: «Nunca lo había visto solo en vivo, sino con Guaco. Si bien el Teresa Carreño estuvo flojo de público, Arrieta se lució. Una excelente puesta en escena, que tuvo algunos invitados y unas pantallas gigantes que le dieron un plus al show. Fue el que más me sorprendió de todos los conciertos que vi (para bien)».
Reik: «Excelente de principio a fin. Desafiante su cantante principal con una pijama durante toda la presentación. Aunque la mayoría de sus temas son baladas, lograron mantener al público cautivo en un espacio abierto como la terraza del CCCT».
Eros Ramazzotti: «Dijo él mismo estar viejo (nada que ver está mejor que nunca) y con problemas de voz, pero no se le notó. Fue de los mejores sonidos que hubo en cualquier concierto, en cualquier locación durante el año. Su ángel con el público lo hizo conquistarlo, aun cuando en ocasiones la gente resentía que abusó de temas pocos conocidos en Venezuela».
De Camila y Sin Bandera Longo esperaba más. Pero le decepcionó, sobre todo, Sin Bandera. «Leonel y Noel abrieron el espectáculo en conjunto pero no con el ángel y dinamismo de sus compatriotas. Cuando salió Camila, el Poliedro se vino abajo. El cambio fue notorio pese a que ambos tienen un repertorio melódico similar, lleno de baladas, y temas de amor. Se notó mucho el contraste entre uno y otro. A Sin Bandera el sonido no los ayudó. No se les entendía», zanjó.
Para Aquilino José Mata, colaborador de El Universal, Informe 21 y El Estímulo, Oscar D’ León ofreció un show sin comparación. «Celebró 50 años artísticos ante una audiencia delirante. Un espectáculo lleno de momentos brillantes, consistente y sin baches. A sus 79 años sigue cantando mejor que nunca y aún ostenta una energía a toda prueba. Sin duda, lo mejor del año».
En su lista destacan también Soledad Bravo. «Una Soledad en estado de gracia hizo gala de su sensibilidad y amplio registro vocal en el concierto Come sinfonía. Interpretó en italiano canciones de Mina, del Festival de San Remo, un aire napolitano y temas tan exigentes vocalmente como ‘O sole mio’ y ‘Torna a Sorrento’. Una actuación sencillamente memorable».
El regreso de Yordano al Teresa Carreño está entre sus favoritos. «Después de doce años sin presentarse en el emblemático teatro capitalino, el cantautor regresó con un show que a lo largo de sus más de tres horas de duración estuvo lleno de instantes ciertamente emotivos y todos provistos de la mejor música. Un vibrante repaso por su trayectoria de 40 años en la música, con sus canciones de siempre y otras más recientes, que no hicieron más que ratificar su categoría de eminente cantautor».
Recuerda también el Tributo a Aquiles Báez. «El 12 de septiembre, un grupo de sus innumerables amigos artistas, gente de la estatura de Soledad Bravo, Miguel Delgado Estévez, Henry Martínez, Esperanza Márquez y Trina Medina, entre muchos otros, le rindió un sentido tributo al recién fallecido guitarrista Aquiles Báez, que además de lo musical se erigió también como una emocionada manifestación de amistad».
Concluye con la Sinfonía Desordenada: «La Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho interpretó el repertorio de Desorden Público, con la guía de Horacio Blanco y la directora Elisa Vegas. Las canciones de la emblemática banda de ska nos transportaron a tiempos añorados, convirtiendo la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño en un recinto de significativas sensaciones».
La decepción para Mata fue José Luis Rodríguez en el Teresa Carreño: «Tuvo que dejar de ser feroz opositor para tornarse ‘indiferente’ y así poder volver a presentarse en un escenario venezolano después de 12 años. En el Teresa Carreño se limitó a repasar su repertorio de éxitos, pero ayudándose con los coros del público para disimular la potencia vocal perdida por su problema pulmonar. El público lo recibió bien, pero lo encontramos antiguo y totalmente fuera de onda».
Simón Villamizar, quien conduce un programa matutino en KYS FM y también participa en un programa El show del mediodía en La Tele Tuya, dice que los de Oscar D’León fue impecable. «Su show en elTeatro Teresa Carreño para celebrar sus 50 años de trayectoria fueron tres horas de canciones, invitados especialísimos, la Orquesta Sinfónica, el director Christian Vásquez, una mezcla de géneros (salsa, bolero), un sonido impecable, y una escenografía estupenda».
¿Qué más destaca en su lista?
Wissin & Yandel: «Es verdad que la logística fue un verdadero caos para entrar y salir, pero es sin duda el concierto más importante de 2022. Una producción impresionante. Una tarima de gigantescas proporciones. Un juego de luces pocas veces visto antes en el país. Efectos especiales de distintos tipos. Un sonido impecable. Y una agrupación que, si bien se disparó una ráfaga de canciones, una tras hora, durante poco más de una hora y media, lo dejó todo en el escenario».
Olga Tañón: «Una tarima 360 que permitía ver el espectáculo desde cualquier lugar. Sonido impecable. Elementos de producción de todo tipo. Un cuerpo de baile sumamente preparado. Casi tres horas de concierto. Y una entrega total de la artista».
Eros Ramazzotti: «Una concierto en formato casi íntimo. Con una producción discreta. Pero con una banda que sabía lo que hacía y tocaba estupendo. Unas visuales increíbles y una entrega maravillosa del artista, quien hasta rockeó en varias oportunidades. Un sonido estupendo».
Christian Castro: «Impresionante el cantante. Una voz portentosa. Un repertorio de lujo con homenajes a José José y a Juan Gabriel. Un sonido inigualable. Y Mon Laferte en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño: hubo concierto en 2022 con un público tan fiel. Casi todos corearon sus canciones y ella lo dio todo en él escenario».
La decepción fue Natalia Jiménez. «En el primero de sus shows en el Teatro Teresa Carreño no logró conectar con la audiencia. Ella, con una técnica vocal de los dioses. Un vestuario de diva de Hollywood maravillosa. Pero hasta allí. Cero magia».
El periodista Humberto Sánchez Amaya, fundador de El Miope en Radio, colaborador de Crónica Uno y El Diario, coincide en señalar el show del Sonero del mundo como el mejor. «Un concierto que celebró los 50 años de carrera de uno de los cantantes de salsa más importantes. El espectáculo contó con los grandes clásicos de su época con la Dimensión Latina así como de su etapa como solista. Fueron más de tres horas en las que el sonero mantuvo el ímpetu, la energía y la voz. Solo paró en pocas ocasiones para cambiarse de ropa. La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, dirigida por Christián Vásquez, acompañó con unos arreglos que llevaron a otros terrenos las canciones más conocidas del artista. Incluso, hubo un momento para cumplir peticiones del público por parte del cantante y sus músicos de siempre. Un concierto digno para un músico de tal importancia, que lució además en su puesta en escena una elegancia muy bien cuidada en cada aspecto sobre la tarima: luces, vestuario, pantallas. Un justo encuentro de dos maneras de percibir la música: la popular y la académica; en una convivencia que agasajó la cultura venezolana de la mejor manera».
Sigue en la lista del periodista el Cúsica Fest. «Nuevamente se convirtió en el festival más esperado del año, después de esa primera edición de 2019 que se convirtió en un hito. Esta vez sus organizadores apostaron a más con un cartel que incluyó a bandas extranjeras de renombre como Bomba Estéreo, El Cuarteto de Nos, Monsieur Periné, Diamante Eléctrico y Devendra Banhart. También estuvieron agrupaciones venezolanas de culto como Rawayana y La Vida Bohème, así como otras más noveles como Nani, Çantamarta, Irepelusa y Nina Romero».
Incluye en su lista, también, al Festival Nuevas Bandas: «El regreso fue por todo lo alto. Sus edición previa a la pandemia estuvo confinada a la Plaza Altamira Sur, pero esta vez, luego de la pausa por el confinamiento, la Fundación Nuevas Bandas regresó con una muestra que abarcó tarimas en la calle, exposiciones y los espacios del Centro Cultural Chacao para un despliegue en el que los seguidores del rock y de las nuevas propuestas hicieron catarsis después de tanto encierro».
¿Mon Laferte? «Una cantante que demostró en el Teresa Carreño que ha logrado lealtad entre sus seguidores, quienes se ven realmente reflejados en la fuerza de los sentimientos expresados en sus temas. Con una pequeña banda fue suficiente para transmitir una fuerza contundente para acompañar su poderosa voz; un concierto que además reivindicó las influencias en la cultura popular de figuras como Rocío Durcal y Ana Gabriel».
Dios Salve a la Reina: «Para aquellos que no tuvieron la oportunidad de ver a Queen, la presentación de la agrupación argentina es lo más cercano a la experiencia que pudo haber sido ver a la banda de Freddie Mercury. Un show que cuida todos los detalles para rememorar a los británicos, no sólo la calidad vocal e instrumental, sino la apariencia física, el vestuario, las maneras y la iluminación».
El show de Fito Páez no cumplió con las expectativas de Humberto. «Dio un gran concierto, memorable, pero lamenté no ver la cantidad de gente que merece su trayectoria. El Poliedro no se llenó como se esperaba, a pesar de que era un riesgo llevarlo a ese escenario, en el que no se presentaba desde hace años. Sus presentaciones en Caracas en años recientes han sido en el Aula Magna de la UCV, la terraza del CCCT o el Anfiteatro del Sambil. Me parece que fue una apuesta arriesgada llevarlo a esa locación Además, la disposición del VIP enrarecía el ambiente, con personas no muy apasionadas por su música, sentados en una especie de cubículos de oficina».
