Kate Winslet cumplió su sueño de filmar con Woody Allen. El director la llamó para decirle que había escrito el papel femenino central de su nueva película, Wonder Wheel, pensando en ella y le pidió que leyera el guión. “Entendí que no iba a tener otra oportunidad con Woody Allen. Era ahora o nunca”, reconoció la actriz.
En este relato, ambientado en la década del cincuenta en Coney Island, el área costera y de playa ubicada en el extremo sur de Brooklyn que funcionó durante largo tiempo como espacio de entretenimiento, paseo y descanso, Winslet interpreta a Ginny, una madura y todavía bella actriz frustrada que trabaja de camarera y vive junto a su marido, Humpty (Jim Belushi), encargado del mantenimiento de algunas atracciones del parque de diversiones. Allí conoce a un salvavidas y aspirante a dramaturgo (Justin Timberlake) más joven que ella, pero esa relación incipiente se complica cuando aparece en escena la hija de Humpty (Juno Temple).
Fuera de las penurias de su personaje, Winslet también tuvo que afrontar más de un momento amargo en medio de este viejo sueño hecho realidad, hacer finalmente una película bajo las órdenes de Allen. En las vísperas del estreno de la película en los Estados Unidos, resonó muy fuerte una frase en la que la actriz elogia de manera inusual al director neoyorquino. “En cierto modo, Woody es una mujer. Está muy en contacto con ese costado de sí mismo. Entiende a los personajes femeninos que crea de una forma excepcional. Sus personajes femeninos siempre son muy ricos, grandes y honestos en lo que respecta a sus sentimientos. Y él sabe como ninguno escribir diálogos que transmiten todo eso”, dijo Winslet en una entrevista.
La primera e inmediata reacción a estos dichos fue de Dylan Farrow, una de las hijas adoptivas de Allen, que hoy tiene 32 años de edad. Respondió a través de una nota de opinión publicada en Los Ángeles Times en la que acusa a Winslet, junto a otras actrices como Greta Gerwig y Blake Lively, por haberse referido al tema del acoso sexual en Hollywood sin hacer mención alguna del caso de Allen: “El sistema trabajó al servicio de Harvey Weinstein durante décadas. Hoy lo sigue haciendo a favor de Woody Allen”.
The New York Times habló con Winslet y le preguntó sobre esta delicado asunto. “No conocía a Woody y no sabía nada sobre su familia. Como actriz, tienes que mantenerte a un lado y decir que no sabes nada, independientemente de si lo que se dice es cierto o no. Después de pasar por todo eso lo apartas a un costado y te limitas a trabajar con esa persona”, fue su respuesta.
Para Winslet, Woody Allen “es un director increíble”. El caso se asemeja al de Roman Polanski, otra figura largamente cuestionada por hechos similares ocurridos hace décadas, cuando abusó de una chica de 13 años de edad luego de emborracharla, corroborados y juzgados, tanto que no puede regresar a Estados Unidos. Winslet filmó en 2011 la versión cinematográfica de la obra teatral Carnage, dirigida por Polanski. “Fue una gran experiencia haber trabajado con ambos. Esa es la verdad”, afirmó la actriz.
La discusión abrió una suerte de grieta entre las actrices de Hollywood. De un lado están Winslet, Cate Blanchett, Emma Stone y Kristen Stewart, que estuvieron bien dispuestas para trabajar con Allen luego de conocerse las denuncias de Dylan Farrow. Y del otro aparecen Ellen Page, Susan Sarandon y Jessica Chastain. Page dijo estar arrepentida de haber participado en De Roma con amor. Y las dos restantes dijeron públicamente que jamás trabajarían con Allen.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional