A los 90 años, con una vitalidad que personas mucho más jóvenes e igual de activas no serían capaces ni siquiera de igualar, Clint Eastwood acaba de terminar en plena pandemia el rodaje de Cry Macho, su película número 39 como director. Eastwood es además el productor e interpreta el papel principal de la historia.
El estreno será este año, sin fecha confirmada hasta el momento, y como el resto de los lanzamientos de los estudios Warner se hará de manera simultánea en los cines y en la plataforma de streaming HBO Max. Eastwood cumplirá 91 años el próximo 31 de mayo.
Cuando muchos imaginaban que La mula (2018) iba a ser su último papel detrás de las cámaras, Eastwood decidió volver a actuar personificando a un veteranísimo astro del rodeo y criador de caballos que acepta una propuesta de su antiguo jefe, resuelto a recuperar a su hijo adolescente que vive en México junto con su madre alcohólica. La acción transcurre en 1978 y en el viaje de regreso a Texas a través de extensas zonas rurales de México, según se anticipa, el anciano y el muchacho compartirán experiencias de vida marcadas por el sentimiento de redención.
El rodaje comenzó el 4 de noviembre de 2020 en Albuquerque (Nuevo México), no muy lejos de los lugares en los que Eastwood había filmado La mula. La producción continuó más tarde en otras áreas del mismo Estado (el condado de Socorro y la pequeña ciudad de Belen) y concluyó el 16 de diciembre. Los medios locales destacaron que en las distintas etapas de la filmación los encargados del casting hicieron convocatorias locales en busca de extras de perfil latino o hispánico «para rodar escenas con mucha gente».
El proyecto fue definido por algunas publicaciones de Hollywood como un «neo-western» y marcaría, de seguirse esas identificaciones, el regreso de Eastwood a un género con el que siempre fue identificado. Se hizo famoso como personaje del Oeste (el Hombre sin Nombre) en la trilogía dirigida por Sergio Leone durante la década del 60 (Por un puñado de dólares, Por unos dólares más y Lo bueno, lo malo y lo feo). Luego, de vuelta en Estados Unidos, hizo varias grandes películas de ese género (La venganza del muerto, El fugitivo Josey Wales, El jinete pálido) y se despidió de él en 1992 con una de sus obras maestras, Los imperdonables.
A fines de la década del 80, Eastwood empezó a evaluar la posibilidad de filmar Cry Macho y hasta contaba con un primer guión escrito por N. Richard Nash sobre la base de su propia novela, publicada en 1975. Pero lo dejó de lado para ocuparse del largometraje final (Sala de espera al infierno) de la serie de Harry el Sucio.
En distintas épocas, figuras de Hollywood como Burt Lancaster, Roy Scheider, Pierce Brosnan y Arnold Schwarzenegger mostraron interés en llevar al cine la historia de Cry Macho. El que más cerca estuvo fue Scheider e inclusive la película que iba a protagonizar llegó a comenzar un rodaje que quedó trunco poco después. Schwarzenegger, en tanto, imaginó este papel como el de su regreso triunfal al cine luego de su experiencia política como gobernador de California entre 2003 y 2011.
Finalmente, en octubre pasado, se confirmó que Eastwood sería finalmente el encargado de llevar Cry Macho al cine con el guión original de Nash y el aporte de Nick Schenk, que ya había trabajado con Eastwood en Gran Torino.
El elenco cuenta con una mayoría de actores de origen hispano en los papeles más importantes. El joven Eduardo Minett, estrella de la popular telenovela La rosa de Guadalupe, encarna al muchacho que acompaña al personaje de Eastwood en el viaje. A él se suman los también mexicanos Natalia Traven y Horacio García Rojas y la chilena Fernanda Urrejola. El único anglosajón con un rol destacado es Dwight Yoakam, un excelente cantante country que acredita una destacada carrera paralela como actor.