“Tiene indudablemente una de las voces más finas y de mejor escuela que nos ha visitado“, decía una de las críticas que recibió por una actuación en Japón, en 1968, Carlos Almenar Otero.
Luego de una larga convalecencia, el caraqueño nacido el 21 de marzo de 1926 falleció ayer en la ciudad de Miami, donde había fijado residencia.
La Voz de Oro de Venezuela, como le conocían, cantó en alemán, italiano, español, japonés e inglés. Aunque su educación fue más operática –vivió 18 años en Alemania y 5 en Italia– siempre estuvo vinculado a la música popular venezolana.
La carrera de Almenar Otero tomó un giro meteórico cuando ganó el concurso El Gran Caruso en 1951, que fue organizado por la Metro Goldwyn Mayer para promocionar una película del mismo nombre protagonizada por el tenor y actor estadounidense Mario Lanza. Otro de los grandes hitos de su carrera fue el contrato que firmó con la disquera alemana Deutsche Grammophon.
Sus éxitos en Alemania datan de 1962, cuando apareció la grabación “No quiero que llores”, que vendió más de medio millón de discos. Después vino el tema italiano “Cara mía”, que el propio Almenar consideraba de los más bellos que había interpretado.
En 1967 Almenar Otero recordaba cuando a los 20 años se la pasaba con una “guitarrita” en Caracas cantando música criolla y cómo después decidió superarse para viajar a Italia a educar su voz. A partir de ese momento su vida cambió: interpretó ópera con gran éxito. Ya para ese año tenía 33 discos en Europa y 7 en Venezuela, pero nunca olvidaba cantar el “Alma llanera” al final de cada uno de sus conciertos.
En una entrevista que le realizaron en la década de los setenta Almenar Otero indicó que su interés por Alemania radicaba en su crecimiento profesional: “En técnica musical los alemanes son mejores. Es más científica”.
Pero llegó un punto en el que sintió la necesidad de regresar a Venezuela, así que en 1975 hizo sus maletas y volvió. “Tomé la decisión de venirme motivado a la nueva era que vive el país; ahora hay un mayor aprecio por el artista venezolano”, dijo.
Luego anunció su participación en La canción venezolana en Venezolana de Televisión, en el que trabajó con la cantante Rosalinda García. El programa tenía como finalidad mostrar artistas noveles y consagrados, así como compositores.
Durante muchos años fue presidente del jurado del programa de talentos ¿Cuánto vale el show?, presentado por Guillermo “Fantástico” González. Semanalmente hacía comentarios de las interpretaciones de los aspirantes. Asimismo, en el programa radial El bel canto ilustrado, llevó a cabo un trabajo de difusión de música clásica y ópera.
En 1989 afirmó que la difusión y apreciación de la música venezolana no solo tenía que ser un deber educativo sino patriótico: “Sin ella perdemos la principal cédula de identidad que esgrimen los pueblos frente al mundo. Infortunadamente, tenemos emisoras que se dicen juveniles porque solo difunden música extranjera”.
Defendía la libertad de expresión. En 1992 estrenó en Barcelona el sencillo “Canción al periodista”, por la que fue premiado por la IX Convención Nacional de Periodistas de España. Uno de los versos dice: “La verdad siempre la verdad, con la razón, la justicia y la dignidad”.
En su cuenta en Twitter, su hija Bélica escribió ayer: “Hoy despedimos a mi padre, el gran tenor venezolano Carlos Almenar Otero. Me siento bendecida por haberlo tenido como guía espiritual y artística. Son momentos de introspección e intimidad que vivimos en familia. Gracias por sus mensajes. CDMX, 7/08/2018 Bélica”.
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