El próximo jueves, la actriz Carrie Fisher, quien falleció en diciembre de 2016 por un infarto a los 60 años de edad, recibirá una estrella póstuma en el tradicional paseo de Hollywood en reconocimiento a su carrera. Fisher es recordada por interpretar a la Princesa Leia en la saga de películas de Star Wars. De ese popular filme ya tenían su estrella los actores Harrison Ford, Alec Guinness y Mark Hamill.
«Ya era hora, bien merecido”, dijo Hamill. La ceremonia la encabezarán Hamill y la hija de la actriz, Billie Lourd. Fisher murió pocos días antes que su madre, la también actriz Debbie Reynolds.
Fisher falleció tras sufrir un infarto masivo mientras se encontraba en un vuelo que la trasladaba de Londres a Los Ángeles.
Fisher fue el producto del matrimonio entre la estrella de cine Debbie Reynolds, conocida por su papel en Singin’ in the Rain, y del cantante Eddie Fisher.
A principios de los 80, su vida estuvo marcada por el alcohol, las drogas y la depresión, coincidiendo con papeles fracasados en películas como Under the Rainbow (1981) y Hollywood Vice Squad (1986).
Una talentosa guionista, Fisher revisó numerosos guiones, incluyendo Sister Act (1992), Outbreak (1995) y The Wedding Singer (1998).
A lo largo de los años dio varias entrevistas sobre su trastorno de bipolaridad y adicción a los medicamentos y a la cocaína, que admitió haber usado durante la filmación de Star Wars: Episode V – The Empire Strikes Back (1980).
Al ser consultada por Vanity Fair en 2006 sobre cómo persuadió a Lucas para que le diera el papel de la princesa Leia, respondió: «Dormí con algún nerd, espero que haya sido George. Tomé muchas drogas como para recordar quién fue», añadió.
También habló sobre la terapia electro-convulsiva, que consistía en pequeñas descargas en el cerebro para desencadenar pequeñas convulsiones y salir de la terapia.
El libro que estaba promocionando antes de morir estaba titulado The Princess Diarist y se basó en los recortes de diarios que guardó de la filmación de la trilogía original de Star Wars.
Las memorias llamaron la atención de la prensa luego de que Fisher admitiera haber tenido un amorío de tres meses con Harrison Ford durante la grabación de la primera película (Episodio IV) en 1976.
La actriz estuvo casada brevemente con el cantautor Paul Simon en los 80 y tiene una hija, la actriz Billie Catherine Lourd, de su relación con el agente de talentos Bryan Lourd.