Cuando Luis Palacios se dio cuenta de que su vida pasaba ante sus ojos y que lo único que hacía era trabajar para comer, una decisión apresurada lo llevó de Caracas hasta Buenos Aires. Era un diseñador gráfico freelance que aspiraba a más. «No tenía sentido. Por eso empecé a buscar otros horizontes», cuenta quien ya lleva dos años en Argentina y resultó ganador del concurso de diseño de moda Corte y confección, transmitido por el canal local El Trece.
«Fue algo apresurado, de repente. Tomé la decisión y en dos meses organicé todo. Me vine el 21 de noviembre de 2018», dice.
En apenas tres semanas su vida ha cambiado considerablemente: no para de conceder entrevistas para contar cómo fue la experiencia en el programa de talentos del que resultó vencedor. Pero fue mucha la tela que cortó para llegar hasta aquí. Trabajó como ayudante de cocina en un restaurante peruano, luego como volantero y en la cocina de otro local. Pero en su tiempo libre veía el programa, que estrenó su primera temporada en enero de 2019.
«Antes de entrar al concurso no me dedicaba a la moda, pero me gustaba vestir con estilo, diferenciarme del resto de la gente. Aprendí durante toda mi vida; siempre leía revistas. Eso me dio un poco de conocimiento, pero sobre construcción y confección lo aprendí en el reality poco a poco», señala Palacios, de 26 años de edad.
Aunque esos pequeños trabajos en la capital argentina le daban lo suficiente para vivir y ayudar un poco a su familia, quería una salida laboral diferente, algo que de verdad le gustara y le llenara. En esa búsqueda, el programa anunció en diciembre el llamado a casting para la tercera temporada, que daría inicio en enero de 2020.
Con una pieza inspirada en la orquídea, la flor nacional, el joven nacido de San Félix, estado Bolívar, entró a la competencia junto con 17 aspirantes. «Todos los participantes, desde que arrancó el programa, tenían un perfil alto a nivel de diseño. Yo estaba totalmente en desventaja. Recuerdo que el desafío más difícil fue el de sastrería, porque era hacer sastrería sin saber hacer sastrería», cuenta.
Todos los días, durante ocho meses, realizaban desafíos en los que confeccionaban desde vestidos y lencería hasta moda sustentable en 90 minutos. Al principio diseñaban con modelosen vivo, pero luego, cuando llegó la pandemia, cambió la manera de trabajar. Todos los técnicos utilizaban tapabocas, los aspirantes pasaban por un protocolo de higiene para entrar al canal y se llegó a diseñar desde casa.
«Yo realmente quería ganar. Mi vida necesitaba este cambio completamente», expresa. Noche, la colección que presentó para la final, estaba conformada por cinco vestidos que realizó en dos días. Gracias a los votos del público, en vivo, ganó una beca completa en la Escuela Argentina de Moda.
«Del programa me llevo la bendición de haber encontrado mi camino, de reorientar mi vida y el amor de todos los argentinos, porque me adoptaron como uno más de ellos. Yo no creo que en Venezuela lo hubiese hecho, porque la moda está centralizada en un patrón, en el beauty, en la reina de belleza y mi moda está alejada de los prototipos. Argentina es quien me da el empujón y ahora me da la entrada a este mundo. Encontré mi estilo de vida y a lo que me quiero dedicar», dice Palacios.
La mamá de Palacios también recibió la beca y estudiará con él. Su vida ahora la proyecta en Argentina, no se ve en otro lugar. La moda, explica, es una forma de expresión para plasmar las emociones. «Expresas en el vestuario cómo te vas sintiendo y lo que quieres representar». Es por esto que, más allá de lo masivo, quiere dedicarse al diseño de autor. «Está pensado para cierto tipo de persona, que no se fija en las tendencias sino en lo que quiere ponerse, jugando con lo lúdico y con el arte».
No le gusta lo simple, no le va. «Nada de minimalismos», asegura. «Si de algo se va a caracterizar mi marca es por el ‘maximalismo’, me voy a encargar de que el equilibrio más-más le quede a la perfección a cualquier persona». Admira el trabajo del diseñador estadounidense Jeremy Scott y del francés Thierry Mugler.
Considera que la semana de la moda de Nueva York es la mejor y que la prenda básica que jamás debe faltar en el armario es una chaqueta de jean. «El típico vestido negro hay que sacárnoslo de la cabeza, hay que apostar más allá. La prenda realmente básica es esa, porque el jean con unos buenos accesorios puede servir para ir a una fiesta, a un coctel, y también al supermercado».