La ópera y el teatro fueron las primeras artes en las que se dio a conocer Daniela Vega. En 2011, después de abandonar su trabajo como estilista y sin estudios formales en la actuación, protagonizó el montaje La mujer mariposa, que se presentó en varios teatros chilenos. Cuatro años más tarde filmó su primera película.
“En esto hay un trabajo muy grande de parte del equipo y mío, por supuesto”, comenta Vega respecto al éxito internacional de su película más reciente, Una mujer fantástica, que la semana pasada ganó el Oscar como Mejor Película Extranjera.
De esta producción, que dirige Sebastián Lelio, han pasado tres años desde el debut en La visita y de la carrera en la gran pantalla de esta actriz y cantante transexual que ha ido en escalada.
Además de haber recorrido las alfombras rojas de los festivales de cine más importantes del mundo, gracias a Una mujer fantástica Vega fue presentadora de uno de los premios durante la gala de la Academia. La santiaguina hizo historia: es la primera actriz transexual en presentar una categoría en estos galardones.
“Siento mucho cariño, compañía y conexión. Estoy muy agradecida con todo lo que ha venido pasando porque ha sido fantástico”, comentó la intérprete que el martes pasado, junto con todo el equipo de producción de la película, fue recibida por la presidente de Chile, Michelle Bachelet.
Una mujer fantástica une varios géneros cinematográficos –el drama, el thriller y el musical– para retratar la historia de amor y muerte de Orlando y Marina, y la tragedia de la mujer, una aspirante a cantante, que es rechazada por la familia de su difunta pareja por su condición trans.
“Esta película invita a hacerse preguntas: ¿qué cuerpos pueden habitarse? ¿Qué cuerpos pueden ser conquistados y cuáles no? ¿Por qué no? ¿Dónde están los límites de la empatía? ¿Cuántos somos capaces de ponernos en el lugar del otro? ¿Entendemos las realidades de las personas? ¿Cuándo vemos la diversidad como la riqueza más grande que tenemos? La historia cuestiona y eso es valioso”, refiere.
Recuerda que Lelio buscó plasmar las emociones del personaje principal de Una mujer fantástica a través de una estética visual fundada en los colores, encuadres y secuencias.
“Es un festival de matices. Esas emociones que aparecen en la película son las mismas que puede vivir cualquier persona. Y me refiero a eso porque todos hemos sido rechazados alguna vez, todos hemos tenido la oportunidad de enamorarnos, todos nos vamos a morir… Son cosas que vive Marina y que logran conectarla con la gente”, indica.
“Espero que el público vea la película. Es una invitación a declararse en alguno de los lugares que propone la historia, desde qué punto de vista se observa la acción y desde qué lugar emocional se involucra el espectador. Son preguntas implícitas allí”, dice la actriz que el 3 de junio cumplirá 29 años de edad.