Taylor Swift atacó el jueves a Big Machine Label Group, su antigua disquera y con la que arrastra un largo historial de polémicas, por publicar un disco suyo sin su autorización.
Según la versión de la cantante, este nuevo disco está formado por canciones que ella interpretó en directo en 2008 y que el sello tituló Live From Clear Channel Stripped 2008.
Swift asegura que, aunque en los servicios de streaming aparezca como editado en 2017, en realidad este álbum se publicó por primera vez ahora y aclaró que ella no está de acuerdo con este lanzamiento.
«Quiero dar las gracias a mis fans por hacerme saber que mi antiguo sello discográfico va a lanzar esta noche un álbum de actuaciones mías en directo», escribió en Instagram.
«Esta grabación es de una actuación en una radio en 2008 de cuando tenía 18 años. Siempre soy honesta con ustedes sobre este tipo de cosas así que solo quería contarles que este lanzamiento no cuenta con mi aprobación», agregó.
«En mi opinión es solo otro caso de avaricia desvergonzada en los tiempos del coronavirus. De mal gusto, pero muy evidente», concluyó.
Se trata del enésimo enfrentamiento entre Swift y Big Machine Label que fue adquirido en 2019 por unos 300 millones de dólares por Scooter Braun, quien ha trabajado como representante para artistas como Kanye West, Ariana Grande o Justin Bieber.
Por los enredos y problemas habituales de la industria musical Swift no posee los derechos de sus cinco primeros discos, que pertenecen a Big Machine Label.
Por esta razón, Swift, que acusó a Braun de acosarla y al que definió como «manipulador», anunció el año pasado que, para recuperar su música, pretende volver a grabar sus cincos primeros álbumes: Taylor Swift (2006), Fearless (2008), Red (2012), 1989 (2014) y Reputation (2017).