Un año después del incendio de la catedral de Notre Dame, continúan las investigaciones para intentar determinar las causas del siniestro.
Este es un resumen sobre las pesquisas, que avanzan a paso lento.
¿Qué ha pasado con la investigación judicial?
«Es una investigación larga, compleja, colosal«, admitió en febrero el fiscal de París, Rémy Heitz, a la radio Europe 1. Hasta ahora se desconoce la causa exacta del incendio.
Durante su investigación preliminar, concluida en poco más de 2 meses, la Fiscalía de París analizó 96 elementos de prueba, realizó un centenar de interrogatorios y compiló 1.125 hojas de procedimiento.
Cuando transmitió todos esos elementos en junio a tres jueces de instrucción, con prerrogativas más amplias, el fiscal indicó que privilegiaba la pista accidental. Se citó la posibilidad de un cigarrillo mal apagado o una avería eléctrica.
Desde entonces no ha habido nuevas pruebas que apoyen la hipótesis criminal, dijo Heitz en febrero.
Pero la investigación aún continúa. En un informe presentado el 22 de octubre de 2019, el laboratorio central de la prefectura de policía recomendó que se realizaran investigaciones adicionales en la zona donde se inició el incendio, según una fuente judicial.
¿Por qué las investigaciones avanzan lentamente?
Las investigaciones en el terreno avanzan con dificultad. Ciertas zonas de la catedral, incluida la identificada como el lugar donde comenzó el incendio, siguen siendo inaccesibles.
Los investigadores del Departamento de Investigación Criminal esperan ahora acceder a esa zona. Pero primero hay que aguardar que el andamiaje que fue montado en la cubierta de la catedral antes del incendio para realizar obras de restauración, sea retirado.
Sin embargo, esa fase, que debía comenzar el 23 de marzo y durar cuatro meses, fue aplazada a causa de la epidemia de covid-19.
De acuerdo con la institución pública a cargo de la reconstrucción, las instalaciones existentes no podían garantizar las normas de seguridad impuestas para frenar el coronavirus, en particular la distancia mínima de seguridad.
Pero a medida que pasa el tiempo las posibilidades de encontrar pistas sobre las causas del incendio, que ya eran escasas, disminuyen.
¿Y las responsabilidades civiles?
Las pesquisas han sacado a la luz deficiencias en la seguridad de la catedral que, aunque no son la causa del siniestro, pueden haber permitido que las llamas se propagaran por todo el edificio.
La llamada a los bomberos se realizó tarde debido a un error de señal o una mala interpretación de esta.
De acuerdo con una fuente cercana a la investigación, el mensaje de alarma de incendio en la pantalla de control del servicio de seguridad de la catedral apuntaba a un problema en la bóveda-nave-sacristía.
El agente en servicio ese día, un empleado temporal de una compañía de seguridad que llevaba apenas cuatro días trabajando en Notre Dame, envió a un agente a la sacristía, pero este no vio nada.
Después de eso hubo una conversación telefónica de 18 minutos entre el agente y su responsable, antes de que se dieran cuenta de que en realidad tenían que ir bajo el techo de la nave, en la parte junto a la sacristía. Allí, las llamas ya habían empezado a arrasar el techo.
También se encontraron otras fallas, sin relación con el incendio. Por ejemplo, según otra fuente cercana a la investigación, las pesquisas mostraron que el sistema eléctrico de un ascensor no se apagaba correctamente.
Si algunos de estos errores no dan lugar a una responsabilidad penal, es probable que caigan bajo la jurisdicción del sistema de justicia civil. Por tanto, podrían dar lugar a feroces batallas entre los expertos y las compañías de seguros.