La industria audiovisual británica está funcionando a toda marcha para compensar los meses de inactividad provocados por la pandemia. Y por eso el miércoles se conocieron las primeras imágenes de uno de los proyectos más esperados de la TV para este año. Se trata de la segunda temporada de la exitosa serie de antología A very English Scandal, que esta vez será protagonizada por Claire Foy, encargada de interpretar a la afamada duquesa de Argyll en el proceso de divorcio del duque encarnado por Paul Bettany (Wandavision).
Los tres nuevos episodios de la ficción de la BBC basada en hechos reales harán que Foy deje de lado los modos sofisticados pero excesivamente controlados de la reina Isabel II, que interpretó en las dos primeras temporadas de The Crown, para darle vida a la que fue conocida como una de las primeras celebridades británicas, una mujer que habría tenido más de 80 amantes entre los que se contaban políticos y miembros de la Casa Real.
Así como en la primera temporada el guion rescataba el sonado caso de Jeremy Thorpe (encarnado con brillante maldad por Hugh Grant), el político conservador cuya acusación como autor intelectual del intento de asesinato de su examante provocó un revuelo en la sociedad inglesa, ahora el programa rescatará otro escándalo semejante ocurrido unos años antes durante el proceso de divorcio de los duques de Argyll, al que los tabloides bautizaron como el más escandaloso del siglo 20 hasta ese momento. La batalla legal y la inusitada violencia con la que la opinión pública trató a la duquesa marcaron a fuego a la alta sociedad de la época.
Lejos de la opacidad de la monarca que interpretó en la serie de Netflix, a Foy le tocará reflejar el carisma y el estilo que hicieron de Margaret, la duquesa, una de las mujeres más fotografiadas de su época, una presencia constante en la tapa de las revistas cuya notoriedad fue usada en su contra de manera descarnada en el caso de divorcio que tantas décadas después llegará a la pantalla chica con la ayuda de la ficción.