«Cualquiera que haya conocido a mi mamá sabe que Disney era el lugar donde se sentía feliz». Las palabras son de Jodie Jackson Wells, una ciudadana estadounidense que en 2009 realizó un rito que hasta ahora era una leyenda urbana, pero cuya veracidad fue confirmada por una investigación periodística.
Jodie viajó a Walt Disney World con un frasco de remedio. Sin embargo, lo que iba en su interior no era precisamente un medicamento, sino que eran parte de la cenizas de su madre, las que esparció en «It’s a Small World», en Magic Kingdom, así como también en el pasto que rodea el castillo de Cenicienta.
«Encontrar y aspirar las cenizas humanas es una parte distintiva y secreta del trabajo en el Lugar Más Feliz de la Tierra», declararon empleados de seguridad de Disney a The Wall Street Journal, el medio que realizó la investigación.
El tétrico ritual no solo se realiza en el parque de Orlando, sino que también en el de Anaheim, en California. En ambos recintos, al menos una vez por mes, los guardias llaman a hacer una «limpieza HEPA», que consiste básicamente en ir al lugar con una aspiradora y hacer desaparecer los restos esparcidos.
¿Cuáles son los lugares favoritos para dejar las cenizas de los seres queridos? Los maceteros, los matorrales y el pasto; en las puertas durante los fuegos artificiales; en el área de los Piratas del Caribe y en el foso de los elefantes voladores de Dumbo. «La Mansión Encantada probablemente tiene tantas cenizas humanas que ya ni siquiera es para reírse», sostuvo un guardia al medio estadounidense, según publicó Infobae.
La práctica está, por supuesto, totalmente prohibida y si a una persona la descubren in fraganti, puede ser expulsada del lugar.
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