El domingo por la noche, el episodio tres de la última temporada de Succession sorprendió a la audiencia con un giro inesperado pero a la vez, claramente previsible –atención: hay spoilers–: Logan Roy, el ficticio magnate de los medios en el centro de la serie, murió abruptamente después de desplomarse en el baño de su jet privado, habiendo faltado a la boda de su hijo mayor, Connor. Y si bien cualquier fanático sabía que esto sucedería tarde o temprano (su salud ya había dado aviso la temporada pasada, y la sucesión del cargo es el eje narrativo desde el comienzo de la ficción), nadie pensó que sería tan pronto (apenas pasaron tres de los diez capítulos que ofrece esta temporada final). De hecho, hasta el propio Brian Cox confesó su sorpresa por la repentina decisión de Jesse Armstrong el creador de esta historia de HBO Max. «Me llamó (en referencia a Armstrong) y me dijo: ‘Logan va a morir’. Y pensé: ‘OK. Pensé que moriría en el episodio 7 u 8, pero en el episodio 3… Bueno, eso es un poco pronto’, lancé. Él se rió y me dijo: ‘No es que me molestara», le contó Cox a The New York Times sobre cómo recibió la noticia.
Respecto de cómo considera que fue su despedida en pantalla, opinó: «Tenían que terminarlo de alguna manera, y fue elección de Jesse. Lo he dicho antes, y lo diré de nuevo, el problema con buena parte de la televisión, particularmente la TV norteamericana, es que pasa su fecha de vencimiento. Y lo mejor de Jesse y de los escritores de la serie es que no hacen eso. Fue difícil para ellos», señaló.
Y luego de mostrar su conformidad con las decisiones narrativas de Armstrong, agregó: «Creo que hay muchas razones para que Jesse lo matara. Y aplaudo el hecho de que lo haya hecho. Fue valiente porque todo el mundo ama el espectáculo. Sal siempre de la fiesta cuando esté en su mejor momento, no cuando esté bajando la espuma».
En cuanto a cómo puede estar tomando esta decisión el público de la serie, reflexionó: «La audiencia podría estar furiosa; pueden extrañar a Logan y decir: ‘Oh, ¿qué estás haciendo matando a uno de los personajes más interesantes?’ Pero está bien. Estoy haciendo muchas otras cosas. Voy a volver al teatro. Espero dirigir mi primera película en mi vejez. Y estoy preparando Largo viaje del día hacia la noche en Londres que se estrenará en la primavera de 2024. Así que sé lo que voy a estar haciendo probablemente hasta el próximo verano».
A sus 76 años, una edad en la que muchos actores exitosos podrían estar disfrutando de los frutos de su profesión, este escocés -ganador de dos premios Olivier, un Emmy y un Screen Actors Guild- no dudo en aceptar este papel que, sin dudas, terminó siendo clave dentro de su carrera. «La gente está muy nerviosa cuando vienen a conocerme por primera vez porque piensan que soy Logan Roy y no lo soy», reveló, entre risas, sobre la repercusión que tuvo este personaje en la calle.
«El poder del trabajo dramático es tan extraordinario, y la necesidad de que la gente haga esa identificación, y alguien como Logan, se ha convertido en un ícono cultural. Pero es un poco una cosa donde vas: he sido actor durante 60 años y pico. Succession es un trabajo muy especial, y me ha dado mucho, y estoy eternamente agradecido por ello. Pero es solo una parada en el camino. No es el destino, en lo que a mí respecta. Ahora eso puede estar mal. Eso puede definirme. Pero voy a continuar a pesar de todo», remató en esta charla con el medio norteamericano que realizó por videollamada desde su casa de Brooklyn.
¿Y ahora qué?
La muerte de Roy sin dudas cambiará lo que está en juego en Succession, algo que sin dudas significó un gran desafío para los guionistas y productores. «Cambia las apuestas. El protagonista principal se ha ido. Y los niños tienen que lidiar con eso, o no. Creo que la semana que viene va a ser difícil para gran parte de la audiencia porque van a extrañar a Logan. Y no creo que eso sea algo malo, creo que en realidad es algo bastante bueno», expresó el intérprete.
Tras asegurar que su personaje estaba llegando a un punto de descanso, Cox defendió su naturaleza reprensible. «Es muy fácil convertir a las personas en villanos. Pero aquí estás viendo a un hombre que se hizo a sí mismo, que tomó ciertas decisiones que lo pusieron en un camino que no es muy agradable. Probablemente tenía mucha ambición. Quería hacer las cosas bien, y todo salió mal para él. Y luego llegan los niños y él no es capaz de lidiar con cómo se comportan cuando sabe lo difícil que ha sido para él hacer lo que ha hecho, y ellos no tienen ninguna idea de lo que significa. Creo que esa es la profundidad del espectáculo; ahí es donde el programa se convierte no solo en una sátira social sino en un verdadero drama», opinó.
«No lo juzgo en un sentido. Pero en otro sentido, lo juzgo. Creo que es extremadamente estúpido. Pero entonces mi trabajo es sostener el espejo frente a la naturaleza. Mi trabajo no es dar mi punto de vista, mi trabajo es decir: ‘Este es el hombre. Te guste o no, aquí está. Y le infundiré todas las complicaciones que tenemos», reveló sobre cómo fue componer a este villano sin escrúpulos en el que también encontró cierta bondad.
«Creo que es muy incomprendido. Creo que todo salió terriblemente mal. Tenemos estos pequeños momentos de la historia de la madre, la hermana, la relación con el hermano. Ahí es donde se convierte en un ser humano porque está lleno de debilidades y todos los problemas que todos tenemos en el día a día, y todas las horribles decisiones que tomamos o no tomamos», agregó quién remarcó que como actor su función es reflejar esa realidad.
Succession está disponible en HBO Max, con episodios estreno todos los domingos.
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