La gira Back to 4 de C4 Trío cerró con bailes, largos minutos de aplausos y mucho rasgueo de cuerdas en la Concha Acústica de Bello Monte, donde por un momento el cielo encapotado de Caracas amenazó la realización de un concierto que se esperaba desde hace cinco años.
Repletos de personas estaban los alrededores de la Concha Acústica, que se ha convertido en un símbolo para recuperar la vida cultural y nocturna de la ciudad. Desde adolescentes hasta personas bastante mayores querían ver al grupo formado hace 16 años por Jorge Glem, Héctor Molina, Edward Ramírez y Rodner Padilla, ganadores del Latin Grammy en 2014 y 2019.
El show comenzó con las actuaciones de las agrupaciones Suena cuatro y Cayiao. Luego Emilio Lovera, en un discurso en el que destacó el reconocimiento internacional que los migrantes venezolanos se han labrado, presentó a C4 Trío, que abrió con una pieza de tono onírico, para seguir con otra de movimientos más duros.
La primera, titulada “No Nation Sound”, fue compuesta por Rodner Padilla y saldrá en el próximo disco de C4 Trío, Back to 4, previsto para mayo y que ya cuenta con un EP disponible en plataformas digitales. Otros temas del álbum que tocaron en la Concha fueron “JGCUT” y “Back to 4”.
“Hemos ido a muchas partes del mundo gracias a nuestra música. La gente se maravilla con la música venezolana, pero no hay un lugar mejor para presentarse que en casa”, expresó Jorge Glem, quien explicó luego, ya en el camerino, que el próximo disco, coproducido por Michael League y que se lanzará bajo el sello Ground Up Music, se enfoca en los orígenes del cuarteto como ensamble musical.
“Está hecho desde lo que nosotros somos como agrupación, con todos los temas nuevos que compusimos para este disco. Fue un reto muy grande hacerlo así, bajo la coproducción de League, una de las grandes estrellas de la música hoy día”, dijo.
Padilla añadió: “Es un disco que nos debíamos desde hace un tiempo. Fíjate que cuando hicimos el álbum con el ‘Pollo’ Brito nuestra idea siempre fue ir luego por uno de nosotros, pero nunca fue porque hubo oportunidades muy buenas que no se podían desaprovechar. Pero ahora se dio. La pandemia también nos dio ese tiempo extra que necesitábamos para componer”.
Eso no significa que dejarán de lado las colaboraciones que siempre han hecho con músicos venezolanos y latinos, pues quieren, comentó Glem, mostrar el cuatro como un instrumento universal. “No que toque solo música venezolana, que es una cosa hermosísima, sino que el día de mañana se pueda tocar cualquier tipo de género musical”.
Y así quedó demostrado en el concierto en Caracas: C4 Trío reunió en un mismo escenario a Simón “Toto” Ruiz, Betsayda Machado, Marcial Istúriz, Asier Cazalis y, la gran sorpresa de la noche, Gualberto Ibarreto, que interpretó, apoyado en su andadera, el tema “María Antonia”. “María Antonia es la mejor mujer que he tenido después de mi mamá y mi esposa: después de 46 años sigue dándome real”, afirmó entre risas el cantante nacido en el estado Sucre hace 74 años.
Puede decirse que fue un show en el que hubo de todo. Toto Ruiz recorrió el escenario con canciones como “Si usted la viera” o “Yo sin ti no valgo nada”; Betsayda Machado puso, maraca en mano, el tambor y el calipso con “Isidora” y “24 de junio”, y Asier Cazalis el rock con dos de sus temas más conocidos: “El mar” y “Rubia sol, morena luna”. Al público emocionado no le alcanzaban los aplausos y los brincos para las apariciones de cada uno de los invitados.
Finalizando el concierto, C4 Trío quiso, apoyados en la voz de Marcial Istúriz, homenajear al país con el tema “Sentimiento nacional” de Guaco. Mientras el vocalista cantaba, en pantalla se mostraron figuras nacionales emblemáticas en diferentes disciplinas, desde Aldemaro Romero a Carlos Coste, pasando por Cecilia Todd y Sofía Ímber.
Claro que no podían faltar los solos de cada uno. Glem, Padilla, Ramírez y Molina demostraron su capacidad para rasguear las cuerdas con improvisaciones que mantuvieron siempre de pie al público para luego unirse, al modo de C4 Trío, con diversión, en cuatro sillas para tocar el instrumento del compañero de al lado. Mientras tanto, entre las gradas de la Concha el maestro Cheo Hurtado, fundador del concurso La Siembra del Cuatro, repetía a cada tanto “qué belleza de concierto, qué belleza”.
En los camerinos, en la parte trasera de la Concha Acústica, las fotos, los cubalibres, las felicitaciones, los abrazos y las celebraciones se multiplicaban por doquier. Mientras Betsayda Machado cantaba en su camerino con una de las jóvenes promesas del Venezuelan Sound System, los miembros de C4 Trío firmaban cuatros de fanáticos, recibían a familiares y amigos y se preparaban, agotados y felices por un concierto de más de cuatro horas, para marcharse.
Ya sin instrumentos en las manos, afirman que la gira por el país era algo que necesitaban.
Rodner Padilla reconoce, no obstante, que hubo ciudades que quedaron por fuera por razones de tiempo y dificultades con los vuelos -además de Caracas, estuvieron en Porlamar, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo-, pero espera que se pueda concretar otra gira para octubre o noviembre. Dijo, en broma, que le encantaría que comenzara en Punto Fijo, ciudad donde nació.
Para Héctor Molina, Back to 4 es una de las giras más emocionantes que han hecho. “Para nosotros esto es recargar energías, lo necesitábamos como agrupación, como venezolanos. Creo que mucha gente aquí también necesitaba que nosotros como artistas viniéramos a mostrar el trabajo que hemos hecho”.
Glem agregó: “Es un honor muy grande estar en un sitio tan prestigioso. Nunca habíamos tocado aquí. Si bien hemos estado cinco años fuera de Venezuela, hemos tenido la posibilidad de tocar para otros venezolanos, otros amigos, pero no se ve tal cantidad de público y tal fervor como el que había hoy. Recibimos la energía que queríamos hace tiempo”.
Edward Ramírez asegura que nunca hubo dudas sobre mantener el proyecto C4 Trío a pesar de las distancias, pues cuando él estaba en Colombia, Glem se encontraba en Nueva York mientras Molina y Padilla hacían vida en Miami. “Fue un poco más complejo y fuimos aprendiendo en el camino. Era una cosa de planificar un poco más las giras, las grabaciones. Siento que esta gira nos dice que valió la pena todo ese esfuerzo, de mantenernos hoy día viviendo en Miami y de esa manera seguir cohesionados, tal como estábamos cuando vivíamos en Caracas”.