«Berlín», la precuela de la exitosa «La casa de papel», que se estrena el 28 de diciembre en Netflix, tiene en su protagonista, Pedro Alonso, a su máximo valedor, aunque se rodea de un elenco, que le arropa y entre todos consiguen ese vínculo necesario entre las dos series.
«Berlín» se sacrificó por el grupo en la segunda temporada, una etapa que descubrió que le aquejaba una enfermedad terminal. Sin embargo, continuos ‘flashback’ mantuvieron vivo al personaje que había calado en los espectadores por su ironía, su soberbia, su inteligencia, su capacidad para maquinar y su gusto por el lujo.
Buscando el fondo de esa personalidad compleja, de esa mente privilegiada para el atraco sin mácula, la serie de la productora de Vancouver Media, creada -al igual que «La casa de papel»- por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, incide en el atractivo de un hombre calculador, egocéntrico, romántico, amante del riesgo, del dinero y de las mujeres por encima de todo.
«Dos cosas mueven el mundo: el dinero y el amor», asegura «Berlín» en un momento de la trama de esta ficción, compuesta de ocho capítulos.
París es el marco ideal para dar rienda suelta a la creatividad de unos ladrones de guante blanco, con una minuciosa manera de trabajar, que tienen como objetivo robar 44 millones de euros en joyas históricas pertenecientes a grandes familias.
Cuando todo parecía hilvanado a la perfección, el hedonismo de «Berlín», su gusto por disfrutar de los placeres de la vida y su deseo de vivir la pasión de la primera fase del enamoramiento le llevan a poner en riesgo todo el plan, pero no es el único que se lanza al vacío.
«Berlín», la precuela de «La casa de papel»
Esa búsqueda de la «energía del amor» y de su fantasía, como él la denomina, no solo le arrastra a él, todos los personajes sucumben a la banda sonora de «Love is in the air» y parecen vivir «La vie en rose», incluido un idílico paseo en vespa por las calles que rodean el Sena al más puro estilo Audrey Hepburn en ‘Vacaciones en Roma’, hasta que la tensión y adrenalina del robo hacen acto de presencia después de unos extensos preliminares.
Es entonces cuando aparece el recuerdo de «La casa de papel», su agilidad, su magia, la intensidad y la atracción de la serie de habla no inglesa más vista en Netflix durante la primera y segunda temporada.
«Berlín» recupera dos personajes claves del asalto a la Casa de la Moneda y al Banco de España: a las policías Raquel Murillo (Itziar Ituño) y Alicia Sierra (Najwa Nimri), que sufre un ataque de chovinismo en plena investigación.
Personajes
Pedro Alonso aún no es Berlín, es Andrés de Fonollosa, el líder de la banda. Astuto, siempre un paso por delante de los demás, mientras que Tristán Ulloa, Damián, asume el papel de su amigo entrañable y confidente, muy diferentes entre sí, pero con un pasado común.
Michelle Jenner es Keila un cerebro informático; Begoña Vargas es Cameron, una joven sin arraigo que sabe vivir al límite; Julio Peña Fernández, Roi, que pretende ser el alter ego de ‘Berlín’ en su juventud, y Joel Sánchez, Bruce, que sabe cómo sacar el mejor partido a sus manos.
Personajes que se complementan, con un pasado repleto de relaciones familiares y sentimentales que marcan su juventud, que divertidos se atreven a ser protagonistas de una imagen idéntica a la de los Beatles en la portada del disco ‘Abbey road’.
Un reparto que se completa con Samantha Siqueiro, Julien Paschal, Masi Rodríguez y Rachel Lascar.