El productor de cine Harvey Weinstein, acusado de abuso sexual y violación, se declaró inocente ante el Tribunal Supremo de Nueva York.
El ex magnate de Hollywood apareció con un traje azul oscuro y contestó distraído a las preguntas del juez James Burke de forma concisa y en voz baja, durante una sesión que se prolongó por media hora, y en la que hubo una lectura formal de los cargos. Weinstein estuvo acompañado de su abogado Benjamin Brafman, quien anteriormente ya había asegurado que su cliente es inocente.
En la sala repleta se encontraban 100 personas, y decenas de periodistas se agolpaban a las puertas del tribunal.
Weinstein se enfrenta a cargos de violación y de obligar a una mujer a mantener sexo oral. El pasado miércoles fue acusado oficialmente por un Gran jurado.
Este tipo de jurados se forman en Estados Unidos para estudiar las pruebas de posibles delitos y para decidir si se formula una acusación. A menudo se recurre a ellos en casos muy polémicos o de gran envergadura, como los casos contra el cantante de pop Michael Jackson o la estrella del fútbol americano O.J. Simpson.
Numerosas mujeres acusaron a Weinstein de acoso sexual. Según la fiscalía, la acusación se refiere a dos casos ocurridos presuntamente entre 2004 y 2013. El productor está siendo investigado desde hace meses.
En declaraciones a los periodistas al final de la vista judicial, Brafman confirmó que Weinstein se había declarado no culpable y dijo que se defenderá «vigorosamente» ante las acusaciones. «No voy a discutir sobre las evidencias», afirmó el letrado, que agradeció al tribunal que le concedieran el tiempo necesario para responder al pliego de acusaciones.
En sus declaraciones, Brafman reiteró que Weinstein siempre ha establecido que las relaciones sexuales que mantuvo con las mujeres que lo denunciaron fueron por consenso. «La violación es un crimen terrible (…). Él ha sido acusado en falso de violación», insistió el abogado.