El autor venezolano Jorge Luis Rivero trae por primera vez al país su libro La historia de Gabriel, un niño disléxico, con el que busca visibilizar la importancia de ofrecer apoyo y las herramientas necesarias a niños y jóvenes con esta condición para su plena inserción en la vida escolar y laboral. Su mensaje: no hay impedimento para lograr las metas propuestas, y lo presenta en el marco de los eventos mundiales por el Día Internacional de la Dislexia, que se celebra cada 8 de octubre.
Narrada desde la ternura y la inocencia, La historia de Gabriel, un niño disléxico, parte de la experiencia del autor y cómo tuvo que enfrentar situaciones difíciles, el miedo y la incomprensión; pero también cómo encontró ángeles que lo guiaron por el camino adecuado para su crecimiento y desarrollo profesional. Ahora es abogado especialista en derecho penal y derechos humanos, conferencista y fue miembro de Amnistía Internacional. El suyo es un viaje por la memoria que tiene como contexto la Venezuela de las décadas de los 70, 80 y 90.
El libro tuvo una primera impresión digital en 2019. Ahora, tras los meses más duros de confinamiento por covid-19, finalmente llega en su versión en físico. Los interesados pueden adquirirlo en la librería La Sopa de Letras, ubicada en Parque Cultural Hacienda La Trinidad, o contactando al escritor a través de sus redes sociales (@JorgeLRivero en Twitter y @jorgelriveroc1 en Instagram) y correo electrónico jorgelriveroc@gmail.com.
“Uniendo al equipo de la familia y docente vas a tener un niño muy exitoso porque normalmente no son personas que se achicopalan, sino que tienden a ser luchadores para lograr las metas que se han propuesto. Es necesaria una estructura que respete y entienda que todos somos diferentes y que todos podemos avanzar, pero con las herramientas necesarias”, señala el autor.
El libro está dividido en seis partes y un prólogo escrito por el juguetero Mario Calderón. A través de sus páginas, el autor ofrece técnicas, consejos y herramientas para que padres, familiares y docentes puedan atender las necesidades y brinden el apoyo emocional necesario a las personas con dislexia. Contar la propia historia puede ayudar a muchos otros a crecer.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 10% de la población tiene dislexia, condición que incide en el aprendizaje y dificulta la lectura al generar problemas para identificar sonidos del habla y cómo estos se relacionan con letras y palabras.
“Mis amigos se rieron y yo me sentí apenado. Sentía que no pertenecía a ese salón y que no era mi mundo, que tenía que afrontar cosas que no me gustaban y que si no las afrontaba estaría mal con las responsabilidades que asignaban en mi casa, ya que ese era el acuerdo con mis padres. Me esforzaba en entender, pero mi imaginación me vencía y me distraía”, narra Jorge Luis Rivero en una de las páginas de La historia de Gabriel, un niño disléxico.
“Los niños son los hijos de todos y bajo esa estructura creo que es importante ver y preocuparnos por el futuro del mundo. Y dar las herramientas necesarias de formación, crecimiento, cariño y amor. Creo que las metas se pueden alcanzar, que todos somos capaces de lograr muchas cosas y tenemos derecho a ser felices”, finaliza el autor.
Sobre Jorge Luis Rivero
Autor venezolano, se graduó de bachiller en Dibujo Técnico en el liceo Fermín Toro e ingresó a la Quinta Promoción de la Policía Municipal de Chacao, donde trabajó casi una década. Es abogado graduado de la Universidad Santa María (USM), especialista en Derecho Penal (USM) y en Derechos Humanos por la Universidad Central de Venezuela. Trabajó en Amnistía Internacional, Sección Venezuela, donde coordinó el programa de Buenas Prácticas Policiales.
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