Brooke Shields reveló que fue violada cuando era una joven actriz de Hollywood en el nuevo documental Pretty Baby: Brooke Shields, que se estrenó el viernes en el festival de cine de Sundance.
La otrora supermodelo no reveló la identidad de su agresor, pero dijo que se reunió con el hombre -al que ya conocía- poco después de graduarse en la universidad, creyendo que se trataba de una reunión de trabajo para hablar de su participación en una nueva película.
La llevó a su hotel alegando que llamaría un taxi para ella desde su habitación. En cambio, desapareció en el baño antes de volver desnudo y agredirla, contó Brooke Shields.
«Era como una lucha libre (…) Tenía miedo de que me ahogara o algo así», recuerda en el documental. «No luché tanto. No lo hice. Me quedé totalmente paralizada. Pensé que mi único ‘no’ debería haber sido suficiente. Y solo pensé ‘mantente viva y vete'».
Tras el incidente, Shields recuerda que llamó por teléfono a su amigo y jefe de seguridad Gavin de Becker.
«Eso es una violación», le dijo, a lo que ella respondió: «No estoy dispuesta a creer eso».
No había hablado del incidente públicamente hasta ahora.
Haciendo eco del movimiento MeToo, la revelación es uno de los varios momentos impactantes del largometraje, que se estrenará en la plataforma de streaming Hulu en dos partes.
La primera parte examina la intensa sexualización que Shields experimentó de niña, incluida una provocativa sesión de fotos desnuda a los 10 años, y su aparición como prostituta infantil en la película Pretty Baby a los 11 años.
El documental muestra a una joven Shields sometida a lascivas preguntas de tertulianos mucho mayores que ella sobre sus papeles en películas como El lago azul y Amor eterno, y la serie de polémicos comerciales de jeans Calvin Klein que protagonizó.
Tras experimentar la fama mundial en su adolescencia, Shields asistió a la universidad de Princeton, y al principio tuvo dificultades para volver a encontrar papeles de actriz después de graduarse, lo que la llevó al encuentro con su presunto violador.
La película, que le valió a Shields una ovación de pie en su estreno en Sundance, también narra la posterior obsesión de los medios de comunicación por su virginidad, el alcoholismo de su madre y su primer matrimonio con la estrella del tenis Andre Agassi.
Shields, de 57 años, dijo que «sentía que era el momento adecuado de mi vida» para participar en un documental, pero que nunca quiso quedar aislada.
«La industria en la que yo estaba te prepara para que te cierren las puertas y yo no quería perderme en eso. No quería convertirme en esa víctima».
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