La muerte nunca será oportuna. Sin embargo, resulta lamentable que la vida de una persona termine cuando está en su mejor momento profesional.
Y, aunque parezca un asombro, esa situación se ha repetido con cierta frecuencia en grandes artistas del entretenimiento mundial.
Aquí le contamos algunos de los casos más recordados.
Chadwick Boseman
No ha pasado más de un año desde la muerte de Chadwick Boseman, el actor que brilló protagonizando Pantera Negra, una de las películas más exitosas de Marvel.
Para muchos fanáticos aún es impensable pensar que T’challa se ha ido.
El escozor se debe a que, varios meses después de que la cinta de superhéroes se volviera tendencia gracias a Avengers: Endgame, Boseman falleció producto de un cáncer de colon.
Según registró la cadena británica BBC, el hombre, quien también actuó en películas como Capitán América y Avengers, fue diagnosticado con este padecimiento en 2016.
De ahí que la enfermedad le haya hecho vivir varios rodajes mientras atendía sesiones de quimioterapia y operaciones urgentes.
A pesar de haber tenido varios papeles en el pasado y labrar una carrera considerable, el punto máximo de su carrera llegó tan solo un par de años antes de morir, cuando despuntó en 42, la película sobre el beisbolista Jackie Robinson.
Boseman pasó a la historia del Séptimo Arte como el primer afrodescendiente en protagonizar un filme de superhéroes.
Además, obtuvo una nominación póstuma al Oscar como mejor actor por lo hecho en la película Ma Rianey’s Black Bottom, estrenada en 2020.
Kurt Cobain
A pesar de intentarlo durante años, Kurt Cobain, el líder de Nirvana, la banda de grunge más exitosa de la historia, nunca logró alcanzar ese estado de plenitud que iconizaba el nombre de su grupo musical.
Reconocido por darle voz a éxitos históricos como Smell Like Teen Spirit y Come as you are, Cobain fue presa de serios problemas de salud.
El cantante estadounidense padeció de bronquitis crónica, una escoliosis y una especie de úlcera estomacal que lo atormentó hasta el día de su muerte.
A la par de todo ese cuadro de quebrantos, Cobain vivió serios problemas emocionales que agravaron todavía más su estado.
Después de años de luchas internas, sobredosis y hospitalizaciones, el cuerpo de Kurt Cobain fue hallado sin vida el 8 de abril de 1994, en el jardín de su casa en Seattle, Estados Unidos.
Él dejó una nota póstuma en la cual decía:
“En nuestras tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente”, escribió Cobain antes de fallecer.
Amy Winehouse
Amy Winehouse, la cantante que no se encasillaba en ningún género musical por la sorprendente potencia de su voz, falleció el 23 de julio de 2011.
Tan solo un mes antes de su muerte, la artista británica dio el que sería su último concierto. Se presentó en Belgrado, la capital de Serbia.
Esa noche, la cantante estaba tan borracha que a duras penas pudo vocalizar con claridad. Después de llegar incluso a tropezarse en el escenario, el público comenzó a abuchear a la cantante.
Pasados unos minutos, la artista intentó recomponerse. Pero ya era imposible. Ese fue el final. Amy Winehouse se despidió de su público sin poder cantar.
Para llegar hasta ese punto, la reconocida británica tuvo que pasar en sus escasos 27 años por duras pruebas emocionales.
Lo más complicado fue que intentó aliviarlas con el consumo excesivo de drogas y alcohol.
El 23 de julio de 2011, la joven figura de la música fue encontrada muerta en su apartamento en Londres, Inglaterra.
Según establecieron, el fallecimiento de Winehouse se habría dado de manera «no intencionada» tras serle encontrados en su cuerpo 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre.
Paul Walker
Paul Walker, el hombre que interpretó el papel de Brian O’ Conner en la reconocida serie de películas Rápidos y Furiosos, gozó durante mucho tiempo de combinar dos de sus grandes pasiones: los carros y la actuación.
Y es que, además de ser un destacado intérprete, el nacido en California, Estados Unidos, era un verdadero apasionado por el mundo del automovilismo.
En cierto momento incluso llegó a ser piloto semiprofesional en el entonces circuito norteamericano Redline Time Attack.
Para la tristeza de propios y ajenos del mundo cinematográfico, el destino quiso que el día de su muerte se juntaran ambas motivaciones.
En 2013, Walker, estando en épocas de los rodajes de la séptima entrega de Rápidos y Furiosos, sufrió un accidente automovilístico en Santa Clarita, California, que terminó con su vida.
La tarde del 30 de noviembre de ese año, el carro de Walker colisionó a más de 120 kilómetros por hora y terminó incendiándose con su conductor adentro.
Para recuerdo de sus allegados, la última cinta en la que alcanzó a participar el distinguido actor fue todo un homenaje a su vida.
La banda sonora de Rápidos y Furiosos 7, See you again, fue una canción cuya letra fue dedicada a su memoria.
Fue tanto el éxito de aquella composición musical, hecha por los también estadounidenses, Whiz Khalifa y Charlie Puth, que llegó a ser nominada en los Globos de Oro como Mejor canción original.
El último detalle simbólico del eterno representante de O Conner fue que su hermano, Cody Walker, lo reemplazó en algunas tomas de la película después de su muerte.
Marilyn Monroe
No hay dudas de que el mundo del espectáculo estará siempre en deuda con la figura de Marilyn Monroe.
La actriz estadounidense, quien fue un verdadero boom en la primera mitad del siglo XX, pasó a la historia como una mujer talentosa, brillante y atractiva.
Pero más allá de ser la primera gran exponente de esa tendencia hollywoodense de las superestrellas, Monroe destacó por ser una mujer disruptiva para los valores de su época.
Uno de los capítulos más significativos de su carácter visionario fue la defensa de los derechos civiles para los afroamericanos en los tiempos de la segregación racial en Estados Unidos.
Ella Fitzgerald, cantante afroamericana, ha recordado en varias oportunidades que fue gracias a Marilyn Monroe que ella pudo comenzar a cantar en escenarios importantes del jazz estadounidense.
La «reina del jazz» ha recordado ante varios medios que, alguna vez, Monroe llegó a pedirle al dueño de un concurrido lugar que contratara a Fitzgerald. A cambio, la superestrella le ofrecía asistir a su club todos los días y sentarse en primera fila.
Lamentablemente, no todo fue color de rosa en la vida de Monroe.
Su irrupción en el panorama cinematográfico coincidió con el auge del consumo de barbitúricos en la industria.
Sin ser catalogada como una de las que más acudía a esa práctica, su fallecimiento sí estuvo relacionado con el consumo de esos ansiolíticos.
En la mañana del 5 de agosto de 1962, el psiquiatra de Monroe avisó a la policía de Los Ángeles que la estrella había muerto.
Cuando los agentes llegaron, se toparon con una escena aparentemente distorsionada. Según han reseñado varios medios de comunicación a lo largo del tiempo, el cuerpo parecía haber sido movido de su lugar, pues la posición en que quedó no resultaba natural.
El resultado de la autopsia del cuerpo demostró que Marilyn Monroe falleció producto de una sobredosis de barbitúricos.
Sin embargo, casi seis décadas después, todavía existen muchas dudas sobre si verdaderamente fue un suicidio o, por el contrario, pudo ser un asesinato.