María Gabriela de Faría será el rostro en el cine de Eugenia Blanc, uno de los personajes principales de Blue Label/Etiqueta azul, la popular novela de Eduardo Sánchez Rugeles, que será adaptada a la gran pantalla por Alejandro Bellame, coautor del guion junto con el escritor.
Han pasado cinco años desde que ambos empezaron a trabajar en este proyecto, hasta que finalmente lo concretan con el inicio del rodaje, el 16 de octubre, saliendo de Caracas en un trayecto hacia el páramo, un recorrido que está previsto para siete semanas.
Desde hace meses hay intriga sobre el filme a través de las redes sociales en las que se han subido distintas imágenes; pero ayer finalmente se conocieron los rostros de los protagonistas. Además de Blanc interpretada por De Faría, Titina tendrá el rostro de Edmary Fuentes y el de Vadier será el de Erick Palacios. Todavía no se revela quién será Luis. El resto del elenco lo conforman William Goite, Alberto Alifa, Verónica Arellano, Martha Estrada y Willy McKey.
Eso sí, el apellido de Eugenia será Bianchi, en uno de los cambios que se dejó entrever ayer en la rueda de prensa, pues el país coproductor de la cinta es Italia.
No es seguro que el largometraje lleve el mismo nombre de la novela. Una opción que se maneja es Dirección opuesta, como también se llama una canción compuesta por Cayayo Troconis, autor de buena parte de las melodías que se escucharán en el filme. En la obra literaria la referencia musical más notoria es la de Bob Dylan, pero por los costos de los derechos, la producción eligió al cantautor venezolano. “También es un asunto de buscar la universalidad con lo local”, indicó Bellame. El título dependerá además de unas negociaciones que lleva a cabo con Diageo, propietaria de la marca de Johnnie Walker.
El realizador dio un detalle de la trama: “Eugenia tiene 30 años de edad y vive en Italia después de dejar Venezuela 13 años antes. Un día recibe un mensaje de texto que le recuerda una promesa y un aniversario. En su memoria aparece nuevamente ese amor adolescente. Era una muchacha a punto de graduarse de bachillerato con el único objetivo de irse”. La joven emprende entonces un viaje para encontrar a su abuelo, pieza clave para alcanzar su objetivo. “Blue Label retrata a una Venezuela muy actual y se proyecta de alguna manera sobre un futuro cercano que esperemos sea muy esperanzador”, agrega.
En el libro, Sánchez Rugeles es contundente al retratar a una Venezuela decadente y asfixiante, además de mostrar temas tabú relacionados con la juventud. Con respecto a los señalamientos a la realidad política, Bellame asegura que hasta ahora no habido problemas, mucho menos cuando se buscó al CNAC para el financiamiento. “Sí puedo decir que está muy matizado, pero no por autocensura. Pensamos que el aspecto cinematográfico mejoraba si dejábamos eso un poco de lado”.