Un grupo de 16 científicos de Europa y América, cuatro de ellos por videoconferencia, se reunieron durante cinco días en Santiago de Chile y concluyeron que Pablo Neruda, poeta y Premio Nobel de Literatura, no murió de caquexia cancerosa ni por el cáncer en la próstata, como señala su certificado de defunción del 23 de septiembre de 1973.
El doctor español Aurelio Luna, vocero de este panel de expertos que convocó el juez Mario Carroza, quien investiga la muerte de Neruda desde 2001, dijo que las conclusiones establecen “la no validez del certificado de defunción en cuanto a la caquexia como causa de muerte, esto se excluye a través de todos los estudios realizados”.
Neruda murió en la clínica Santa María pocos días después del Golpe de Estado de Augusto Pinochet. Su chofer, Manuel Araya, fue detenido esa misma noche y llevado a un centro de detención. Fue él quien reveló hace siete años que el poeta pudo haber fallecido por intervención de terceros, logrando que el Partido Comunista, donde había militado Neruda, la familia y luego el gobierno de Chile, pidieran reabrir la causa para exhumar e investigar sus restos. Desde hace dos años, científicos de Canadá, España, Dinamarca, Estados Unidos y Chile, han buscado rastros de agentes biológicos externos que puedan dar indicios de un crimen.
Luna explicó que para descartar el cáncer como causa de muerte se recurrió a “la ausencia de proteínas específicas de la caquexia (en las muestras que se estudiaron) y a la medición del índice de masa corporal”, realizado con fotografías del cuerpo del poeta y la medición de su cinturón
“El estudio nos permite en forma rotunda establecer al cien por cien la ausencia de caquexia”, dijo y agregó que las conclusiones del panel son unánimes y las comparten todos los expertos.
Aunque se sabe que Neruda presentaba un cáncer a la próstata grado 4 y que presentaba metástasis, Luna reveló que “no estaba en los estados finales del proceso canceroso. La caquexia es una debilitación progresiva del organismo y del análisis de los datos no podemos aceptar que el poeta se encontrara en un proceso de muerte inminente al momento de ingresar al hospital”.
Estudio minucioso
En el grupo de especialistas fue clave la incorporación de dos oncólogos de próstata, uno chileno y otro francés, que además estudiaron cómo se trataba ese cáncer en Santiago de Chile en los años setenta.
La pregunta entonces es de qué murió Pablo Neruda. Los análisis a sus restos mortales y ADN de agentes presentes en su cuerpo, especialmente en dientes y encías, siguen realizándose en Dinamarca y en Canadá. Luna dijo que entre seis meses y un año más habrá resultados de nuevas bacterias halladas en el cuerpo del poeta.
“Son muchas bacterias que arrojan millones de datos. Estamos pendientes para saber establecer su origen y si se trata de alguna bacteria cultivada como arma biológica para provocar un proceso fe infección”, contó el especialista.
Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda (su nombre era Neftalí Reyes), habló en nombre de los sobrinos: “Esto tiene un dejo de dos cosas que se las voy a exponer: primero, es un duelo que se está aliviando. Con los resultados el tío podrá caminar libremente”.
“Sabemos que el certificado respecto de su muerte es falso, no murió de caquexia como decía su certificado medico, se falseó la causa de muerte de Pablo Neruda. Sentimos una profunda tristeza (…). Tenía su salud deteriorada, pero compatible con la vida, que le permitía salir de Chile al día siguiente, para ponerse a salvo de la dictadura militar”, se extendió Reyes.
El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, dijo que está “conmocionado con la noticia de que el certificado es falso o está hecho con bases falsas; es un indicio de que se ha tratado de ocultar la causa real de la muerte de Pablo Neruda (…) podemos incluso pensar que se le dejó morir, por ahí dijeron que le estaban inyectando dipirona, y si tenía cáncer, por qué no le pusieron más atención. Se trataba de un Premio Nobel, de un ex senador”.
Eduardo Contreras, abogado de Derechos Humanos en la causa, dijo que pedirán nuevas diligencias al ministro Mario Carroza para que dicte acciones relacionadas con el certificado de defunción y con las personas que han declarado ante él y trabajaron en la clínica en los días en que murió Neruda.