Un anuncio de Madonna tomándose una Pepsi mientras apreciaba en televisión el mismo comercial, censurado hace 34 años, volvió a ser visto durante la gala de los Premios MTV Video Music Awards. Lo ocurrido fue algo que la artista de 65 años agradeció públicamente, a través de sus redes sociales.
El comercial de la bebida gaseosa había sido parte de la estrategia de lanzamiento del álbum Like a Prayer, de Madonna, en 1989. Salía primero la canción que le daría nombre a esta producción, con su correspondiente video. Y un como antesala al polémico video, saldría al aire el anuncio de Pepsi, que era un abrebocas. Sin embargo, no soportó la ira católica que suscitó el video oficial de la canción, en cuanto salió al aire.
Madonna se había metido con la religión. Casi todo grabado en blanco y negro, mostraba a la artista bailando la canción en las calles, luciendo un corsé negro y unos pendientes en forma de cruz.
Pepsi le había pagado a la artista unos cinco millones de dólares, según el Daily Mail. Y, de alguna manera, en ese entonces el dinero se perdió, porque la compañía decidió sacarlo del aire en cuanto el Vaticano alzó la voz en contra de lo que el mundo católico sintió como un irrespeto, una blasfemia, de la cantante al ver el video oficial de «Like a Prayer», escrita, según contaba Madonna, desde la perspectiva de una mujer enamorada de Jesús.
El video, un clásico, tenía iconografía católica por todos lados. La cantante dijo en aquel momento que buscaba explorar la influencia de la religión en su día a día. Y en la narrativa aparece la artista como testigo de un asesinato: ve morir a una mujer a manos de delincuentes, pero la policía arresta a un hombre afroamericano que había tratado de socorrerla.
Madonna entra a la iglesia y reza a un santo, también afro, al que besa. Entonces ocurre el milagro: el santo vuelve a la vida. Fue demasiado para la época. La comunidad católica llamó a boicotear a la artista y Pepsi lo sacó del aire.
Volver a verlo en una ceremonia tan importante como los MTV Video Musical Awards fue algo que Madonna expresó su satisfacción y una reflexión acerca de lo ocurrido en este momento.
«El anuncio fue inmediatamente cancelado cuando me negué a cambiar ninguna escena del vídeo en el que besaba a un santo negro o quemaba crucifijos. Así comenzó mi ilustre carrera como artista, negándome a comprometer mi integridad física», escribió la reina del pop, que ahora prepara una nueva gira mundial de conciertos.
«Gracias, Pepsi, por finalmente darte cuenta de la genialidad de nuestra colaboración. Los artistas están aquí para alterar la paz», agregó la artista. Y vaya que alteró la paz, pero también las ventas.
El álbum de Madonna vendió en su momento 15 millones de copias, la canción fue uno de los singles más vendidos de su propia historia.