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Traumas juveniles se superan en Lego Ninjago: la película

por El Nacional El Nacional

De las tres películas que se han estrenado recientemente inspiradas en el universo de los famosos juguetes de bloque, Lego Ninjago: la película es la que menos críticas favorables ha recibido. Sin embargo, la historia no solo conserva el atractivo visual de sus predecesoras, sino que recupera la gracia que tanto agradó de La gran aventura Lego, presentada en 2014.

En esta ocasión, la narración se centra en un grupo de jóvenes, liderados por Lloyd, que llevan una vida ordinaria en la ciudad de Ninjago. Solo cuando el peligro amenaza la tranquilidad de los habitantes del lugar, los muchachos se transforman en los heroicos ninjas que mantienen a resguardo la metrópoli.

Todo comienza con una escena en acción real, en la que un niño que se siente rechazado por sus compañeros entra en una oscura tienda de antigüedades, administrada por Mr. Liu (Jackie Chan), quien utiliza dos de las famosas figuras de la marca de juguetes para ilustrar una historia de valentía, reconocimiento y seguridad personal a través de la leyenda de Ninjago, repleta de luminosidad en su puesta en escena.

Así empieza esta atractiva aventura concebida para presentar los enredos de unos personajes que se mueven con la lógica de un mundo armado con las piezas de Lego, fácil de reconocer por quienes se han entretenido con estos bloques durante décadas.

La ciudad suele estar tranquila, salvo cuando entran en escena las ambiciones de dominio de Lord Garmadon, un caricaturesco villano que no pega una en sus intentos por hacerse del lugar.

Cuando no es un ninja, Lloyd es un estudiante con poca seguridad en sí mismo que además tiene que lidiar con el rechazo de conocidos y compañeros de clase, pues es bien sabido que es el hijo del malhechor que hace trizas la vida del vecindario con sus delirios megalómanos.

El largometraje, que se estrenó el viernes, está codirigido por Charlie Bean, Paul Fisher y Bob Logan, encargados de dar un mensaje sobre fortalezas y vulnerabilidades, especialmente sobre todos esos traumas que genera la ausencia paterna.

Los realizadores concretan una historia amena, divertida y cargada de humor negro y pretenden simbolizar con ella la superación de traumas y temores a través de un personaje, representado por un ser de carne y hueso, que se entromete en la trama.