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Premios Oscar 2018: quién ganará y quién debería ganar

La entrega tendrá lugar el 4 de marzo de 2018 en el Dolby Theatre de Los Ángeles (EE UU)

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Como nunca en los últimos años, el premio mayor de la ceremonia del Oscartiene en todos los pronósticos un resultado incierto y abierto. Los vaivenes de una temporada de premios en las que las preferencias fueron variando notoriamente, los riesgos del sistema de preferencias impuesto por la Academia de Hollywood como mecanismo electoral y cuestiones extracinematográficas que siguen en debate abierto abren una incógnita que seguramente perdurará hasta el último instante.

Mejor película

Después de una opción mayoritaria inicial por Dunkerque y un primer tramo de la temporada de premios dominado por Tres anuncios por un crimen (triunfadora en los Globo de Oro y los Bafta), en este tramo final, la tendencia parece inclinarse levemente a favor de La forma del agua , respaldada desde sus 13 nominaciones y la sensación generalizada de que estamos ante una película que ofrece, como ninguna otra en esta temporada, un equilibrio apreciable entre sus méritos artístico-técnicos y la confianza en un relato conectado con la historia de Hollywood y con algunos de sus géneros más queridos. Con todo, también crecen las especulaciones acerca de las posibles chances de¡Huye! (Get Out), que a favor de un clima de época parece el título con mayores posibilidades de sacar provecho de una eventual división del voto entre La forma del agua y Tres anuncios por un crimen. Nadie debería sorprenderse si aparece en el final de la ceremonia un ganador inesperado, aunque pocos crean que esa consagración pueda ir para el lado de Lady Bird, la más redonda, entrañable, profunda y trascendente de todas las historias contadas entre los nueve títulos nominados este año al Oscar a la mejor película.

Quién ganará: La forma del agua

Quién debería ganar: Lady Bird

Mejor director

La ola inicial de pronósticos en esta temporada de premios tuvo como gran protagonista a Dunkerque y, por extensión, a su realizador. Parecía descontado en un cierto momento que Christopher Nolan por fin encontraría a través del Oscar un reconocimiento a su manera de acercarse a un episodio crucial de la Segunda Guerra Mundial. Nolan supo darle a Dunkerque ese espesor imprescindible en todos los planos para que ese relato épico (paradójicamente disparado desde un escenario de muy probable derrota) adquiera un peso que la mayoría de los films de su tipo no registra en los últimos tiempos, tal vez por su dependencia exagerada de los efectos digitales. Pero en los últimos tramos de la temporada de premios se fue afirmando un consenso amplio en torno de Guillermo del Toro , que en La forma del agua trabaja como un orfebre distintos elementos de genuina matriz cinematográfica con un equilibrio admirable. Esa suma, según casi todos creen, se convertirá en premio este domingo, por más que Nolan haya construido por cielo, tierra y mar una historia poderosa.

Quien ganará: Guillermo del Toro

Quién debería ganar: Christopher Nolan

Mejor actor protagónico

En este rubro aparece el ganador más anunciado de toda la temporada. Hace tiempo que Gary Oldman tiene el Oscar casi en el bolsillo por su personificación de Winston Churchill en los momentos históricos decisivos para la suerte del Reino Unido y del destino de Europa en la Segunda Guerra Mundial narrados en Las horas más oscuras. La Academia de Hollywood, cuyo voto mayoritario corresponde a los actores, tiene una larga tradición de reconocer y premiar a aquellos intérpretes capaces de ocultarse por completo dentro de un personaje (y si hay como en este caso grandes oleadas de maquillaje, mucho mejor) y trascender desde allí hacia instancias actorales insospechadas. Para la mayoría de sus pares, Oldman entrega aquí la actuación de su vida. Y algo parecido opina la industria y buena parte de la crítica más influyente en estas cuestiones. Sin embargo, por más que el premio parezca ya algo consumado, no puede pasarse por alto la aparición en esta competencia por el Oscar del extraordinario Timothée Chalamet , un modelo de sensibilidad, de intuición, de ternura y de aliento amoroso en Llámame por tu nombre. No ganará sólo porque tiene enfrente lo que aparece a los ojos del mundo del Oscar como el mejor Oldman, pero en cualquier otra circunstancia nadie podría discutirle el premio.

Quién ganará: Gary Oldman

Quién debería ganar: Timothée Chalamet

Mejor actriz protagónica

Otro nombre casi cantado, pero que en este caso se fue construyendo laboriosamente a lo largo de toda la temporada de premios. Todo había comenzado, como suele ocurrir con las mujeres candidatas al Oscar como mejor actriz, con expectativas muy parejas y elogios muy repartidos entre candidatas de alto perfil y personajes de altísima complejidad interpretados por ellas. Mucho se habló en su momento del potencial enorme de Margot Robbie en Yo, Tonya, y también de lo difícil que siempre es enfrentar en estos casos a Meryl Streep , la nominada récord. Pero entre las cinco candidatas, casi naturalmente fue consolidándose hasta el punto de hacerse indiscutido el nombre de Frances McDormand . Actriz segura, convincente, plena, parece destinada desde el comienzo a encarnar a la tan áspera como frágil protagonista de Tres anuncios por un crimen, un personaje que la propia actriz convierte en atrapante e irresistible para el público. Ganará por el voto, pero podría hacerlo tranquilamente por aclamación. La única que podría discutirle ese lauro es Saoirse Ronan , de la mano de su infinita paleta de matices expresivos puestos al servicio de su maravillosa Christine en Lady Bird.Sería injusto quitarle a McDormand el regreso a un triunfo que ya disfrutó hace 22 años con Fargo, pero también sería injusto dejar a Ronan con las manos completamente vacías. Lamentablemente para los méritos de ambas, a una sola le corresponde ganar.

Quién ganará: Frances McDormand

Quién debería ganar: Frances McDormand y/o Saoirse Ronan

Mejor actor de reparto

A Sam Rockwell le pasó lo mismo que a Frances McDormand. Su papel de policía de tendencias y conductas racistas en Tres anuncios para un crimen no era el más considerado entre los potenciales candidatos al principio de la temporada de premios. Estaba casi a la par de su compañero de elenco Woody Harrelson y muy lejos del indiscutido favorito de los comienzos, Willem Dafoe , puntal de El proyecto Florida, que se estrena en la Argentina recién el 29 de este mes. Sin embargo, desde que la película empezó a pisar fuerte (sobre todo a partir de las vísperas de los Globo de Oro),el nombre de Rockwell se fue afianzando al punto de que hoy es el candidato de todos para llevarse este premio , un reconocimiento que va más allá de una película y alcanza a la trayectoria entera de uno de los mejores intérpretes de su generación.

Quién ganará: Sam Rockwell

Quién debería ganar: Sam Rockwell

Mejor actriz de reparto

Una competencia curiosa presenta este rubro siempre reñido en esta temporada, en la que los méritos aparecen acaparados por dos personajes muy parecidos: sendas madres envueltas en conflictivos vínculos con sus respectivas hijas. Por extraño que parezca, la que prevalece en todos los pronósticos como casi segura ganadora es la siempre confiable Allison Janney , que de las dos madres aparece en Yo, Tonya, como la menos empática y sensible en este juego de relaciones madre-hija. Pero la poderosa interpretación de Janney -que veremos a partir del próximo jueves cuando la película se estrene en los cines argentinos- parece haber conquistado a los votantes de la Academia, según la mayoría de los pálpitos. Con más riqueza de matices y ese toque de calidez que se construye desde el silencio y la aparente incomprensión, otra curtida y brillante actriz como Laurie Metcalf supo entregar en Lady Bird una actuación de altísimo vuelo, suficiente como para merecer con creces la estatuilla. Tuvo la mala fortuna de tener en este caso una adversaria enorme.

Quién ganará: Allison Janney

Quién debería ganar: Laurie Metcalf

Mejor guión original

En este rubro se vislumbra una de las competencias más reñidas de toda la noche del Oscar. La genuina originalidad del guion que Jordan Peele escribió para ¡Huye!, que quedará seguramente entre las más agudas observaciones de los últimos tiempos sobre la cuestión del racismo (con una actualidad pasmosa) se vio respaldada por una fortísima campaña de marketing por parte de los estudios Universal, que revitalizó las chances de una película estrenada hace casi un año. Por el otro lado, nadie duda de que buena parte de los méritos de Tres anuncios por un crimen descansan en un agudo y filoso guion que con sus hábiles volantazos y giros desconcierta al espectador y lo estimula a la vez a comprometerse cada vez más con la historia. Si, como vaticinan muchos, la película de Martin McDonagh queda al margen de la competencia como mejor película, el Oscar al mejor guion podría verse como un legítimo «premio consuelo». Pero las chances son parejas para dos propuestas que tienen más puntos en común de las que asoman a primera vista. Pero tal vez el momento actual de Hollywood, de la industria y de un debate político que va más allá de los premios se reconozca más en lo que propone el lúcido Peele a través de ¡Huye!

Quién ganará: Jordan Peele

Quién debería ganar: Martin McDonagh

Mejor guion adaptado

Aquí, a diferencia del guion original, no parece haber dudas. Todo indica que el Oscar cumplirá en este caso con uno de sus rituales favoritos: el reconocimiento tardío, pero legítimo, a una de esas figuras que en su momento de esplendor estuvo alguna vez a punto de ganar el premio, pero se quedó solo con la frustración del intento. James Ivory fue sin suerte candidato a mejor director en 1993 por su obra más reconocida, Lo que queda del día. Ahora, cerca de cumplir 90 años, todos creen que encontrará la reivindicación de la Academia con su primera estatuilla, en este caso como guionista deLlámame por tu nombre. Hay quienes también en nombre del clima de época preferirían los giros corales y testimoniales de Mudbound: el color de la guerra, pero la creencia mayoritaria apunta hacia otro lado. Será el momento de reconocer la fina sensibilidad de Ivory para adaptar la novela romántica de André Aciman y acentuar sus mejores detalles en su trasposición al cine.

Quién ganará: James Ivory

Quién debería ganar: James Ivory

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