El actor y cineasta estadounidense Ben Affleck comenzó en Miami una gran gira de prensa para promover su película The Way Back. En el filme interpreta a un hombre con dolorosos paralelismos con algunos de los peores momentos de su vida.
En una entrevista con Efe confesó que esta es una historia que le llamó la atención porque se centra en la compasión, algo que él considera la misión que ahora debe tener el cine.
Para inspirar ese sentimiento hacia su personaje y de gran manera hacia su vida, Affleck apeló a todas las herramientas emocionales que tiene en su saco. Habló de su divorcio, de sus hijos, de su alcoholismo y, en el sur de Florida, sobre la comida latina y el español.
«La periodista anterior me dijo que no tenía acento mexicano, que tenía acento gringo. Es un poquito mexicano, ¿verdad?», bromeó el artista, consciente de su buen uso del idioma.
«Tiene que ser mexicano porque yo aprendí español cuando viví en México cuando tenía 13 años», explicó.
Su lado vulnerable
Ya en confianza y siempre en castellano, el ex-Batman permitió ver su lado más vulnerable y admitió, por ejemplo, que llegó a pesar unos 112 kilos cuando hizo el nuevo filme que presenta. Ahora, mucho más delgado y en forma, dice tener unos 20 menos.
The Way Back, que se estrena el 6 de marzo, marcó un punto de fuga para este artista. Por otro lado, hizo «mea culpa» sobre otro punto delicado de su vida: su larga y polémica separación de la actriz Jennifer Gardner, a la que describe como una mujer admirable.
El actor reconoció en esta ocasión que sus hijos ya son lo suficientemente grandes para saber lo que está pasando y describió su divorcio como lo más difícil que ha vivido.
A diferencia de otras entrevistas con estrellas de Hollywood, en las que prácticamente se prohíben las preguntas personales, el propio Affleck conectó los puntos entre su vida y su personaje.
Jack Cunningham es un trabajador de la construcción que no tiene mayor vida social que las 24 latas de cerveza que se toma cada noche desde que se separó de su esposa y los otros borrachos del bar que visita regularmente.
Palabras como compasión y recuperación van de la mano con la historia y con su vida misma, reveló.
«Todos caemos»
El artista admitió que lo que más le gustó de la película es que es un espejo de lo que aprendió de la vida con sus tribulaciones.
«Todos caemos, la pregunta es cómo nos levantamos eso es lo importante de Jack y lo que veo importante para mí», subrayó.
El actor confesó que había perdido el norte de su vida y su carrera y que le hizo falta un personaje que le permitiera explorar la caída, la culpa y la redención para recuperar el amor por el cine y recordar el poder de la compasión.
«Estos jóvenes me hicieron recordar por qué me enamoré del cine», expresó el artista presumiendo su español.
«Su pasión por hacer las cosas bien y su entusiasmo me hicieron que volviera a hacerlo», cerró.
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