Alguien que no agota sus esperanzas en pensar que puede volver a caminar libremente por las calles de la Gran Manzana es Mark David Chapman, quien hace 38 años mató al vocalista de The Beatles, John Lennon, afuera de su residencia.
Chapman, de 63 años, solicitará por décima vez la libertad condicional a la justicia de Nueva York en una audiencia que está programada para agosto.
Al asesino del músico inglés le negaron el beneficio en nueve ocasiones anteriores y fue detenido nuevamente en 2016 cuando los jueces se opusieron a su liberación debido a la «naturaleza premeditada y de búsqueda de celebridades del crimen».
Yoko Ono, esposa de Lennon, de 85 años de edad, también rechazó la libertad condicional para Mark Chapman, al igual que Julian y Sean Ono Lennon, hijos del músico británico. Los tres argumentaron que temían por sus vidas si salía de prisión.
La viuda del intérprete agregó que le preocupaba que Chapman corriera peligro ante eventuales venganzas de los seguidores del autor de «Imagine».
La solicitud del criminal se efectuará en un escenario distinto, porque en los últimos meses el estado de Nueva York otorgó libertad condicional a asesinos de niños y a policías, a los que hace un tiempo atrás se les negó abandonar la cárcel.