Melissa Esther Jiménez Guevara combina la belleza con el deporte. Aunque lleva en su cabeza una corona y en sus hombros la responsabilidad de representar a Venezuela en el Miss International 2019, no olvida su propósito: ayudar a pequeñas gimnastas a formarse como atletas integrales y de alto rendimiento.
Durante 13 años, Jiménez, zulia de nacimiento, practicó gimnasia. Allí se enamoró del deporte y, poco a poco, lo mezcló con el modelaje. Ahora, como Miss Venezuela International 2019 se prepara para el gran certamen que se llevará a cabo el 12 de noviembre en Tokio, Japón.
Ser Miss Universo fue el sueño de Jiménez desde muy pequeña. Veía todos los concursos y deseaba ser la voz de Venezuela en una competencia internacional. «Por un momento, sentí que no podría formar parte de ese mundo. Era muy deportista y rígida. Fue con el miss que empecé a soltarme, a conocer mis capacidades y habilidades”, confiesa la reina de belleza, quien empezó en el modelaje a los 15 años de edad.
La joven de 1,74 de estatura considera que llegó al Miss Venezuela en el momento indicado. Clasificó gracias al Miss Zulia, según ella, una escuela de baile, oratoria y pasarela. «Mis amigas y muchas personas me motivaron y, en mi primera vez, logré lo que quería, la corona para el Miss Internacional», dice.
Jiménez, de 20 años de edad, asegura que lo que más disfrutó del Miss Venezuela fue conocer a las 23 candidatas, quienes ahora son sus amigas y hermanas. «Todo el tiempo me escriben, se preocupan por mí y quieren saber cómo voy. Es muy lindo conocerlas y compartir sus historias. A través de eso, aprendo e implemento cada herramienta o cualidad que veo en ellas que pueda ayudarme», comenta.
Con el apoyo de sus amigas, de su familia y de la organización Miss Venezuela, Melissa Jiménez se prepara para el concurso japonés. «Muchas personas dicen que tengo una luz. Aunque no sé realmente qué significa, siento que eso es algo que debo aprovechar. Si Dios me dio esa cualidad, debo usarla para inspirar y transformar vidas», dice sobre la principal fortaleza que lleva a Asia.
Miss Venezuela International se apoyará en un buen inglés y conocimientos básicos de japonés durante en el certamen. «Me siento segura con el idioma. Cuando, de pequeña, le decía a mi papá que quería ser Miss Universo, me contestaba que para eso debía saber inglés. Siempre recibí clases, estuve en cursos, y cuando me gradué de bachiller me fui a Estados Unidos a practicar», cuenta.
Además, quiso aprender un poco de japonés para impresionar al jurado y agradecerles la oportunidad. «Puedo darles los buenos días, las gracias, entenderlos un poco más. Los japoneses hablan con sentimiento y ahora sé que cada una de sus palabras tiene eso», asegura.
El punto débil de Jiménez siempre fue la oratoria. «Fue una de las áreas que más trabajé y ahora me siento segura. Puedo dar un mensaje y con ello voy a poder hacer un cambio», asevera.
Pero no solo en idiomas, gimnasia y modelaje se ha formado Melissa Jiménez. También es estudiante de Nutrición y Dietética en la Universidad del Zulia y coach de vida certificada. «Entré en el coaching porque necesitaba conocerme más. Quería herramientas para controlar mis emociones y trazarme metas concisas», manifiesta la miss, quien espera transmitir sus conocimientos a niñas gimnastas y ayudarlas a cumplir sus sueños.
La vida de Jiménez ha dado un giro desde su coronación como Miss Venezuela International. «Mi rutina cambió y también la de mi familia. Fue un choque al principio, pero nos ha hecho evolucionar y transformarnos. Estamos más unidos y trabajando todos por un sueño que sabemos tendrá sus frutos», cuenta la zuliana, quien diariamente recibió clases de idiomas, pasarela, protocolo, foto pose, fotografía y labor social en la Quinta Miss Venezuela.
«Lo más difícil fue adaptarme a lo nuevo. A ser reconocida en la calle. Ya no era Melissa, sino alguien conocido. Ahora lo agradezco porque ha sido muy lindo todo lo que me han dicho las personas, todas las energías que recibo. Me he dado cuenta de que puedo lograr cosas muy grandes», afirma.
Con cuatro maletas, Melissa Jiménez partió el miércoles a Japón. «Estoy súper feliz, emocionada por vivir esta experiencia que sé que será inolvidable e irrepetible. Siempre la voy a recordar. Conocer a tantas personas de tantos países y conectar con las culturas del mundo me parece muy bonito», comenta la zuliana, quien recibió consejos de otra venezolana, Mariem Velazco, quien entregará la corona de Miss International. «Para mí, ella es una de las mejores misses hasta los momentos, pero también es una motivación y un impulso. Me dijo que me comiera todo lo que pongan en el plato, que me va a gustar. También, que sonría mucho y que hable con las candidatas, que disfrute de cada una de ellas porque eso es lo más importante».
Filipinas, Indonesia y Colombia son algunas de las candidatas que Jiménez considera fuertes. «Quiero llegar allá y conocerlas, pero creo que la mayor competencia soy yo. Todos los ojos estarán sobre mí porque querrán ver si Venezuela tienen tanto potencial como dicen», expresa, emocionada por el desfile que más disfruta, el de traje típico. «Tienes la oportunidad de representar a tu país con algo grande, brillante y lleno de magia. Yo representaré a la etnia wayú. Me identifica mucho porque soy del Zulia. Espero que logren verme y sientan esa energía bonita que experimento cuando me coloco el traje», cuenta.
Sobre los concursos de belleza, la venezolana asegura que ser miss no es fácil: «Es un compromiso porque tienes que ser una persona de negocios, que traspase fronteras y logre acuerdos con diferentes culturas y países. Ser Miss Venezuela no es solo pasarela y foto pose, es poder dar un mensaje y conectar con personas. Es tener esa voz que el país necesita».
Como modelo, nutricionista, coach de vida, y Miss International, Jiménez desea colaborar en la evolución y el crecimiento de las niñas. «Quiero hacer muchas cosas. Uno de mis sueños es hablar en la ONU o ser embajadora de una fundación grande. También quiero crear la mía, para ayudar a las jóvenes a cumplir sus sueños», revela.
«He trabajado con clubes de gimnasia y les cuento mis historias. Quiero darles mis herramientas y ayudar a las jóvenes a que tengan más confianza y seguridad, que amen más a sus familias y que valoren cada cosa que les sucede. La gimnasia me enseñó que cuando caes, te tienes que levantar porque todavía te queda mucho por recorrer y ese 1:30 segundos que utilizamos en competencia, te puede cambiar la vida si lo utilizamos para bien», cuenta la miss sobre su labor social y su deseo de tener una fundación.
«Me parece increíble esos lugares en los que entrenan, que a veces no tienen condiciones adecuadas para formar un atleta, pero siguen allí porque tienen amor, pasión y compromiso», agrega.
El martes 12 de noviembre Melissa Jiménez desfilará con la banda de Venezuela en la Sala municipal del Domo de Tokio. Creer es la palabra que la identifica y con la que representará al país. «Siempre me he dicho que cuando crees en ti y en el poder de tus sueños, creas, y creas la vida que quieres vivir», concluye.
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