ENTRETENIMIENTO

20 artistas dialogan sobre la melancolía y el porvenir

por Avatar

El vocablo italiano «di-sio» no tiene traducción al español. La palabra, usada por primera vez por Dante Alighieri en la Divina comedia, puede ser equivalente al portugués «saudade», que es nostalgia y anhelo. Deseo por algo que no se conoce. Melancolía por aquello que no se ha tenido, pero que se siente perdido. 

A partir este concepto, el curador Antonello Tolve planificó la muestra Disio. Nostalgia del futuro, una exhibición intergeneracional, transmedia y multicultural que se erige como un diálogo entre Italia y Venezuela. 

El investigador convocó a 7 creadores italianos y 13 venezolanos para generar un espacio de reflexión sobre el estado del arte visto desde el pasado y el presente, así como las perspectivas de la creación artística para el futuro. 

Tolve inició su acercamiento al arte venezolano en 2016, cuando visitó el país y encabezó una serie de conferencias. 

En ese momento se reunió con varios artistas y galerías, y comenzó a planificar la muestra que hoy se expone en La Caja del Centro Cultural Chacao y la Sala TAC del Trasnocho Cultural. 

«Venezuela es un país fértil desde el punto de vista creativo. Hay mucho talento en sus artistas. Los que aquí exhiben son una pequeña muestra. La selección responde a un momento crítico, tomando como base la generación de triálogos constructivos», expresa. 

De Italia participan Enrico Pulsoni, Giovanni Termini, Eugenio Tibaldi, Domenico Antonio Mancini, Antonio Della Guardia, Max Coppeta y Fabrizio Cotognini. En representación de Venezuela están Jason Galarraga, Adolfo Alayón, Luis Millé, Zeinab Rebeca Bulhossen, Hayfer Brea, Ángela Bonadies, Iván Candeo, Camilo Barboza, Eduardo Vargas Rico, Manuel Eduardo González, Antonio Paz, Luís Arroyo y Magdalena Fernández. 

La exposición organizada por la Embajada de Italia y el Instituto Italiano de Cultura está dividida en tres secciones: «La presencia del futuro», «Volver» y «Pasado próximo». 

La primera es una retrospectiva histórica del arte a partir de la unión de figuras de maestros de Europa y Venezuela, como Armando Reverón, Umberto Boccioni, Marcel Duchamp y Kazimir Malevic. En ella se exhibe una pieza de cada artista que refleja su línea de trabajo y su visión del mundo. 

La segunda es el resultado de tres semanas de trabajo en las que los artistas se reunieron en triadas ­dos venezolanos y un italiano­ tomando en cuenta sus años de nacimiento, que van desde la década de los cincuenta hasta la de los noventa. 

La situación del país fue un aspecto fundamental en el proceso de creación. La obra efímera, elaborada de acuerdo con las dimensiones de la sala, une el trabajo de las cinco generaciones por medio de andamiajes metálicos que simbolizan la situación de inestabilidad actual. 

«Los andamios de la pieza principal son un homenaje a esas construcciones informales e improvisadas que existen en el país, esas que se pueden ver en los barrios», dice el artista italiano Eugenio Tibaldi, para quien Caracas fue la principal fuente de inspiración. 

La tercera sección está formada por obras en las que las formas geométricas rinden homenaje a los grandes maestros del cinetismo a través de las guapas yekuanas y piezas modernas de Paz, Coppeta y Cotognini. 

El montaje no escapó de la escasez y la crisis. A pesar de que se les hizo difícil conseguir algunos materiales, los artistas afrontaron la situación desde una perspectiva positiva. «Cada impedimento es una vía de nuevas posibilidades», expresa Giovanni Termini.